Análisis Pillars of Eternity – Rol clásico para nostálgicos

Publicado el 07 diciembre 2017 por Jorge Farinós Ibáñez @Living_PS

De la mano de Obsidian Entertainment nos llegaba a consolas tras su paso por PC Pillars of Eternity, un RPG que nos recordará a tiempos pasados pero con un acabado muy actual.

Pillars of Eternity comenzó su andadura como proyecto en Kickstarter, donde Obsidian logró recaudar el dinero necesario para sacar adelante este juego de rol inspirado en otros grandes del género, como Baldur’s Gate, juego al que nos recordará bastante en más de una ocasión, aunque no compartan ni universo ni historia.

Y es que el título nos presenta un mundo rico, unos personajes cuidados, un sistema de combate complejo y depurado, ingentes cantidades de botín y muchas, muchas horas de juego por delante, con una trama interesante, que nos deparará alguna que otra sorpresa y necesarias elecciones que hacer durante nuestra aventura. Pero como siempre, empecemos por el principio. ¿De qué va Pillars of Eternity?

El despertar de un Observador

La historia de nuestro personaje comienza con su llegada a las tierras del Bosque de Dyr, donde la caravana en la que viaja es sorprendida por una peligrosa tormenta mágica. Tras sobrevivir al terrible evento, nos encontraremos en compañía de otros dos supervivientes, con los que trataremos de buscar un camino que nos saque de las montañas. Sin embargo, el peligro nos encontrará de nuevo al toparnos con un extraño ritual, cuyas consecuencias acabarán con la vida de nuestros compañeros y harán que nuestro personaje caiga inconsciente tras tener una extraña visión del pasado de ese mismo lugar. Cuando recuperamos el conocimiento todo parece normal, sin embargo, no tardaremos en descubrir que tenemos la capacidad de hablar con las almas de los muertos atrapadas en este mundo o apunto de partir del mismo, algo que nos convierte en Observador, además de haber sufrido lo que se conoce como un Despertar, que provoca que veamos fragmentos de una vida o vidas pasadas (ya que en el mundo de Eora al morir, las almas no desaparecen, sino que regresan a la vida al ocupar el cuerpo de un recién nacido, si bien, lo normal es no recordar esas vidas pasadas), algo que a la larga podría acabar volviéndonos locos.

Conscientes de que la única solución para nuestro problema es dar con el hombre que provocó nuestro Despertar, el mismo que oficiaba el extraño ritual, comenzaremos un viaje por las tierras del Bosque de Dyr, el Valle del Oro, Bahía del Desafío y los Olmos en su búsqueda. Durante este viaje seremos testigos del terrible mal que pesa sobre estas tierras, el Legado de Waidwen —un supuesto castigo de los dioses—, que provoca que los niños nazcan sin alma y por tanto se acaben convirtiendo en criaturas salvajes, y de otra serie de amenazas que aquejan las diferentes zonas que visitaremos y que podremos ayudar a solucionar. También nos cruzaremos con otros personajes que podrán unirse a nuestro grupo y ayudarnos al tiempo que nosotros les echamos una mano a solucionar sus propios problemas o lograr sus objetivos.

Al principio nos sentiremos tan perdidos y abrumados como nuestro personaje, y es que recibiremos mucha información, mas también nos faltarán muchas piezas del puzle que representa la historia de Pillars of Eternity, pero según avancemos en la trama, conozcamos nuevos personajes y vayamos resolviendo las misiones principales y algunas secundarias, veremos cómo todo irá encajando y cobrando sentido. Y aunque al comienzo le cuesta un poco, la historia acabará por engancharnos al coger ritmo e ir desvelando su tapiz completo y sorprendiéndonos con algún que otro giro inesperado.

Un juego profundo y complejo

Sin duda, la historia es un pilar fundamental de todo RPG, pero si no está acompañada de una jugabilidad a la altura, el título puede resultar un fracaso. Afortunadamente, Pillars of Eternity cumple de sobra en este apartado, eso sí, si os gusta el estilo clásico del género y de juegos como el mencionado Baldur’s Gate o Diablo.

Lo primero que podremos hacer antes de comenzar una partida en Pillars of Eternity será elegir la dificultad entre cinco niveles diferentes y ojo, porque el juego no es precisamente fácil, ya que si no estamos acostumbrados al sistema de combate que presenta, tiempo real con la posibilidad de pausarlo para elegir los ataques de los compañeros, a los que podremos manejar completamente, se nos puede hacer muy cuesta arriba incluso en los niveles bajos. Pero Obsidian ha querido acercar su título a todo tipo de jugadores y si más que un desafío, lo que queremos es disfrutar de la historia y el mundo de juego, tenemos la posibilidad de optar por el modo Historia, que baja la dificultad notablemente, aunque sin llegar a convertirlo en un paseo por el campo.

