Granjero y aventurero por necesidad
Desde hace unos años. Se ha alojado dentro de los conceptos jugables del videojuego, una de esas fórmulas inquietantemente amigables y tranquilas como es la de las aventuras con tintes roleros. Donde la interacción social y, aparecer en un lugar prácticamente con lo puesto rehaciendo tu vida de cero, se han complementado para generar experiencias tranquilas, apacibles y absorbe horas.
Y está claro que este Re: Legend que hoy me traigo en su juego final, tras pasar por aquí hace ya meses en acceso anticipado, es un claro ejemplo de ello. Aunque por desgracia está vez, el juego de la gente de Magnus Game Studio junto a 505 Games no borda dicha experiencia pese al tiempo y las bases que ha tenido para ello.
¿DONDE ESTOY?Qué mejor forma de empezar a hablar de un juego así, que plantando y planteando ante todos el porque llegamos a la situación que nos encontramos
Y es que la historia nos vuelve a plantear el típico personaje que por devenires de la vida se ve envuelto en un naufragio, y rescatado con bastante falta de memoria por unos aldeanos de un remoto lugar con mejor carácter e intenciones que uno pueda esperar. Así que toca rehacer la vida de cero. Hacer memoria de nuestro pasado. Y conocer al nuevo mundo que nos rodea entre nuevos personajes.
Una parte narrativa muy superficial. Con unos curiosos diálogos correctamente guionizadas. Y un avance en la historia y la narración que cumplen bien y crean una motivación para conocer más sobre el mundo, sus gentes, y nosotros mismos. Si meternos en problemas mayores y complicadas historias.
TOCA TRABAJARUna vez dado sentido a nuestra nueva vida. Toca empezar a dejar claro que nos espera en Re:Legend. Pues nada más allá de ese concepto que os contaba al inicio de este texto. Donde un simulador de granja, mezclado con unos conceptos básicos de juegos de rol mazmorreros se aúnan. Para dar una experiencia divertida y llena de posibilidades. Aunque ciertamente poco novedosa dentro de un género que comienza a sorprender poco. Y donde empezar creando nuestro propio personaje, dándole forma y vida, será algo que tenemos ya más que interiorizado.
Entrando en partes más concretas. Que mejor que hacerlo por la parte granjera. En la que se toma la clásica unión de utensilios, semillas, campos y una casa algo desangelada. Y empezar a darle forma y vida a todo lo que nos rodea, y con ello, comenzar a mejorar nuestro nuevo mundo, y como no,sacarnos unas monedas. Las cuales nos vienen genial a la hora de amueblar nuestra casa. Y tener nuestros pequeños antojos que nos hagan tener un mejor nivel de vida, y más posibilidades de personalización.
Todo ello bajo unas nociones básicas de plantación, cultivo y recolección. Que iremos mecanizado gracias a ciertas ayudas. Y que se une directamente a la crianza de otros seres, la recogida, la adquisiciones de materiales de la naturaleza, se unen a unas mecánicas más que conocidas por los amantes del género, y fácil de entender por los que se quieran acercar a este mundo por primera vez. Eso sí, por desgracia, aquí entra uno de los peores detalles del juego, que no es otra cosa que su control. El cual no es todo lo eficaz, bien adaptado, y con toda la precisión necesaria que un juego del estilo debe de tener. Y que puede llegar a desesperar si queremos hacer algo más minucioso.
Curioso es la crianza de unos seres llamados magnus. Con los que estableceremos cierta amistad, o casi esclavitud, que nos viene genial para quitarnos de ciertas tarea. Y nos quita de esas tediosas tareas que muchas veces hacen la experiencia demasiado repetitiva. Eso sí, si tiramos del modo cooperativo la cosa gana.
Por lo que se refiere a la parte rolera y de acción, esta es sencilla en concepto. Centra muchas de sus partes en un mazmorreo bastante simples. Donde se le da gran importancia al tema de la creación de armas. Y donde toque roleros; como las subidas de niveles, las potenciaciones de las armas, o la magia, se mezclan de forma simplista. Y que por desgracia, y de nuevo, vuelve a sufrir bastante por culpa del control. Siendo aquí más acuciante a causa del ritmo más dinámico de juego. Haciendo por momentos demasiado impreciso entre golpes, esquivas, y enemigos rondándonos.
Todo esto llevándonos un buen número de horas. De cantidad de misiones y situaciones. De bonitos lugares que visitar. Y de una experiencia que te absorbe y te aporta una interesante aventura, pero se ve lastrada especialmente por el dichoso control y algún que otro bug no especialmente grave.