ANÁLISIS: One Upon light

Publicado el 07 noviembre 2015 por Raúl Vázquez Santos @Generacionpixel

Estamos acostumbrados a ver que el resultado de los accidentes en los laboratorios producen sobre las víctimas directas una modificación de su ADN que le otorga súper poderes. En One Upon Light pasa lo primero, pero no lo segundo. La Universidad de Tecnología y Diseño de Singapur y Rising Star Games nos traen un limitado título de puzles exclusivo para Playstation 4 donde tras un confuso accidente en unos laboratorios, con estilo cartoon y blanco y negro, un científico sufre una mutación por la que, como el mismísimo Drácula, se vuelve altamente fotosensible.

ANÁLISIS

VERSIÓN DISPONIBLE

PS4

VERSIÓN ANALIZADA

PS4

DESARROLLADOR

UNIVERSIDAD DE TECNOLOGÍA Y DISEÑO SINGAPUR

DISTRIBUIDOR

RISING STAR GAMES

VALORACIÓN

6

NUESTRA FORMA DE VALORAR LOS JUEGOS

Nos levantamos y descubrimos que estamos en un laboratorio, lúgubre y sombrio, que parece estar abandonado. Intentamos recordar que ha sucedido, pero solo sabemos que es nuestro lugar de trabajo y que somos un científico inmersos en unos experimentos con luz. Al avanzar por el oscuro laboratorio descubrimos que somos sensibles a la luz, muy sensibles, hasta el punto de que una exposición directa prolongada hará que acabemos dentro de una caja de pino. Necesitamos salir de aquí y descubrir que ha pasado. Cada vez que terminemos de atravesar una sala, nos encontraremos un periódico que, a través de sus portadas, iremos descubriendo más sobre el extraño accidente.

Esta es la historia que nos propone One Upon Light, un título indie que puede ser encasillado como una aventura de puzles, en la que, ni prima la aventura ni los puzles suponen un reto. Con un único modo de juego y cero rejugabilidad, la mecánica del título es muy sencilla: debemos de atravesar las salas que nos separan del exterior sin que nos toque la luz. Para ello, entre otros, deberemos de servirnos de cajas que actúen de resguardo y consigan dar sombra, de plataformas que desbloqueen puertas, o de artilugios que consigan modificar las leyes de la óptica.

Está mecánica simple es entorpecida por un control, que más que defectuoso, podemos catalogar como dificultoso o tosco, debido a que el jugador avanzará como a través de casillas imaginarias, no pudiendo ajustar ni la rapidez ni la longitud de los pasos. Por lo que un simple juego de puzle sin una buena precisión de control se convierte en un auténtico reto. A nuestro parecer, en cierta medida es razonable esta tosquedad, ya que si el título concurriera con un control preciso, este se convertiría en un simple paseo.

La duración también es bastante limitada, no superando las 4 horas si no fallecemos en demasía. Acompañada de la mano viene la dificultad, no modulable. Al carecer el título de enemigos más allá de la luz, podremos ir avanzando tranquilamente a través de los escenarios, observando con detenimiento los movimientos de proyección de la luz de cada fuente lumínica. Aquí reside en gran medida la dificultad y por ende, la duración del título, según seamos más pacientes o menos en observar el camino a escoger y la estrategia a seguir. Lógicamente también influye el control del personaje, el cual hará que perezcamos infinidad de veces por falta de adaptación a este.

En cuanto a su apartado técnico, encontramos luces y sombras, nunca mejor dicho.

En está ocasión, el apartado artístico no innova ni sobresale en ningún aspecto. El diseño cartoon y la utilización únicamente de colores blancos, grises y negros crean una bonita atmosfera que no llega a sorprender, ya que supone un recurso ya visto por otros lares. Lo más destacable es la iluminación y el juego de sombras, algo que es evidente, pues el título se fundamenta en ello.

En cuanto al apartado sonoro, este es muy escueto, con una sintonía constante que coadyuva a crear suspense, que solo sirve como acompañamiento y que termina por pasar desapercibida. A esta le sigue una serie de sonidos estándar como chispazos, cajas arrastrándose, apertura de puertas o engranajes en movimiento.

En general, su aspecto oscuro y su simplicidad en cuanto a su ambiente sonoro no consiguen crear demasiadas sensaciones a la hora de ir atravesando una sala tras otra.

NUESTRA OPINIÓN FINAL

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La realidad es que ante la gran avalancha de juegos indie con una gran calidad general, este One Upon Light no termina de convencer para decantarse como un título a escoger entre tantos, ya que no logra destacar ni por su simple historia que contada a través de periódicos pierde interés conforme avanzamos, ni por su jugabilidad ni mecánicas, de puzles simples y movimientos poco precisos, ni por su apartado técnico, que intenta crear una atmósfera sombría y de suspense, y acaba por crear indiferencia. Aun con estas críticas, animamos a quien pueda/quiera probar el título, a que lo haga sin perjuicio y con ganas de entretenerse al menos durante unas horas; ya que a pesar de las críticas, estas no apuntan a un mal juego, sino a un título que podía haber sido más de lo que ha sido, pero que al fin y al cabo no deja de ser jugable.

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