Juan Martorano.
Sin duda he estado un poco alejado de las teclas, ya que, luego de los extraordinarios resultados para las fuerzas políticas y sociales que respaldan a la Revolución Bolivariana de los comicios regionales celebrados el 15 de octubre del presente año, me auto impuse la tarea de tomar datos de acuerdo al CNE, de la votación obtenida de los 10 partidos más votados, tanto a nivel de los diferentes estados como en los diferentes municipios, y realizar otras investigaciones de índole cualitativo, a los fines de poder realizar algunas proyecciones de cara a los comicios municipales a escenificarse dentro de un poco más de un mes en los 335 municipios de nuestra geografía nacional. Es en ese sentido, que en el día de hoy, me permitiré iniciar esta serie de trabajos, realizando mis apreciaciones sobre el municipio bolivariano Libertador, el Distrito Capital, o lo que comúnmente el ciudadano y ciudadana de a pie llama simplemente: Caracas. Y lo hago no porque haya sido la tierra que me vio nacer hace treinta y siete años ya, sino por una serie de particularidades e importancias de carácter estratégico que considero importantes realizar a la hora de estos análisis. Pero si creo importante, como introducción general válidas para los análisis que en lo sucesivo trataré de realizar, que el ambiente que priva en el país previo a estos comicios municipales, es de alguna manera similar al del paro- sabotaje criminal y petrolero que inicio, como todos y todas deben recordar, el 2 de diciembre del año 2002. En artículos anteriores me he referido al tema de que las actuales agresiones económicas que hoy afronta el país, son a mi criterio, enmarcadas dentro de la misma estrategia del paro petrolero de hace 15 años aplicada a nuestro país con el Comandante Chávez. Solo que, como el delito puede mutar y adoptar otras modalidades; en el caso de los planes desestabilizadores contra nuestro Estado- Nación, el paro que hace 15 años era con “santamarías abajo”, hoy es “con santamarías arriba”. Me permito realizar algunos contextos de cara a los comicios municipales a escenificarse el próximo 10 de diciembre de 2017. Sin duda que en lo referido al momento político, el PSUV y sus aliados parten como favoritos luego del incontrovertible triunfo del 15-O como ya lo he expresado, acompañado de todo un proceso de atomización y fragmentación de las fuerzas opositoras que hacen (¿o hacían?) vida en la MUD. Además de ello, el actual momento constituyente que vive la República. A ello me permito agregar, y recomendaría no perder de vista en lo sucesivo, la reactivación del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del partido Acción Democrática, organización política opositora más beneficiada por parte de la oposición, en la pasada contienda electoral del pasado mes de octubre en el país. En cuanto al momento económico, sin duda estamos atravesando por una situación dura, compleja y difícil producto de la ingobernabilidad de la inflación, del fenómeno del bachaqueo, del contrabando de extracción y de la falta de dinero en efectivo en las calles, que siendo esto los meses de mayor consumo en nuestro país, no solo buscan desestabilizarnos confiscando el poder adquisitivo de la clase trabajadora venezolana, sino que además buscan afectarnos cultural y espiritualmente, por un modelo y costumbres impuestos y del que pasaremos mucho tiempo para poder salir de él. En cuanto al momento social, observamos grandes y graves problemáticas en los centros de salud hospitalarios, problemas serios y severos en materia de transporte (urbano, extra urbano, terrestre, aéreo, marítimo, fluvial, etc) el tema de los servicios públicos, acceso a alimentos y medicinas, entre otros. Tampoco podemos perder de vista, las maniobras militares que se realizan cerca de las costas y fronteras venezolanas. Desde Brasil, en estos momentos se realiza el ejercicio militar “Amazon Long”, el cual debe tener activas todas las alarmas de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Pero no es de ello de lo que nos referiremos en detalle, sino de un análisis preelectoral municipal de la ciudad de Caracas. Ello, además porque recordemos que por el régimen especial del Distrito Capital, dicha entidad federal fue la única en el país que no tuvo comicios regionales, ya que no elige gobernador o gobernadora, y el jefe de esa área es un cargo de libre nombramiento y remoción por parte del Presidente o Presidenta de la República Bolivariana de Venezuela. Como el mismo profesor José Gregorio Linares ha señalado en un muy buen artículo que recomiendo leer titulado: “Caracas Insurgente”, a lo largo de la historia, la ciudad de Caracas ha sido escenario de lucha contra fuerzas foráneas reaccionarias y fuerzas internas patriotas. Amyas Preston, en 1.595 se vino por el sendero de la culebrilla, procediendo a invadirla, llegando con cuatrocientos hombres armados a las cercanías de la Puerta de Caracas. Pero allí fue enfrentado por Alonso Andrea de Ldesma, quien lo enfrentó solo porque el resto de los habitantes de dicha ciudad se habían ido por otro camino en búsqueda de los invasores para hacerles frente. Pese a que Ledesma fue derrotado, su historia es ejemplo de arrojo y coraje, de resistencia, que permanece vivo en la memoria ancestral de los caraqueños y