Tras esto, pasaremos a crear a nuestro personaje, eligiendo raza (entre seis diferentes, con sus diferentes bonificaciones), la clase (entre 11 distintas, cada una con sus habilidades y estadísticas) y repartiendo los primeros puntos de los que dispondremos. El editor es bastante sencillo y estéticamente cuenta con pocas opciones, aunque a nivel de habilidades —llamadas Talentos en el juego— es más profundo y nos permitirá mejorar a nuestro gusto a nuestro personaje y resto de compañeros, creando así personajes más enfocados al ataque, el apoyo, la magia, las armas, el ataque a distancia o cuerpo a cuerpo, etc. Sin duda, nos ofrece un amplio abanico de posibilidades a la hora de configurar las capacidades de cada miembro del grupo, que se formará con seis personajes activos (contándonos a nosotros).

Para avanzar en Pillars of Eternity tendremos que hacer lo que en todo juego de rol, realizar las misiones principales de la trama, pudiendo entretenernos con otras secundarias para ganar más experiencia y subir de nivel, accediendo así a nuevos Talentos y mejores estadísticas para cada personaje. Y aunque no estamos ante un juego de mundo abierto, tendremos un mapa lo suficientemente extenso para explorar, con diferentes zonas que visitar y en las que encontrar nuevos personajes y misiones, algunas de las cuales tendremos que desbloquear resolviendo una misión previa. La forma en que solucionemos ciertas misiones influirá en nuestra reputación general y en nuestra relación con la zona en concreto, lo que nos puede hacer las cosas más o menos fáciles. Aparte de la experiencia y subida de nivel, realizar misiones secundarias también nos recompensará con oro, objetos especiales y habilidades pasivas muy útiles para nuestra aventura.

Pillars of Eternity cuenta con una buena cantidad de misiones secundarias, ampliadas además con la inclusión del contenido adicional de la Ruta Calcárea, que nos da acceso a una nueva zona del mapa y toda una historia aparte de la trama principal. Estas misiones son de diferentes tipos, desde librarnos de un molesto cíclope, acabar con un grupo de bandidos, la típica misión de recadero, buscar un poderoso objeto, ganarse el favor de algún dios, cumplir los encargos de nuestros compañeros, etc. Lo cierto es que serán variadas y tendremos diferentes formas de resolverlas, bien por la fuerza o de manera diplomática, ya que en muchas ocasiones tendremos la oportunidad de hablar con nuestros enemigos y convencerlos sin tener que derramar sangre. Esto dependerá mucho de los puntos que tengamos ganados en diferentes aspectos como la Resolución o el Poder o la Astucia, por ejemplo.

Además de las misiones, a partir de cierto momento de la historia, tendremos acceso a Caed Nua, un baluarte que tendremos ocasión de gestionar y reconstruir, lo que podrá terminar convirtiéndonos en thayn de la zona. El baluarte será nuestra «base» y podremos volver a él cada vez que queramos cambiar los miembros del grupo, pero también deberemos defenderlo de distintas amenazas, como ataques de bandidos o de criaturas que salen de las profundidades del propio baluarte. Para ello podremos contratar mercenarios y elegir luchar con ellos o dejar que se ocupen solos. Además, si hemos ido mejorando las murallas y otras defensas, el baluarte será más seguro y difícil de tomar. Allí también aparecerán NPCs a los que podremos ayudar (o no) a cambio de diferentes recompensas. Y si mejoramos y reconstruimos edificios como la capilla, el huerto, la biblioteca… recibiremos bonificaciones temporales al dormir en el baluarte.

Armas y magia y casi un sin fin de posibilidades

En cuanto al sistema de combate, como ya os comentamos más arriba, este es en tiempo real con la posibilidad de pausar la acción para escoger los Talentos o ataques que queremos usar, lo que le otorga un componente estratégico al juego. Para ello contamos con un menú radial en el que, dependiendo de la clase de personaje y los Talentos desbloqueados, encontraremos todas las acciones disponibles. Podremos alternar entre los personajes simplemente pulsando R1 o L1, manejarlos independientemente o todos a la vez, focalizando los ataques sobre un solo enemigo. También contaremos con la posibilidad de «programar» las acciones básicas de los compañeros cuando no los estemos manejando directamente, como que ataquen a distancia, se preocupen de la defensa, sean más ofensivos u opten por el soporte. En ese sentido, podemos decir que la IA de los compañeros funciona de manera más que decente y, salvo alguna excepción fácilmente solucionable, no suelen tener tendencias suicidas. Unos controles bien adaptados al mando de la consola también ayudan a que los combates sean cómodos y no cueste nada llevar a cabo las acciones deseadas.

Para hacer los enfrentamientos más llevaderos, sobre todo contra enemigos de mayor nivel o en grupos más numerosos, será necesario contar con un buen equipo. Podremos pertrechar a nuestro personaje y compañeros con diferentes tipos de armas (espadas, hachas, lanzas, báculos, grimorios, arcabuces, arcos…), tanto de largo como de corto alcance, pudiendo llevar un arma principal y una o más secundarias si hemos desbloqueado esa opción con el personaje en cuestión, armaduras ligeras, medias y pesadas, brazales, botas, cascos y varios accesorios como anillos, capas, amuletos o cinturones que cuentan con bonificaciones o encantamientos. Por supuesto, habrá objetos limitados por clase, pero la gran mayoría podrán ser usados por todos los personajes. El equipamiento lo completaremos con objetos de acceso rápido que solo podremos usar en combate, como diferentes tipos de pociones o pergaminos con hechizos o trampas.

