Casi un año después de su salida para PC, eso si no tenemos en cuenta su periodo de early access, Pixel Piracy ha llegado por fin a nuestras PlayStation 4. Abstraction Games, compañía reconocida por realizar otros ports de títulos tales como Hotline Miami, Rogue Legacy o Hotline Miami 2: Wrong Number, ha sido la encargada de preparar la versión consolera del simpático simulador de piratas en 2D.
El videojuego, mezcla de acción y gestión, fue ideado por Quadro Delta, una desarrolladora independiente creada por Vitali Kirpu y Alexander Poysky que consta de un equipo de tan solo siete personas en las que se incluyen los dos anteriormente mencionados. Como dato curioso, cabe destacar que la misma compañía decidió publicar una copia pirata de Pixel Piracy (irónico, ¿no?) para que todos aquellos que decidiesen hacerse del juego de una forma algo bucanera, pudieran disfrutarlo completamente funcional y libre de virus.
Sin embargo, la que nos trae hoy aquí es la que ha amarrado recientemente en nuestras PlayStation 4, una versión que promete ofrecernos horas y horas de diversión y entretenimiento tan directo como simple. Aunque no todo puede ser bueno en la vida de un verdadero pirata pixelado, ya que el título se torna repetitivo demasiado pronto, aunque de eso ya hablaremos luego. Pero por el momento limitémonos a comenzar por el principio:
Arrr, marineros de agua dulce
Antes de comenzar nuestra aventura pirata debemos crear un personaje personalizándolo totalmente a nuestro antojo. Una vez tengamos listo al que se convertirá en el capitán, se nos pedirá que respondamos a una breve encuesta sobre qué acontecimiento ha sucedido recientemente, cómo era nuestro padre y otras preguntas que otorgarán al viaje una serie de características o bonificaciones.
Una vez tengamos todo listo para desembarcar, descubriremos nuestra isla natal, que se convertirá en el centro de un mundo creado de manera procedural, lo que ayudará a que cada partida sea diferente a la anterior. En ella encontraremos todo lo necesario para comenzar a jugar, desde la taberna en la que podremos contratar a otros piratas para que luchen, limpien e incluso cocinen para nosotros, hasta tiendas de todo tipo en las que encontraremos alimentos, materiales para mejorar nuestro navío, armas y alcaldes (una suerte de habilidades que nos veremos obligados a enseñar tanto a nuestro personaje como a los piratas que contratemos y que van desde limpiar el barco hasta disparar los cañones).
Otro de los aspectos más representativos del juego es el editor de barcos, una herramienta que nos permitirá personalizar completamente nuestro navío para que luzca tal y como nosotros deseemos. Para ello necesitaremos una gran cantidad de materiales que podremos conseguir tanto comprándolos como desvalijando los distintos barcos enemigos que combatamos (aunque si alguno de estos nos gusta, bien podemos simplemente hacernos con él, ya que para eso somos piratas y su antigua tripulación ya no podrá quejarse).
Finalmente, estaremos listos para comenzar nuestra aventura y será hora de abrir el mapa para descubrir el inmenso mundo que nos rodea. Este, tal y como ya os hemos dicho con anterioridad, se genera de manera totalmente aleatoria y se compone de una cuadrícula perfectamente disimulada en la que encontraremos los diferentes barcos enemigos o islas (tanto salvajes como poblados aliados en los que podremos comprar provisiones) a los que podremos viajar.
La vida de pirata pixelado es la vida mejor
El título nos propone una jugabilidad en scroll lateral muy centrada en sus componentes RPG. El nivel lo condicionará absolutamente todo y lo encontraremos incluso en el mapa, donde cada barco enemigo o isla nos mostrará el nivel de dificultad que supondrá para nosotros, para que así podamos decidir entre aceptar el reto o continuar grindeando hasta estar completamente seguros de estar preparados.
El nivel de nuestros piratas no será lo único a tener en cuenta antes de zarpar, ya que conforme vaya aumentando nuestra tripulación, también lo hará la necesidad de comprar alimento y de pagar su sueldo. Si mantenemos bien alimentado y bien pagado a nuestro grupo, no tendremos ningún problema, aunque si descuidamos estos aspectos u otros tales como la limpieza del barco (será la misma tripulación la que deberá encargarse de esta, si es que le enseñamos la habilidad indicada para ello) bajará rápidamente su moral, lo que puede desencadenar en que ignoren nuestras órdenes o que terminen por abandonar nuestro mando llevándose consigo todos los objetos, armas y habilidades con los que les hayamos equipado.
