Hámster vs Gatos Piratas Espaciales
Las experiencias de corte clásicas siempre son muy bien venidas por todos. Y es que las mecánicas, las concepciones jugables, y su aspecto, es algo que nunca pasa de moda y siempre enamora al que se acerca a este mundo.
Por ello, Tomo Camp junto al sello PID Games, se ha propuesto tocar esa retro fibra sensible plantando en pantalla un adorable hámster y, esas locas historias que solo en los juegos clásicos se podrían atrever. En un juego que sorprende por su inesperado concepto, y sus reminiscencias e inspiraciones en grandes clásicos, pero con un toque de lo más especial. Así que preparaos que comienzo a hablaros de Pompom.
PARECÍA OTRA COSALa concepción de este Pompom nos lleva a una mezcla muy curiosa. Y es que un juego que a simple vista puede parecer un juego de plataformas, nos sorprende con una propuesta puzle que uno no se espera. Y es que aquí, nos encontramos ante la misión de que llevar con vida a su destino a nuestro buen amigo hámster. Poniendo de nuestra parte, todas nuestras posibilidades y medios, para que este pueda avanzar a lo largo y ancho de estos clásicos escenarios, que este recorre de forma automática.
Entrando más en profundidad en el juego, os tengo que dejar bien claro que una vez entendido el concepto base, todo va a comenzar a fluir ante nosotros. Con un aceptable tutorial que nos da los primeros conceptos. Y que nos lleva a entender que tendremos que hacer llegar con vida a nuestro amigo peludo, en un escenarios bidimensional, gracias a la utilización de las diferentes piezas, resorte, plataformas, y demás objetos que no os voy a destripar porque merecen mucho la pena descubrirlos. Y que de forma sabia y sin perder un solo instante, tendremos que ir colocando en un camino que solo le desea la muerte a nuestro amigo.
Un ser que se mueve de forma automática. Que va adelante sin pensárselo dos veces. Y donde tres mecánicas componen sus movimientos; andar, salto y recolección. Con la necesidad de saber medir en todo momentos cuando va a realizar cada una de ellas. Teniendo nosotros de nuestra parte una pequeña barra de ralentización del tiempo a la hora de colocar objetos y, darnos con ella unos segundo de cortesía. Y es que sinceramente es un juego bastante frenético, de pensamiento rápido, y de acción y reacción veloz. Así que relajaciones las mínimas que esas siempre llevan a la muerte.
El diseño de los escenarios es bastante bueno. Y están muy bien pensados. Encontrando en ellos variedad de zonas de todo tipo. Cada una de ellas con sus características generales. Sus enemigos variados. Sus grandes jefes, que son una delicia a la hora de enfrentarnos. Y en general una concepción base de sus estructuras que los hacen divertidos y bastante. Y al que una interface clara, nos muestra que podremos movernos entre los diferentes objetos que recojamos, observar la barra de ralentización, y saber si contamos con una curiosa burbuja que nos sirve como una oportunidad de volver a la senda ante de morir del todo, termina por engrosar esta aventura.
UN RECATE SUICIDAComo os podréis imaginar la historia es de lo más locas. Donde un capitán gato, un secuestro dimensional, y unas gemas, se mezclan en una aventura divertida de piratas espaciales y rescates juveniles. Muy acorde con la concepción base del juego.
Es un juego que hay que tenerle paciencia, ya que aunque parezca mentira supone un reto más importante de lo que pueda parece en inicio. Poniéndonos en una tensión constante. Cosa que lo salva su cantidad de puntos de control muy bien colocados qu,e nos dejan cerca de donde hemos muerto. Siendo probable que tanta muerte alargue un poco más un juego que no es especialmente largo, pero que absorbe ese concepto de dificultad para que aumente en tiempo.
También me he encontrado con problemas a la hora de la precisión del control, y algunos errores en cuanto a la adaptación del poco texto, ya que sigue apareciendo en inglés.