ANÁLISIS: Shadow Warrior 2

Publicado el 01 noviembre 2016 por Raúl Vázquez Santos @Generacionpixel

Uno de los shooters más esperados del año ya está entre nosotros. Se trata de Shadow Warrior 2, un FPS de la vieja escuela donde los verdaderos amantes de la acción sin contemplaciones pueden dar rienda suelta a su locura y divertirse de lo lindo mientras destripan dioses, descuartizan demonios y masacran asesinos sin tener un solo segundo de respiro para procesar todo lo que está ocurriendo en pantalla. Flying Wild Hog lo ha vuelto a hacer, y no solo eso, sino que ha mejorado una fórmula ya de por si con una calidad excelente. Agarrad bien vuestro ratón y preparaos para disfrutad como enanos volviéndoos a poner en la mano de Lo Wang!

ANÁLISIS

VERSIÓN DISPONIBLE

PC

VERSIÓN ANALIZADA

PC

DESARROLLADOR

FLYING WILD HOG

DISTRIBUIDOR

DEVOLVER DIGITAL

VALORACIÓN

9

NUESTRA FORMA DE VALORAR LOS JUEGOS

Lo Wang elevado a la enésima potencia

La historia del título transcurre cinco años después de lo acontecido en la primera parte, y nuestra misión consistirá en rescatar a Kamiko. Pero evidentemente no todo iba a salir a pedir de boca y Kamiko termina escondida dentro del cerebro del protagonista, comenzando ahí nuestra aventura mientras se suceden una serie de diálogos divertidos y jocosos  entre los dos que será la base sobre la que se sostiene el guion.

Todo esto es una verdadera excusa para lo que de verdad importa en Shadow Warrior 2, que es empalar, cortar a “taquitos” con nuestra katana o desplegar nuestro arsenal de la manera más disparatada que se nos ocurra. Porque en esta segunda entrega, la jugabilidad se ha visto realmente potenciada y si antes manejar a Lo Wang era una auténtica pasada, ahora se convierte en un auténtico festival de frenetismo, adicción pero sobre todo auténtica y pura diversión. Cada combate será diferente y en ellos no dejaremos de esquivar, realizar saltos gigantescos, dejarnos caer desde alturas importantes (sin sufrir daño alguno), utilizar nuestro sprint instantáneo para movernos por el aire o flanquear a nuestros enemigos y todo esto mientras repartimos balas y katanazos a partes iguales. Además, no tendremos que preocuparnos de ningún tipo de barra de cansancio, algo que hace que la acción no decaiga en ningún momento, ni siquiera cuando nos curamos.

Y si la jugabilidad es bestial, el tamaño del arsenal que podremos manejar es demencial, más de 70 armas entre pistolas, fusiles, espadas, katanas, lanzacohetes… Y por si fuera poco, el nivel de personalización que ofrecen es bastante extenso.  Cada arma cuenta con tres ranuras en las que podremos engarzar distintas gemas que iremos consiguiendo tras derrotar a nuestros enemigos, y que aplicarán distintas habilidades a cada una de ellas, desde aumentar el daño u obtener más vida hasta imbuirlas con efectos elementales como el fuego, hielo o toxicidad.

Además, cada vez que terminemos una misión conseguiremos dinero que podremos emplear en obtener nuevos objetos y también conseguiremos puntos de habilidad, necesarios para mejorar el poder base de nuestro protagonista aumentando su salud, su poder ki o su fuerza. Las habilidades son prácticamente las mismas que las de la primera entrega, pero no por ello menos efectivas, con lo cual dispondremos de nuestro vórtice de 360 grados o cargar nuestra katana para atravesar a los enemigos. No podemos olvidarnos de nuestra habilidad para curarnos, muy útil cuando no dispongamos de botiquines disponibles y que como la mayoría de habilidades gastará ki al usarla. También tendremos la opción de activar un modo “furia” que se irá cargando a medida que vayamos desmembrando enemigos, y que nos otorgará al activarlo y por tiempo limitado una mejora de daño, velocidad y salud.

Como veis, toda esta personalización unida a un sistema de combate realmente fluido que hacen que cambiar o usar armas diferentes tenga sentido y a una dificultad perfectamente ajustada que va de menos a más gradualmente, coronan una jugabilidad digna de mención que logra destacar sobre los demás títulos del mismo género.

Escenarios llevados a otro nivel

Otra de las genialidades de este Shadow Warrior 2 es sin duda su diseño de niveles. Ahora no son tan lineales y han ganado en verticalidad, ofreciendo zonas a distintos niveles por las que poder movernos gracias a nuestras habilidades de escalada y doble salto, lo que ofrecen un mayor dinamismo a los combates. Además, los escenarios se irán generando proceduralemente, es decir, en cada partida serán diferentes por lo que no valdrá de nada memorizar las zonas en las que estén escondidos los tesoros.

En cuanto a diseño, nos volvemos a encontrar con variedad y amplitud contando con escenarios futuristas, otros cargados de elementos naturales o algunos más clásicos.

Y por si todo lo que os hemos comentado os sabe a poco, el título trae como novedad la implementación de un modo multijugador cooperativo para poder completar el modo historia acompañado de otros tres amigotes, con todo lo que ello conlleva. La diversión se ve disparada de manera exponencial y las partidas se convierten en un auténtico concurso de quien es capaz de salpicar más la pantalla de sangre, una auténtica genialidad.

Gráficamente hablando nos encontramos con un título sólido en el que sobresalen los efectos de iluminación y la carga de colores que logran una estampa visual verdaderamente colorida y bonita a la vista. El diseño de niveles es espectacular y están creados para ser aprovechados al 100%. Otro punto a destacar es una muy buena optimización en PC, ya que lo hemos podido probar en un ordenador de gama media y ha estado corriendo en ultra sin problemas, salvo algún que otro bajón de fps en momentos puntuales con muchos enemigos y efectos en pantalla.

El apartado sonoro está a un buen nivel sin destacar en nada, presentando temas más de todo tipo según el momento en el que nos encontremos, utilizando las melodías más cañeras para los auténticos momentos de acción.

NUESTRA OPINIÓN FINAL

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Shadow Warrior 2 no tendrá la mejor historia del mundo o puede que las misiones secundarias se os hagan algo repetitivas pero os aseguramos que su jugabilidad es tan despiadadamente adictiva y genial que pasaréis por alto lo demás para centraros en el verdadero objetivo del título: haceros disfrutar. Y eso lo hace de maravilla gracias a un sistema de combate fluido y a una muy buena precisión en el control, todo ello unido a un arsenal de armas gigantesco, unos diálogos hilarantes y a un genial diseño de niveles.

En definitiva, un indispensable para todos sin ninguna duda, pero si además eres un amante de los FPS y de la acción ya estás tardando en rascarte el bolsillo y hacerte con esta genialidad.

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