Nuestro personaje además contará con la habilidad de Artesanía, que nos permitirá crear comida, con la que podremos ganar bonificaciones temporales, y pergaminos de seis niveles distintos. Para ello necesitaremos diferentes materiales que encontraremos en el mapa, en cofres, urnas, ánforas, sarcófagos… o dejarán caer los enemigos derrotados. Aparte de esto, también podremos encantar las piezas de nuestro equipo, dándoles mejoras para el ataque, la defensa o la penetración o imbuyéndoles algún encantamiento que nos proteja de determinados ataques o hechizos.

Como podéis ver, Pillars of Eternity nos ofrece un juego complejo y profundo, en el que no nos faltarán cosas por hacer, con diferentes zonas que explorar y compañeros que encontrar (hay un total de ocho personajes que podrán unirse a nosotros) al tiempo que avanzamos por una trama bien trabajada. Superar la historia principal nos llevará unas 45 horas, pero si queremos exprimir el juego completamente, podéis esperar unas 100 horas de juego fácilmente, salpicadas de intensos combates y puzles que, si bien no serán excesivamente complicados, nos harán pararnos a pensar un poco e incluso leer alguno de los libros que encontremos en esas húmedas y oscuras mazmorras. Por supuesto, esa esencia clásica también la vamos a encontrar en los largos diálogos que podremos mantener con otros NPCs y nuestros propios compañeros, que en determinadas ocasiones charlarán con nosotros en referencia a sus propios problemas y preocupaciones.

Construyendo Eora

A nivel técnico, Pillars of Eternity presenta un buen trabajo que da como resultado un conjunto equilibrado, sin problemas de rendimiento o estabilidad, donde la mayor pega que le encontramos son los largos tiempos de carga, sobre todo cuando tenemos que cambiar varias veces de zona dentro de un mismo lugar.

Desarrollado en Unity, Pillars of Eternity presenta un buen acabado gráfico, detallado y cuidado. Con un diseño en perspectiva isométrica, el juego cuenta con un buen nivel de detalle y texturas en escenarios y personajes, y si bien estos son bastante sencillos, cuentan con buenas animaciones dentro y fuera del combate, acompañado todo ello por unos efectos visuales que terminan de dotar al título de un apartado visual que cumple sobradamente para un juego independiente. No será una revolución, pero desde luego es agradable a la vista y no sufre problemas de ralentización o bugs serios que comprometan las partidas.

En cuanto al sonido, nos encontramos ese mismo trabajo cuidado, con efectos sonoros que acompañan nuestro deambular por ciudades o bosques, o hacen que ciertos hechizos o ataques suenen más espectaculares. El juego cuenta con doblaje en inglés para varios de los personajes, algunos más acertados que otros, pero que se agradece en un juego de estas características que podría haber acabado solo con textos y cero voces. Eso sí, está completamente traducido al castellano. Finalmente, la música, si bien no pasará a la historia de las bandas sonoras, acompaña de manera adecuada con temas de corte épico y fantástico, como uno podía esperar de un juego como este.

Conclusión

Pillars of Eternity es uno de esos juegos pensados para los amantes del rol clásico, pero que cuenta con alicientes suficientes como para que jugadores actuales se acerquen a él y le den una oportunidad. Tiene una historia atractiva, un mundo y un lore interesantes que nos intrigarán en más de una ocasión y unos personajes bien construidos y con personalidad propia. Su duración, si optamos por exprimirlo al completo, nos recuerda a la de antiguas grandes obras del género y hará las delicias de los completistas. Su sistema de combate y progresión nos permitirá crear personajes más o menos especializados y pensar qué compañeros llevar en las diferentes misiones principales y secundarias. Y cuenta con un sólido apartado técnico que redondea un juego con el que disfrutaremos largas horas de juego… siempre que el género y su propuesta jugable te atraigan. Merece la pena darle una oportunidad.

Historia - 95%
Jugabilidad - 90%
Gráficos - 80%
Sonido - 75%

85%

Pillars of Eternity es uno de esos juegos pensados para los amantes del rol clásico, pero que cuenta con alicientes suficientes como para que jugadores actuales se acerquen a él y le den una oportunidad. Tiene una historia atractiva, un mundo y un lore interesantes que nos intrigarán en más de una ocasión y unos personajes bien construidos y con personalidad propia. Su duración nos recuerda a la de antiguas grandes obras del género. Su sistema de combate y progresión nos permitirá crear personajes más o menos especializados. Y cuenta con un sólido apartado técnico que redondea un juego con el que disfrutaremos largas horas de juego. Merece la pena darle una oportunidad.

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