RIMS Racing llega a PlayStation 5 para dar a los amantes de las motos una dosis de adrenalina y simulación que otros juegos del género no han llegado a alcanzar, desde NACON nos traen un nuevo título en el que el mas mínimo error, tanto en la elección de trazada como en la preparación de la moto puede salirnos muy caro.
Preparado para la excelencia
Muchos son los juegos de motor que existen, y muchos los títulos de motos que logran darnos ese punto de excelencia a medio camino entre la emoción, la diversión y la simulación.
RIMS Racing logra alcanzar muchos de estos objetivos, colocándose como uno de esos juegos que los amantes de las motos querrán al menos probar una sola vez, y es que desde el momento en el que nos subimos a una de las máquinas que el título nos pone en liza, de por desgracia un limitadísimo número de modelos nos daremos cuenta que el juego está hecho para los amantes del género, tanto en lo jugable como en las opciones de personalización.
La base jugable del título se sostenta sobre un modo campaña simple pero repleto de eventos que iremos superando uno a uno, a veces con diferentes opciones de elección. Nuestro lugar de trabajo se dividirá en tres zonas, caballete, calendario e investigación y será desde ahí donde tomemos todas y cada una de las decisiones que el modo campaña nos pone a nuestro alcance.
Véncelos a todos
El modo calendario es como decimos el eje central de la jugabilidad de RIMS Racing, desde ahí iremos superando una a una las pruebas que se nos ponen en pista, recorreremos tanto circuitos de todo el mundo como rutas urbanas o carreteras repletas de curvas donde nos las veremos contra otros pilotos.
En este recorrido, desafiaremos a rivales en cara a cara o competiremos con otras marcas por conseguir ese dinero que necesitamos para mantener nuestra moto, ampliar nuestra sección de I+D y mejorar la mecánica y evolución de nuestra máquina, incluso trabajaremos para nuestros ingenieros por conseguir objetivos que aumenten nuestro departamento de investigación.
No obstante, no todo es el modo campaña, fuera de esto nos encontramos con un gran número de opciones como carrera individual, retos de la comunidad o el mas que notable modo multijugador del que os hablaremos mas adelante.
Control exigente
Una vez en pista, RIMS Racing nos da una bofetada en toda la cara, demostrándonos que estamos ante uno de los títulos de conducción mas exigentes que existen en el mundo del motor y aún mas en el de las dos ruedas.
Nos hacemos con una moto, la ponemos a punto y nos metemos en pista, es ahí donde nos damos cuenta que las curvas son mas cerradas de lo que pensamos, las motos no frenan como quisiéramos y un error dará con nosotros en el asfalto, de modo que RIMS nos va a poner las cosas tan complejas que incluso activando las pocas ayudas que el juego pone en mano del piloto, la cosa será complicada segundo a segundo, y los errores se pagarán muy caros.
Si a esto le sumamos que el mantenimiento de nuestra moto es otra de las piezas claves en el juego, nos topamos con un auténtico simulador de conducción y también de mecánica de motos, por que si hay algo que han cuidado bien en este título de conducción son los detalles por la mecánica y el mantenimiento de nuestras máquinas.
No obstante hay algo que engancha en el juego, y es la curva de aprendizaje, algo que notamos cuando después de varias horas y haber probado diferentes motos, nos damos cuenta de que ahora si, las curvas se dan de manera correcta, no somos tan fáciles de batir y esa moto que antes éramos capaces de controlar, ahora se deja domar como si fuera un potrillo indefenso.
Puesta a punto
El desgate de las piezas hará que cada vez que caigamos o superemos una prueba nuestra moto se deteriore mucho mas y esto nos obligue a pasar por el taller día a día para revisar el estado de nuestra máquina o incluso sustituir pequeñas piezas que podrían hacernos perder esos segundos de mas que necesitaríamos para poder llegar los primeros.
Por eso, en nuestro taller podremos despontar hasta el mas mínimo tornillo de nuestra moto, pinzas de freno, liquido de embrague, bomba de gasolina, llantas, neumáticos e incluso manetas o carenado, todo es susceptile de deteriorarse y todo tiene que sustituirse adecuadamente.
De modo que tendremos que desmontar una a una las piezas de la moto para poder acceder al componente en común y poder sustituirlo, lo que nos hace estar constantemente revisando nuestra moto, ya sea al finalizar una prueba o al ver que en pista la máquina no va bien del todo.
Para acceder al taller y desmontar las piezas, tendremos que realizar unos pequeños minijuegos de QTE en los que iremos desmontando uno a uno los componente y posteriormente, una vez compremos los nuevos tengamos que acoplarlos correctamente, no hay pérdida, y el minijuego, que al principio se hace interesante, al cabo de un tiempo se hace algo tedioso y puede llegar a aburrir, a pesar de que es imprescindible para avanzar en el juego, al menos correctamente y con la máquina en plenas condiciones.
En lo referente a recambios, en RIMS Racing no han escatimado, decenas de componentes, piezas, marcas reales y un sinfín de posibilidades que pueden mejorar la máquina e incluso darle un aspecto mucho mas personalizable.
Lo mismo sucede con nuestro piloto, el cual podremos personalizar al igual que la máquina hasta el mas mínimo detalle.
¿A todo gas?
Una vez en pista el juego vuelve a darnos una de cal y otra de arena, si bien es cierto que como os hemos comentado al inicio, el título en su conducción es exigente, incluso activando algunas ayudas en la conducción, también es cierto que la IA de los rivales no es del todo como debería de esperarse, estando estos un escalón por debajo de lo que se espera.