caraqueñas. Del mismo modo, en el siglo XIX en sus comienzos, Caracas fue pionera en la lucha anticolonial suramericana. No olvidemos que el 19 de abril de 1810 se inicia la epopeya por la independencia, primero como un acto de soberanía y resistencia contra el ejército francés de Napoleón Bonaparte que invadió España en 1808, y luego como primer paso de la independencia continental. De igual modo, a comienzos del siglo XX, durante el gobierno del general Cipriano Castro (1899-1908) se convirtió en centro de la resistencia antiimperial, ya que en diciembre de 1902 y marzo de 1903 varias potencias europeas, con el pretexto del cobro de deudas, conformaron una alianza contra nuestro país, procediendo al bloqueo de nuestras costas, hundiendo embarcaciones nuestras, desembarcando tropas en nuestras tierras, bombardeando fortificaciones, destruyendo edificaciones, disparando contra nuestra población civil y dejando decenas de muertos. Pero la respuesta del pueblo caraqueño fue que miles de patriotas salieron a protestar, y cien mil voluntarios se organizaron en milicias populares para enfrentar a la “planta insolente del extranjero”. Pues bien, quiero permitirme señalar acá, que salvo el proceso del pasado 30 de julio del presente año con la elección de los y las integrantes a la Asamblea Nacional Constituyente, a nivel de partidos, el proceso más reciente que tuvo Caracas fue el de las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de 2015. En ese proceso antes mencionado, la capital contó con un padrón electoral de 1.638.456 electores y electoras debidamente inscritos e inscritas, de las cuales, la organización o la tarjeta más votada fue la de la Unidad, con 662.926, lo que representó el 57,23%. La abstención fue de 417.232 para un 25,46%. Las fuerzas revolucionarias obtuvieron en esa oportunidad 454.638, lo que representa un 40,68% de los votos obtenidos. En esa oportunidad, la contrarrevolución se alzó con el triunfo en 19 de las 22 parroquias caraqueñas, solamente conservándose la hegemonía en Macarao, Antimano y Catedral. Estos resultados del pasado 6 de diciembre de 2015 en lo que a la ciudad de Caracas respecta sin duda fueron totalmente atípicos, pues históricamente de las 22 parroquias capitalinas, en promedio 16 votan favorables al proyecto chavista y revolucionario. Pero, no es menos cierto también señalar que, en comicios anteriores, y sobre todo cuando no estaba en juego la cabeza del Comandante Chávez, ya se observaba cierta merma del voto revolucionario en las denominadas zonas populares. En el 2015, uno de los elementos que influyo de manera importante en la derrota en Caracas fue el tema de la falta de gestión ante las agresiones económicas que hemos sufrido. Por ello, el resultados totalmente atípico que observamos en esa contienda y que estamos tomando como referente para este trabajo. Sin embargo, producto del buen viento de cola que traemos de los triunfos del 30-J y del 15-O, más que la oposición no tendrá para esta contienda municipal la tarjeta de la Unidad, producto de sus divisiones y rencillas internas, y su falta de claridad, de conducción y de liderazgo, es altamente probable que el chavismo como fuerza hegemónica y electoral, no solo recupere el caudal de votos que pudo haber perdido en Caracas el 6 de diciembre de 2015, sino incluso superarlo. Los candidatos a la Alcaldía del Municipio Bolivariano Libertador, hasta donde tengo conocimiento son: Erika Farías (PSUV), Eduardo Samán (MEP-PPT), Oswaldo “Cabeza e Mango” Rivero (TUPAMARO), Nicmer Evans (NUVIPA) y Maribel Castillo (MAS- COPEI). Pero, no podemos olvidar que, y lo ha señalado Karl Marx, que los cambios económicos son el preludio de los grandes cambios políticos y determina lo político. Y si a eso le agregamos que la meta de las fuerzas revolucionarias es obtener un poco más de 800 mil votos para blindar el triunfo en Caracas, la tarea luce, si bien no cuesta arriba, por lo menos más difícil y dura. Y tomando en cuenta también que, todo lo que haga la oposición de aquí en lo sucesivo, bien sea por la vía electoral o por la vía violenta, será tendente a aniquilar a la Revolución Bolivariana y derrocar el gobierno legítimo y constitucional de Nicolás Maduro Moros, no perdamos de vista esto. Como lo señala el profesor José Gregorio Linares, ya citado en el presente trabajo, hoy vivimos momentos realmente críticos en el país. Venezuela está amenazada por el imperio más genocida que se recuerde sobre la faz de la tierra; y en virtud de que Caracas es la sede de las ramas del Poder Público Nacional, es por ello que esta ciudad, el Distrito Capital, municipio bolivariano Libertador se convierte en un objetivo político-militar prioritario para EEUU. Si Caracas cae, Venezuela está herida en el corazón. Es por ello, que debemos garantizar que su administración y gobierno estén en manos de líderes patriotas con capacidad para organizar la contraofensiva imperial. En la contienda electoral que se avecina no podemos vacilar. Ahí se las dejo. ¡Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen! ¡Independencia y Patria Socialista! ¡Viviremos y Venceremos! ¡Hasta la Victoria Siempre! Abogado, Activista por los Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiter@s Socialistas (RENTSOC).jmartoranoster@gmail.com @juanmartorano