Para todos aquellos que estén buscando una cámara compacta, fácil de llevar, cómoda y sencilla la hora de utilizar y, por supuesto, que ofrezca una calidad sobresaliente, sin duda alguna debe tener muy en cuenta la Sony Cyber-shot DSC-RX100 III, una verdadera maravilla salida al mercado hace apenas un par de meses y que sin duda va a encandilar a los más profesionales.
¿Qué trae de nuevo este modelo de Sony?
Una de las cosas que más nos ha llamado la atención de la Sony Cyber-shot DSC-RX100 III es su aspecto; la sencillez de sus formas y geometrías perfectas nos hace tener la sensación de que hablamos de un dispositivo humilde, pero a la hora de tenerla en nuestras manos, nos damos cuenta de que se trata de palabras mayores, ya que la calidad de los acabados y la búsqueda del minimalismo hacen de la Sony DSC-RX100 III un verdadero cambio de tuerca para nosotros.
Pero una vez que somos conscientes de que tenemos entre nuestras manos un dispositivo verdaderamente sobresaliente, pasamos a conocer las características y nos damos cuenta de que no nos equivocábamos en absoluto, ya que las cifras que nos ofrece la Sony Cyber-shot DSC-RX100 III son impresionantes.
Por ejemplo, contamos con una resolución máxima de 20,1 Mpx, ofreciendo de esta manera la posibilidad de lograr grandes formatos ya sea en disparo simple como en ráfaga o incluso en vídeo.
Por otra parte, también garantiza una fantástica autonomía y todo ello en un dispositivo que pesa tan sólo 263 g, lo que lo hace muy portable y fácil de guardar prácticamente en cualquier lugar. Para ello, disponemos de unas dimensiones de 101,6 mm de ancho, 58,1 mm de alto y un grosor de tan sólo 41 mm.
Sentaos, que ahora hablamos de las resoluciones
Uno de los platos más fuertes de esta cámara (aunque no el único) son las fantásticas resoluciones que podemos alcanzar. Pero para ello vamos a empezar hablando de los tipos de disparo con los que contaremos.
En primer lugar, si optamos por el disparo simple, podremos jugar entre un total de 12 resoluciones distintas siendo la mínima de 1920 × 1920 y la máxima de 5472 × 3648. En este caso, los formatos de archivo que podremos generar serán JPEG si queremos ocupar el mínimo espacio o RAW si por contra buscamos una mayor calidad.
Si optamos por realizar disparo en ráfaga, la resolución será de 5472 × 3648, es decir, la más alta que podemos encontrar en el disparo simple. No obstante, tendremos la opción de elegir entre 2,9 ó 10 fps. El formato de almacenamiento en este tipo de disparo será JPEG.
Finalmente también tenemos la opción de realizar grabaciones en vídeo con resoluciones que van desde los 640 × 480 px con 25 imágenes por segundo hasta los 1920 × 1080 px con 50 imágenes por segundo, lo que representa el conocido FullHD.
La visualización de las imágenes
Pese a tratarse de una cámara de tamaño reducido, su pantalla TFT aprovecha muy bien el espacio y alcanza las tres pulgadas, ofreciéndonos una resolución de 1.228.800 px, además de que cuenta con la particularidad de ser rotatoria, lo que nos permite moverla a nuestro antojo e incluso realizar autorretratos perfectos. Una pega podría ser el hecho de que no se trata de una pantalla táctil, pero lo cierto es que con los controles físicos resulta muy cómodo y sencillo movernos por el menú, por lo que realmente no echaremos en falta este tipo de tecnología.
Y cuando hagamos uso del visor, dispondremos de uno electrónico de 1.440.000 px y con una cobertura del 100%.
El almacenamiento, las conexiones y la batería
Finalmente, en este último punto vamos a hablar de los otros tres aspectos importantes que debemos conocer relacionados con la Sony Cyber-shot DSC-RX100 III.
Comenzando con el almacenamiento, no dispondremos de memoria interna, pero sí de soporte compatible con distintos tipos de tarjeta como son MemoryStick Duo, MemoryStick Pro Duo, MemoryStick Pro-HG Duo, MemoryStick XC-HG Duo, SD Card, SDHC y SDXC, lo que garantiza una compatibilidad máxima a la vez que una fantástica autonomía.
En cuanto a sus conexiones dispondremos de un puerto microHDMI y, por supuesto, un puerto USB 3.0 que nos garantizará la máxima velocidad de transferencia de datos. Y si no queremos utilizar cable, también tendremos a nuestra disposición una conexión inalámbrica a través de Wi-Fi 802.11 b/g/n, es decir, la habitual y con perfecta compatibilidad con el resto de dispositivos y módems.
Su batería es de 1240 mAh de ion de litio, ideal para exprimir al máximo nuestra cámara durante largas jornadas.
En esencia, esta cámara está especialmente pensada para los que buscan un rendimiento y una calidad sobresaliente, ya que su precio es algo más elevado de lo habitual pero sobre todo hay que saber sacar el máximo partido si queremos disfrutar de nuestra Sony Cyber-shot DSC-RX100 III y hacer que valga la pena el desembolso.