Análisis: Shadow Warrior

Publicado el 09 noviembre 2014 por Raúl Vázquez Santos @Generacionpixel

La vuelta a lo retro la estábamos viviendo de la mano de una cantidad ingente de nuevas compañías, la gran mayoría de ellas sin recursos comparables a los gigantes que a base de talonario abren y crean equipos de desarrollo para su uso exclusivo.

Ahora estamos ante un caso similar, pero diferenciando el producto, ahora lo retro consta en recuperar una vieja gloria de la época de los 32 bits donde nuestro amigo Duke campaba sus anchas en el ámbito de los FPS. En este caso se cogió este mismo sistema de entornos 3D, para llevar a cabo la historia de Lo Wang, otro personaje casposo e insolente, la katana como fiel aliada, los demonios del inframundo como carnaza a la que degollar, desmembrar, achicharrar…

La encargada de traernos tal idea, Devolver Digital, los genios que han plasmado la idea para poderla disfrutar en nuestras consola y Pc, Flying Wild Hog.

EL ENCARGO

Lo Wang, un simple chico de los recados en un principio, como objetivo vital, recuperar la Nobitsura Kage para nuestro jefe, Zilla, un hombre muy poderoso en toda Japón. La leyenda cuenta muchas cosas sobre esta espada, proviene de los mismísimos confines del infierno, aquel que la posea obtendrá un poder ilimitado, dichoso el ser humano siempre tan ambicioso.

Nos encontramos en un templo, la casa de otro de los peces gordos no tan amigos de Zilla, con él la Nobitsura Kage, y como ya conocemos nuestro objetivo, nuestro menester será recuperarla, ya sea por las buenas, por las malas o por las muy jodidas. El problema no solo reside en la cantidad de matones que posee el pez gordo custodiando el templo, el problema va más allá, cuando nos damos cuenta de que aquí no solo está metido personal humano, el inframundo también está por medio, esa espada parece bastante poderosa, atrayente, y lo más importante, que las historias que se contaban sobre esa espada eran ciertas.

Justo en este punto es donde reside todo, Lo Wang debe luchar contra estas bestias maléficas producto del robo de la espada, para ello nuestro protagonista contará concierta ayuda a bordo que muy pronto en el juego desvelaréis.

La lucha contra el mal, ya sean vivos o muertos, acaba de comenzar, pese a todo no perderemos el sino de la espada, que va compaginada con nuestro objetivo, entregarla a Zilla.

En definitiva no estamos chocando de morros contra el muro de la continuidad en los argumentos de cualquier FPS genérico, estamos ante algo mucho más ambicioso y que sin duda tendrá ocupado al personal a lo largo de los diecisiete capítulos de los cuales consta el juego, crea esa sensación de seguir jugando para saber que sucede en la próxima parada argumental.

RECUPERANDO LAS VIEJAS SENSACIONES

Cada vez que nos encontramos con un juego de estas características, donde se rescata un título con casi 20  años de vida, no es raro ir con cierto recelo a ver que se encuentra uno, si conseguirá mantener la esencia a la misma vez que actualizarlo a la época en la que estamos, si merecerá la pena dicho cambio, y si mejora a lo ya visto y ofrece cosas novedosas. Sin miedo a equivocarnos podemos decir que con Shadow Warrior y con el libro de la objetividad en la mano nos encontramos ante un juego que ha conseguido plasmar todas esas sensaciones de una sola tacada.

Shadow Warrior se presenta como su original, como un FPS que gira en torno a un arma principal, el uso de la espada, y en este caso concreto tratándose de Japón, una Katana muy poderosa. En cuanto a lo jugable no cabe duda que sin llegar a ser la perfección hecha videojuego, es un juego del que se podría tomar ejemplo dentro del género. Un manejo muy fluido, tanto de la Katana como de las armas de fuego, además de tener varios ases en la manga conforme vamos avanzando en la trama.

