ANÁLISIS: Planet Alpha

Publicado el 13 septiembre 2018 por Raúl Vázquez Santos @Generacionpixel

Ha llegado a nuestras ansiosas manos Planet Alpha, el nuevo título plataformero del estudio Planet Alpha ApS localizado en Copenhage, y distribuido por Team17. Ya de entrada tuvimos una enorme curiosidad por jugarlo debido a su impactante apartado artístico y la originalidad de los escenarios, y lo cierto es que no decepciona. Se trata de un side-scroller de plataformas que combina puzles, sigilo y un poco de exploración.

ANÁLISIS

VERSIÓN DISPONIBLE

XBOX ONE – PS4 – SWITCH – PC

VERSIÓN ANALIZADA

PC

DESARROLLADOR

PLANET ALPHA APS

DISTRIBUIDOR

TEAM 17

VALORACIÓN

9’3

NUESTRA FORMA DE VALORAR LOS JUEGOS

Poco se sabe de la historia de Planet Alpha, y esto precisamente es una de las cosas que aportan magia, encanto y misterio a este mundo que nos proponen. Encarnaremos a un alienígena capaz de controlar el ciclo del día y la noche, el cual se despierta en medio de este planeta desconocido sin saber cómo, dónde, ni por qué. Poco tardaremos en darnos cuenta de que este planeta está lleno de peligros que tendremos que ir salteando, desde robots asesinos hasta insectos gigantes.

Todo lo que podemos hacer durante toda la historia es suponer e intuir, ya que no existe ni un solo diálogo, ni una sola reflexión por parte del personaje ni un narrador que nos explique absolutamente nada. Este enorme misterio es una de las cosas que nos impulsa a jugarlo sin parar, llegando a ser positivamente adictivo.

Entrando en el apartado meramente jugable, estamos ante un juego de lo más simple, no haremos nada más allá que saltar y agacharnos para escondernos de los peligros. Sin embargo, en Planet Alpha esta simplicidad funciona. La distribución de las plataformas es adecuada, le da una fluidez y velocidad bastante placentera sin atascarnos en saltos de excesiva dificultad. Por otro lado, los puzles en general son bastante fáciles, la mayoría consisten en mover rocas para saltar sobre ellas y poder alcanzar cornisas más altas, lo que a veces puede resultar monótono y dar la sensación de que están metidos por meter, sin haber hecho mucho hincapié en este aspecto.

Una de las cosas más interesantes es la posibilidad de acelerar el tiempo en ambas direcciones para cambiar el ciclo del día y la noche. Esto no sólo le da un impresionante cambio estético, del que hablaremos más adelante, sino que también nos servirá para poder ir solucionando los puzles y avanzando por las plataformas. En ocasiones necesitaremos saltar encima de plantas que sólo florecen por la noche, o escondernos en hierbas que sólo crecen de día.

A lo largo del juego, encontraremos unos agujeros negros relativamente ocultos a los que podremos entrar, accediendo así a otro plano con mucha menos gravedad, lleno de enormes rocas que se mueven y por donde deberemos saltar para llegar al final. Es especialmente en estos agujeros negros donde sentimos lo bien realizadas que están las físicas del juego, teniéndonos que ayudar del impulso de las piedras en determinados saltos para ayudarnos con la gravedad y alcanzar nuestro objetivo.

Sin lugar a dudas, donde Planet Alpha destaca de una forma descomunal es en todo su apartado artístico. Tanto visualmente como su banda sonora es una auténtica obra de arte. En el aspecto visual, no hay nada que no nos deje con la boca abierta. Ya desde el primer minuto de juego, genera una atmósfera perfecta que nos transmite que estamos solos en un planeta totalmente desconocido.

A medida que vamos avanzando, nos daremos cada vez más cuenta de que el mundo derrocha belleza, vida, originalidad y creatividad. Sorprende tanto la enorme variedad del mapeado, como la impresión de que han creado un auténtico ecosistema, que además va cambiando con los ciclos día-noche. La iluminación es espectacular, ver como se filtra la luz por todos los recovecos en los amaneceres y los atardeceres, y el juego de las estrellas en la noche de fondo es una gozada.

El tamaño de la fauna y flora que nos encontraremos nos hará sentir totalmente insignificantes.

En cuanto a la banda sonora, estamos más bien ante una música y sonidos ambientales, pero que consigue que nos sumerjamos de lleno en el mundo. El sonido de los grillos en la noche y la suave música es completamente hipnótica, sin pasar por alto el canto de las ballenas voladoras que nunca dejan de llamar la atención.

A nivel técnico, es un juego que corre sin problemas a 60 FPS, con un tiempo de carga muy rápido, sólo necesitando cargar una vez al iniciar el juego. No hemos experimentado ningún bug ni crasheo a lo largo de todo el testeo.

NUESTRA OPINIÓN FINAL

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En conclusión, Planet Alpha es un título que merece la pena jugar. Sus mecánicas y su jugabilidad son sólidas y muy disfrutables, y si además le sumamos el espectáculo estético que supone, se produce esa chispa, esa magia que hace que algunos juegos como este sean más una experiencia y tengan la capacidad de enamorar.

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