Análisis Romance of the Three Kingdoms XIV – Estrategia en tiempos de Dinastía Han

Publicado el 06 julio 2020 por Jorge Farinós Ibáñez @Living_PS

El género de la estrategia lleva años asentándose dentro de nuestro territorio. Si bien no son ese tipo de juegos que encabezan listas de ránkings de los más vendidos, hay una saga japonesa muy establecida en territorio nipón y hasta ahora desconocida por estos lares. 

Romance of the Three Kingdoms vuelve con una décimocuarta entrega que pretende hacerse un hueco fuera de su zona de confort, dando todavía más importancia a su sistema de juego de batallas y conquista de territorios. 

Únete al análisis del nuevo título de Koei Tecmo, Romance of the Three Kingdoms XIV, para PlayStation 4 saga que lleva desde 1985.

Un viaje a la antigua China

Estamos ante la caída de la Dinastía Han, una época en la que las batallas por la tierra dan lugar a una lucha sin igual. A lo largo de siete escenarios diferentes tendremos la oportunidad de conocer los eventos que representan la época en la que nos situamos y ver escenas que se activarán si cumplimos con ciertas condiciones como el primer encuentro entre Liu Bei y Zhuge Liang.

Como veis el juego tiene su base fundamental en la adquisición de tierras a través de un mapa que consta de 46 ciudades y 340 regiones, cada una de las cuales será una suculenta fuente de ingresos representados a través de una serie de baldosas con forma de hexágono. Todo, desde la guerra hasta los asuntos diplomáticos, girará en torno a la gestión y la recolección, mientras aplicamos nuestras estrategias por el inmenso mapa de China.

Las ciudades serán las bases de los ejércitos y cuando todo sople a nuestro favor, no sólo crecerán en tamaño, sino que también aumentarán su durabilidad. Esto nos dará más oro y suministros, así como tácticas para defender estos territorios. A la hora de controlar zonas, habrá algunas que serán cruciales como Yangping Gate, que salvaguarda a Haznhong de la invasión del Norte, o Hulao Gate, que protege Luoyang en el Este.

Creando nuestro oficial

Si queréis variedad en Romance of the Three Kingdoms XIV la vais a tener porque el juego incluye más de 1000 oficiales únicos e independientes con características y rasgos particulares que nos ayudarán a aniquilar a los ejércitos enemigos.

Si os apetece crearlos de cero también podremos gracias a la herramienta de creación que nos permite elegir varias características como el nombre del oficial, sus habilidades y su aspecto. Aunque no será lo único, también podemos configurar la política del oficial, los rasgos de los personajes, así como las tácticas y las formaciones para que el oficial que creemos sea hecho a nuestra imagen y semejanza.

Aún así, no todo es crear, también tenemos la opción de reclutar oficiales con rasgos de personaje únicos y utilizarlos en las batallas. El juego cuenta con más de 150 rasgos de personajes, algunos de los cuales resultan útiles en batalla, otros en la administración y otros son únicos para determinados oficiales del juego.

Como en la vida misma, con el esfuerzo y la perseverancia se consiguen cosas y nuestros oficiales a medida que consigan ciudades y tengan éxito serán reconocidos con el Rango Real por parte de la corte imperial. Este rango nos da bastantes beneficios como aumentar el número de comandos a utilizar durante la diplomacia o elegir el momento en el que podemos activar las tácticas opcionales de las tropas. Cuando el Rango Real es de tipo Duque o superior, podremos ir un paso más allá en nuestros objetivos, pudiendo fijar los objetivos de ataque por provincias y ejecutar las campañas a las unidades de distrito a través de múltiples bases.

Las marchas regulares requieren una orden única para cada unidad, mientras que las campañas se pueden ejecutar con una sola orden a todas las unidades, ayudando a que las estrategias se desarrollen de una manera más dinámica y sin esfuerzo. Así que como veis el Rango Real será clave para conseguir llegar al éxito.

Ampliando nuestro territorio

Romance of the Three Kingdoms XIV, es un juego táctico en el que tendremos que hacernos con tierras y unificar China, básicamente a esto se reduce el juego.

En primer lugar, tendremos el concepto de pausar y jugar, algo que no está muy bien implementado  en la presentación de la estrategia del juego donde todo tiene lugar en un mapa de campaña masivo.

Podremos asignar puntos de referencia y objetivos a nuestras tropas, pero una vez que pulsemos en Jugar todas nuestras órdenes actuarán automáticamente y si no hemos previsto bien cómo acabarán las tropas puede que se atasquen o se posicionen mal.

Después de que cada fase llegue a su fin, el juego nos mostrará un resumen del turno, pero nosotros como jugadores podremos poco más que observar, lo que nos quita control.

Cada vez que controlamos un área podemos elegir a un supervisor de área, alguien que se encargará de llevar toda la gestión de la nueva tierra que acabamos de adquirir, pero ojo, al ser un juego de estrategia será importante elegir bien a quien dejamos al mando, ya que será éste quien desarrollará el futuro de la tierra a nivel comercial, de agricultura, etc y quien puede reportarnos éxitos a nivel de dinerito o no.

También hay que mencionar que la IA no es que sea muy lista en algunas ocasiones y gestiona las tierras de una forma un tanto discutible. Durante cada turno, el supervisor vigilará el área y aumentará las fuerzas del territorio. Esto nos ayuda a que la expansión de territorios sea un poco más simple y nos sirve para cortar los suministros locales.