Cada arma tiene su misterio, por ejemplo, si tratamos con armas de fuego, conforme vayamos mejorándola tendremos varias opciones como pueda ser la instalación de un puntero laser para mayor precisión, un cartucho con más capacidad de balas o, como guinda del pastel, una especia de disparo secundario normalmente realizado con el gatillo opuesto y que sembrará el caos hasta en los mismísimos confines del infierno. Ahora toca el turno a la Katana, la cual podemos mejorar conforme vayamos avanzando en la trama, pero podemos mejorar distintos ataques de onda que provoca que el acero de la espada mutile y desgarre el mismísimo corazón de las bestias.

Los combates con el enemigo suelen ser bastante intensos, llegamos siempre a un punto en el que los demonios van saliendo por portales que ellos mismos crean y van apareciendo desde el inframundo a modo de hordas, siempre cortadas por el mismo patrón como antiguamente, comenzando con los típicos enemigos base y a lo largo de lo que dure la oleada se va complicando más la cosa, sobre todo con la aparición de lo que hemos denominado “jefes de horda”,  siempre reservados para ver esa luz al final del túnel.

La magia que reside en este juego es la manera de combinar los géneros que posee. La forma en la que tu personaje va creciendo a lo largo de la historia, a modo de RPG, podemos ir subiéndole poderes espirituales  con puntos de karma, que se consiguen durante el combate, cristales Ki que se van encontrado a lo largo y ancho de los escenarios, mejoras para el arma con dinero que vamos recogiendo.

Un Shooter en primera persona, con toques roleros de mejora del personaje, una jugabilidad que es a prueba de bombas hacen de Shadow Warrior un título muy a tener en cuenta a pesar de no haber sido reconocido por la mayoría del público, y que gente joven de manera obvia no conoce en su versión original. El sistema de jefes finales también le da otro toque nostálgico al puñetero juego, que poco a poco nos ha ido ganando para guardar un sitio para  él.

LOS GRÁFICOS NO LO SON TODO

Bien es cierto que este juego no fue concebido en un principio para encumbrar las consolas de actual generación, mucho menos presumió de ser un portento técnico, pero sin duda se podía haber exigido un poco más, al menos en nuestra versión analizada en Playstation 4, donde deja todo muy a la antigua usanza, y mira tú por donde, si quería ser similar a su original lo ha conseguido, salvando las distancias por supuesto.

Shadow warrior se mueve en a unos 30 frames por segundo, a excepción de los combates más numerosos, combinando armas de fuego con distintas magias de la espada dan como resultado en ciertas ocasiones unas caídas de los mismos considerable, pero de manera instantánea vuelve a recuperarse. Las texturas y modelados son prácticamente de la generación pasada, pero bien es cierto que no le sientan nada mal al juego. A pesar de todo esto, no le sienta nada mal el motor gráfico utilizado.

Uno de los puntos fuertes en el juego es su apartado sonoro, donde tanto la banda sonora empleada, que en todo momento nos mete y nos saca de la tensión, como las voces en inglés subtituladas dan la verdadera magia a este juego. Muchos pueden llevarse las manos a la cabeza pueden al leer dicha barbaridad, pero cuando el protagonista de tu juego habla a base de mamarrachadas suena hasta mejor, además de no ser un inglés complicado en demasía y si hubiera algún problema, subtitulado perfectamente al español y sin dificultades para leer, oít y ver a la misma vez.

NUESTRA OPINIÓN FINAL

Shadow Warrior ha venido para quedarse, no venía con demasiado ruido, de hecho ha salido en un momento del año donde salen varios titulazos, pero sin miedo ninguno Revolver Digital nos ha plantado esta grata sorpresa en las narices, que a lo largo de los 17 capítulos a media de hora por capítulo, más las distintas combinaciones en cada combate, y por último, añadir la búsqueda de secretos, nuestro querido Lo Wang dará muchas horas sobre las que hablar y sobre todo disfrutar.

LO MEJOR

-Historia.

-Jugabilidad.

-Duración.

-El prota, un crack

LO PEOR

-El manejo de la táctil del mando de PS4 a veces saca de quicio.

-Excesiva facilidad incluso en su modo más difícil.

-A pesar de no necesitarlo, gráficamente no está a la altura de la generación.

“Nuestra forma de valorar los juegos

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