Y es que si lo hacemos bien, nuestros rivales se quedarán muy a la zaga de nosotros en pista, nuestra modo (aun incluso sin mejorar al inicio de la campaña) es muy superior a la de ellos y muchas veces les veremos cometer errores imperdonables, como atropellarnos por detrás mientras frenamos para preparar el trazado de una curva.
No obstante no estamos ante la peor de las IA con las que nos hemos topado en un juego de esta índole, en otras pruebas como por ejemplo los desafíos cara a cara, si podemos decir que a veces nos hacen sudar lo nuestro por mantener la primera posición, pero en líneas generales, cuando hay varias motos en pista la cosa no se desarrolla como esperaríamos de un juego de este nivel.
Recorriendo el planeta
En lo gráfico RIMS Racing luce bien, nos encontramos con algunas pistas conocidas del mundo del motor como Suzuka, Silverstone o Laguna Seca donde nuestras motos van a darlo todo, y con trazados urbanos de carreteras sinuosas clásicos como por ejemplo la famosa Carretera de la Calobra en España o el Paso de San Marco, lugares imponentes y emblemáticos donde muchos pilotos de motos siempre han querido darlo todo,
Sin embargo, y a pesar de que algunos escenarios son imponentes gráficamente, nos hemos encontrado con algunos problemas de carga de texturas, sobre todo en el horizonte donde en algunas pruebas vemos como los escenarios van cargando elementos a medida que avanzamos.
Lo cierto es que a velocidades de vértigo esto no queda todo lo bien que era de esprar, de modo que afea un poco el conjunto general de su apartado gráfico y a estas alturas de generación, en una PlayStation 5 que es donde se ha realizado el análisis no es una cosa para pasar por alto.
Fuera de los escenarios nos quedan las motos, protagonistas indiscutibles del juego, máquinas que se han desarrollado hasta un detalle casi enfermizo, de hecho estamos ante quizá la mejor representación de estas veloces y bellas motos milimétrica, pieza a pieza y con un detalle que nos dejará sin aliento, sobre todo cuando las desmontamos completamente en el taller.
En lo referente a los efectos, vuelven a estar a la altura, no son nada de otro mundo pero si muestran un grado de efectividad mas que notable y se adaptan muy bién a lo que necesita el juego, ofreciendo estampas y trazados bellos en detalles que mezclado con la iluminación hacen de por si que el título merezca un mas que merecido aplauso en este apartado.
Hay que hacer mención a la versión de PS5 en la que DualSense tiene algo de protagonismo, no estamos ante una implementación muy compleja, pero si hay que comentar que por ejemplo, el cambio de marchas, o el freno se hacen notar en los gatillos o el propio mando, un ejemplo de que al menos en Nacon se han molestado en implementar algunos detalles que a modo de pequeña añadidos dan un toque de aire fresco al control del juego y a la inmersión en este.
Rugir de motores
No hemos acabado en lo técnico, si hablamos del sonido de las motos, volvemo a poner un trabajo sobre el papel imponente, cada acelerón, cada frenazo o cada fallo en la motorización hacen que ir subidos en nuestra moto y prestar atención a los detalles sonoros nos hagan saber si nuestra máquina está rindiendo como debiera o por el contrario tiene algún contratiempo.
Todo esto sumado a un sistema de físicas que funciona excepcionalmente bien hacen que su apartado técnico sea de lo mejor visto en títulos de simulación del género, y uno de los mejores si hablamos concretamente de simuladores de motos.
Cara a cara
Otro de los apartados que RIMS Racing nos pone en liza es su apartado multijugador, muchas son las opciones, pudiendo unirnos a una sala para competir contra otros jugadores en carreras, superar retos semanales de tiempo o batir records para estar entre los mejores de cada semana o mes, decenas de pruebas que harán que una vez hayamos acabado la campaña principal tengamos horas mas que suficientes para poder demostrar nuestra valía.
No obstante esto no es todo, también el modo a pantalla partida está presente, y es aquí donde de nuevo hay que aplaudir a los desarrolladores, ya que últimamente estos modos comienzan a volver a los juegos de motor y en RIMS Racing lo hace, y además funcionando de manera muy notable, sin bajadas de frames o rendimiento en general.
Llegada a meta
RIMS Racing es un título de simulación puro y duro, uno de esos juegos que los amantes del género tienen que probar alguna vez en la vida, un juego en el que la conducción es tremendamente exigente, los errores se pagan caros y donde la obsesión por la mecánica y la personalización de las motos llega a ser enfermiza.
A todo esto hay que añadirle sus mas que respetables modos jugables como su multijugador online o a pantalla partida que hace la vida del título casi interminable.
No obstante la IA de los rivales no está a la altura, el modo campaña es demasiado lineal y con poca profundidad y el apartado gráfico palidece en su carga de texturas a altas velocidades.
Aún así, RIMS Racing es un comienzo muy prometedor de una saga que promete grandes cosas si sigue evolucionando y que puede dar, si prospera, grandes alegrías a los amantes del género.
Análisis realizado en su versión para PlayStation 5 gracias a una copia digital proporcionada por Nacon España.
Jugabilidad - 85%
Gráficos - 75%
Sonido - 80%
Multijugador - 80%
80%
RiMS Racing llega para convertirse en uno de los títulos de motos mas exigentes para consolas y en muchos sentidos lo consigue gracias a sus opciones mecánicas casi enfermizas, sus trazados o su jugabilidad, que hacen un puro simulador de conducción. Sin embargo la irregular IA de los rivales, el escaso catálogo de motos y algunos pequeños errores de rendimiento gráfico impiden al título rozar la excelencia, aunque se queda muy cerca de ello.
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