Las acciones de cada turno son limitadas y también se echan en falta más opciones, ya que simplemente se incluyen la asignación de oficiales a varios puestos para aumentar recursos y hay poca variedad para lograr desestabilizar facciones enemigas.

En cuanto a las opciones de diplomacia sólo podemos dar recursos para aumentar las relaciones diplomáticas y formar/romper alianzas. Nos costará bastante que nuestros aliados ataquen el lugar que queramos, de hecho, tampoco se podrá intercambiar territorios. Aunque hablaremos de ella un poco más adelante.

Los recursos no se extraerán globalmente, sino que vendrán de donde resida nuestro líder. Por ejemplo, si avanzas con el ejército de Liu Bei y capturas una ciudad, el oro que obtengas será de esa ciudad.

A la hora de elaborar estrategias los edificios y los obstáculos tienen un papel fundamental para atacar y defenderse. Algunos como los campamentos permitirán a las tropas consumir menos recursos a lo largo de la campaña, o las torres de flecha que atacan automáticamente a los enemigos en un área concreta. Por su parte, los obstáculos tienen doble papel, ofensivo y defensivo.

El organigrama de gobierno

Como nuestro gobernante en Trópico 6, la nueva estructura de gobierno para cada facción nos permitirá aumentar considerablemente las estrategias que podemos seguir. Según los oficiales que asignemos en el organigrama, las facciones tendrán unas acciones u otras.

Además, el organigrama de la organización variará en función de los principios del líder, siendo éstos seis en total. Según el que elijamos podemos llegar a estar en un estado constante de guerra como en la supremacía de Cao Cao.

Por su parte, cada oficial puede desarrollar algunas políticas para mejorar el rendimiento de las facciones. Algunas servirán para fortalecer formaciones de batalla o para aumentar la moral de las tropas. Algunas políticas como tropas frenéticas equivaldrá a los efectos de todas las políticas en la división de la guerra, aunque sólo los oficiales pueden desarrollar esta política, que nos ayudará entre otras cosas a aumentar la estrategia general.

También hay que mencionar que en esta ocasión, la gestión de oficiales puede llegar a resultar un tanto extraña, ya que podremos convocarlos a un nuevo asentamiento y aún así, seguirán estando disponibles como opciones en su asentamiento anterior. Este hecho no sucedía en entregas anteriores donde si tú tenías a un oficial en tránsito o con acciones pendientes, no podías utilizarlo a menos que estuviera inactivo.

La diplomacia

En un juego de controlar territorios y formar alianzas la diplomacia es muy importante para debilitar a las fuerzas enemigas. RTK14 cuenta con cinco tipos de esquemas para esta tarea Veneno oculto, Distanciarse, Pacificación, Hogar desantendido y Destrucción Dual

En cualquier caso, uséis el esquema que uséis para que el éxito esté garantizado hay que causar un impacto masivo en la situación general de la batalla. Aunque si las cosas no salen bien y fracasamos, nuestras relaciones se pueden ver afectadas.

También serán importantes las relaciones con unidades enemigas, ya que sólo las unidades no enemigas pueden ser obligadas a rendirse. Con la función extranjero podremos solicitar el regreso de los oficiales capturados y utilizar el comando Entrega de Orden.

Apartado gráfico y sonoro

La parte visual de este juego no destaca por su espectacularidad precisamente, ya que al tratarse de un juego de estrategia se premia más la jugabilidad. Pero sí que hay que pararse en que estamos hablando de un juego de PlayStation 4 y podrían haberse esmerado un poquito en las texturas de los objetos, ya que a veces me cuesta bastante diferenciar donde están las tropas. Además, como habréis visto a lo largo de las capturas de este análisis, la mayoría son escenas con los personajes y diálogo.

Mención aparte merece el apartado sonoro que sí combina a la perfección con las batallas épicas que el juego propone. Aunque como todo no va a ser orégano, las voces son en japonés y los textos en inglés, de manera que si no dominas mucho el idioma de Shakespeare puede que te pierdas entre tanto menú a la hora de dirigir tus tropas o de entender las conversaciones.

Conclusión

Romance of the Three Kingdoms XIV es un simulador de gestión de territorios en el que tomaremos el papel de un oficial para recrear los distintos escenarios históricos. En función de las características de cada oficial podremos crear diferentes estrategias, lo que da un plus extra de posibilidades.

Si te gustan este tipo de juegos, dale una oportunidad a la última entrega de Koei Tecmo, ya que cuenta con más de 1000 personajes para dar rienda suelta a tu afán de conquista. Eso sí, hay que tener en cuenta que llegar a dominar tantas opciones puede costar lo suyo, pero si sois de los que no os dais por vencidos, adelante.

Historia - 70%
Jugabilidad - 80%
Gráficos - 60%
Sonido - 64%

69%

Romance of the Three Kingdoms XIV es un simulador de gestión de territorios en el que tomaremos el papel de un oficial para recrear los distintos escenarios históricos. En función de las características de cada oficial podremos crear diferentes estrategias, lo que da un plus extra de posibilidades.

La parte visual de este juego no destaca por su espectacularidad precisamente, ya que al tratarse de un juego de estrategia se premia más la jugabilidad.

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