Un hackeo muy personal
El particular universo de Shin Megami Tensei sigue creciendo ante nuestros ojos a base de de nuevos juegos y curiosas propuestas que mantienen una bases en común sólidas que hacen de esta rolera franquicia una de las más potentes de Atlus.
Dentro de dicho mundo, una de las apuestas más interesantes que pudimos vivir en su momento en 3ds fue la de Devil Summoner: Soul Hackers. Que aunque por estos lares no fue especialmente conocida como ya veis desde Atlus no han tenido miedo en poner ante nosotros una secuela de lo más interesante y llena de curiosos sistemas sociales y roleros que seguro que a los amantes del género, y a los seguidores de la franquicia le va a llenar, y a los nuevos por estos lares seguro que les abre un universo con un potencial tremendo.
CONCEPTOEntrando ya en el juego, lo primero que quiero dejar claro es la tendencia mazmorrera y hacia la acción rolera que posee el juego. Y aunque posee una potente carga narrativa, se centra más en la acción y exploración, que en mantenernos pegados a la lectura. Separándose así de otras entrega de la franquicia.
El mundo creado para esta ocasión es bastante interesante. Con una libertad de acción muy bien medida por zonas que se irán desbloqueando y dando acceso a lugares de todo tipo y ambientes. Conectando perfectamente con la narración y esa vertiente rolera de personalización, donde la compra de objetos y armas nos acercan a conocer algunos negocios de la zona.
Todo ello nos lleva además a empezar a dar rienda suelta al universo, a sus personajes, a las diferentes misiones, y como no, a esas bases jugables de acción que nos llevan a diferentes mazmorras. Unas mazmorras que toman una importancia absoluta dentro de este juego, ya que tanto a la hora narrativa como en la parte rolera de progresión serán base principal para ello.
Por otro lado está la parte del mazmorreo y la acción. En la que entramos en zonas más cerradas, en donde los combates, los diferentes enemigos con variados potenciales, y el planteamiento estratégico de los combates son los puntos principales de estas bien diseñadas zonas. En las que más allá de los enemigos, nos veremos con necesidades de exploración a cambio de recursos, dinero, nuevos equipamientos, e incluso nuevas incorporaciones a nuestro grupo.
Preparado para entrar al combate por turnos. Os cuento que este mantiene el concepto donde hay que estudiar bastante bien al enemigo desde el punto de vista de potenciales y debilidades. Por lo que uno debe centrarse en un buen planteamiento y utilización de demonios, especiales o armas que puedan dañar más al enemigo en cuestión de sus características. Todo ello, unido a un sistema rolero realmente accesible y fácil de entender. En el que podremos personalizar a nuestros personajes gracias a la colocación y activación de elementos, algunos potenciadores, y bien claras habilidades, que nos dan un vuelco perfecto para cada situación a nuestro personaje, y que consigue cerrar un sistema de progresión con bases roleras muy bien planteado.
Un punto curioso dentro de la parte de la acción, y especialmente en la planificación de esta, son las interesantes conversaciones que nos llevan a entender y conocer mejor las cualidades y potenciales de nuestro compañeros. Cosa que le da un toque estratégico, a la vez de personal muy interesante. Cosa a lo que se le une también, ese curioso sistema de conseguir diferentes demonios, realizar emparejamientos y evoluciones, que sigue plantando capas de profundidad y posibilidades jugables tan clásicas dentro de este universo.
Para terminar, deciros que el juego no es para nada sencillo. Teniendo que tener en conciencia en todo momento nuestro potencial, las características del enemigo, y las necesidades de mejora. Y es que repuntes bien marcados, nos pueden dejar atascados en diferentes momentos del juego. Por cierto un juego que llega lleno de contenido. Pudiendo aportar casi medio centenar de horas muy disfrutables y adictivas.
La parte narrativa es un gran punto a favor, pero también algo a lo que hay que estar muy atentos con una mente abierta y una atención importante a cada detalle. Ya que me he topado con una i mportante carga narrativa donde la ciencia ficción, una conciencia colectiva, deidades y demonios, y una apocalipsis, se unen bajo un potente batiburrillo narrativo que puede que no sea para todo el mundo.
Y todo ello, bajo un argumento que nos lleva a disfrutar y conocer a Ringo y Figue, que llegan a una digitalizada Japón con la misión de echar abajo los planes de destrucción humana la cual está sufriendo un hackeo de sus almas de manos de unas agrupación con diferentes objetivos. Y aquí es donde se nos planta, y se nos deja evolucionar. Cosa que tendréis que descubrir por vosotros mismos, ya que la experiencia, aunque compleja, lo merece.