Pero ese no será el único problema que encontraremos a la hora de controlar a nuestra tripulación, ya que el mismo sistema de control se convertirá en algunas ocasiones en nuestro peor enemigo. El sistema que los chicos de Quadro Delta eligieron para su título está planteado para ser jugado con ratón, algo que se nota mucho y que nos dificultará las cosas tornándose verdaderamente complicado sustituirlo por el stick derecho hasta que finalmente nos acostumbremos a él.
Si bien la historia de Pixel Piracy se antoja verdaderamente pequeña e insignificante (ya que se limita a retarnos a acabar con los cuatro piratas más peligrosos de todos), el mismo sistema de juego se encarga de demostrarnos que esta es totalmente innecesaria.
El simulador de piratas nos invita continuamente a mejorar nuestro barco y tripulación para poder enfrentarnos a enemigos más poderosos. Estos nos aportarán mayores recompensas con las que volver a mejorar aún más para poder repetir el mismo proceso una y otra vez aumentando el nivel de los enfrentamientos.
El sistema es verdaderamente entretenido aunque se torna aburrido y repetitivo con demasiada rapidez, lo que constituye la mayor lacra de Pixel Piracy. La dificultad del juego ha sido reducida desde que vio la luz el año pasado para PC, algo que ayuda a agilizar mucho las partidas, pero que también incrementa la sensación de repetitividad nada más pasemos un par de horas jugando.
HoHoHo y la botella de ron
Otros inconvenientes que presenta Pixel Piracy los encontramos en forma de bugs surgidos como consecuencia del port. Fallos que nos impiden utilizar el editor de barcos, errores que derivan en stats que no varían (como por ejemplo la moral) por mucho que lo intentemos o la completa desaparición del ciclo día/noche son algunos de ellos y suponen un verdadero engorro a la hora de disfrutar de la experiencia. Pese a ello, y con excepción del que impide que la hora del juego avance, hemos de reconocer que son fácilmente solucionables, ya que desaparecerán con la simple acción de reiniciar el juego.
Quadro Delta ha sabido escoger a la perfección un apartado gráfico que vuelve a su juego inolvidable y que le otorga una gran personalidad. El pixel art es una verdadera preciosidad a la que se le añade una paleta de colores muy alegre que acompaña a la perfección el estilo humorístico y alegre del título. Sin embargo, al igual que ocurre con su jugabilidad, este apartado también se vuelve demasiado repetitivo al lucir todos los escenarios y barcos enemigos exactamente iguales (si no tenemos en cuenta el tamaño o la dificultad, claro está).
La banda sonora no rompe el esquema que encontramos en los demás aspectos del juego, llegando a ser un perfecto acompañamiento para nuestras aventuras pero limitándose a unos muy escasos temas musicales.
Que le pasen por la quilla
En conclusión, Pixel Piracy es un título que logra convertir su sencillez en su seña de identidad. El simulador de piratas logra transportarnos a un paradisíaco mundo en el que poder centrarnos solamente en la acción del pillaje y del saqueo de todo aquello que encontremos en nuestro camino, todo ello por la simple recompensa de mejorar nuestra tripulación y navío para poder volver a repetir el proceso una vez más. Aunque el juego se vuelve monótono y repetitivo demasiado rápidamente, es verdaderamente entretenido y su adictiva acción promete horas y horas de diversión.
Casi un año después de su salida para PC, eso si no tenemos en cuenta su periodo de early access, Pixel Piracy ha llegado por fin a nuestras PlayStation 4. Abstraction Games, compañía reconocida por realizar otros ports de títulos tales como Hotline Miami, Rogue Legacy o Hotline Miami 2: Wrong Number, ha sido la encargada de preparar la versión consolera del simpático simulador de piratas en 2D. El videojuego, mezcla de acción y gestión, fue ideado por Quadro Delta, una desarrolladora independiente creada por Vitali Kirpu y Alexander Poysky que consta de un equipo de tan solo siete personas… Análisis Pixel Piracy Análisis Pixel Piracy 2016-02-29 GabiStarkGráficos - 62%
Jugabilidad - 67%
Sonido - 57%
6262%
Pixel Piracy es un título que logra convertir su sencillez en su seña de identidad. El simulador de piratas logra transportarnos a un paradisíaco mundo en el que poder centrarnos solamente en la acción del pillaje y del saqueo de todo aquello que encontremos en nuestro camino, todo ello por la simple recompensa de mejorar nuestra tripulación y navío para poder volver a repetir el proceso una vez más. Aunque el juego se vuelve monótono y repetitivo demasiado rápidamente, es verdaderamente entretenido y su adictiva acción promete horas y horas de diversión.
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