Análisis: SteamWorld Dig

Publicado el 23 marzo 2014 por Raúl Vázquez Santos @Generacionpixel

Nos encontramos en una época difícil, una transición videojueguil, donde la paciencia de los jugadores están teniendo un papel importante. El cambio generacional ha provocado que tanto el catálogo nuevo se esté amasando, como que el catálogo de la antigua generación esté dando sus últimos coletazos.

Mientras tanto las que si nos nutren de variabilidad, nuevas ideas y originalidad son las compañías independientes que con ilusión intentan penetrar en nuestros jugones corazones. En Generación Pixel nos gusta mucho apoyar estas causas, no solo porque consideremos que están en una clara desventaja con respecto a grandes estudios, simplemente hay que ver el trabajo de algunos de ellos y ser justos con lo que se valora, y si nos ofrecen lo que nos llega a ofrecer Steamworld Dig no podemos hacer nada, simplemente quitarnos el sombrero y rendirnos a la evidencia.

EL MUNDO DE RUSTY

Encarnamos el papel de Rusty, un robot solitario que recibe noticias de su tío, este quiere que vayamos a Tumbletown.

Rusty se dispone a hacerle una visita a su tío Joe, el cuál posee una mina en el pueblo, una mina de escasa profundidad (por el momento) y que posteriormente heredaremos. Nuestro protagonista es más asiduo a ser un western de saloon y tequila, pero pronto descubrirá que el trabajo de un minero no es tan ridículo como parecía, para ser francos, ha nacido para esto.

Excavar y excavar, ello le llevará a lo más recóndito del planeta, donde descubrirá un secreto oculto, algo que queda lejos del alcance de cualquier otro robot del pueblo minero.

PLANTEAMIENTO

Sencillo, a la par que intuitivo y sobre todo adictivo hasta cotas insospechadas. Este metroidvania tiene una peculiaridad, el avance es hacia las profundidades, no de modo lateral, a base de picar superficies de distintos materiales e ir descubriendo nuevas localizaciones, aquí reside la magia de SteamWorld Dig, el terreno y el mapeado nos lo vamos tejiendo con nuestras propias manos. La magia del título no solo queda aquí, tiene el don de mezclar varias claves que es lo que hacen del mismo una obra realmente adictiva.

La exploración por ejemplo es uno de esos pilares que lo hacen entretenido a rabiar, nunca eres capaz de dejarlo en picar hacia abajo, siempre que picas hacia un lado nunca lo dejas, quieres saber qué es lo que se esconde “más allá”.

La recolecta de minerales y piedras preciosas es en definitiva pieza fundamental y sobre lo que gira el juego, que a la vez da pequeños atisbos de RPG al título ya que, recolectar es el modo de ir adquiriendo monedas para así ir mejorando nuestros propios materiales, materiales que están disponibles en la tienda del pueblo. La venta del material extraido de la mina es la que hace que subamos de nivel, de esta forma se irán desbloqueando nuevas herramientas para la excavación, o nuevos recursos para adecuar la mina a nuestro gusto entre tantos pasadizos que nosotros mismos hayamos creado (tramos de escalera, antorchas para colocar en los distintos puntos oscuros, puntos de teletransporte para no darnos la escalada padre hasta la salida de la mina…)

A lo profundo y ancho de la mina iremos encontramos pequeñas subcuevas a modo de mazmorras, donde iremos encontrando distintas habilidades para nuestro personaje, y así hacer del mismo un duro robot capaz de aguantar los peligros más insospechados que alberga la mina.

Usaremos nuestras propias herramientas de excavación para poder acabar con los enemigos que nos iremos encontrando en los propios túneles de nuestro infierno particular. Algunos enemigos nos esperan, otros están fosilizados y a punto de salir de su estado de letargo, en nuestra mano esta su destino, acabar con ellos o por el contrario ignorarlos y cavar nuestra propia vía de escape. Otros enemigos más poderosos tienen más recursos para llegar a nosotros, y podrán hacernos la vida imposible si no cavamos nuestro plan b.

Poco más que añadir a un sistema de juego sencillo a la par que perfecto, que como al comienzo señalábamos, lo hace adictivo de manera sobrenatural, cuando picas pared y la rompes, siempre quieres romper el siguiente tramo, y así hasta llegar a las profundidades que el abismo esconde, sin duda aquí reside la magia del título.

APARTADO TÉCNICO

Si decimos que un juego es para quitarse el sombrero es porque todos, o la gran mayoría de sus apartados, rayan a un nivel excelente, y es lo mínimo que podemos decir del apartado artístico de este juego de apariencia western con toques de steampunk que por lo que parece se están poniendo muy de moda en la industria del videojuego.

Un dibujado con unos diseños espectaculares hacen de SteamWorld Dig un juego cuanto menos muy agradable a la vista. Tanto la estética de personajes, como los distintos niveles de la mina están perfectamente en sintonía entre ellos y con lo que quiere trasmitir el estudio. Ya conforme se alcanzan distintos niveles muy profundos, el juego va mostrando nuevos mundos y distintas estéticas que lo hacen increíblemente bueno y que sin duda lo hagan realmente atractivo.

Las melodías que acompañan al título son idóneas, mención aparte, estas melodías van ganando graves conforme vamos descendiendo y van adquiriendo más dramatismo en el desarrollo del trabajo de excavación de este robot minero. Las mazmorras tiene su tono particular, tensión constante es lo que nos espera en estas y vaticina la musiquilla nada más entrar por sus puertas.

Poco más podemos añadir que no hayamos mencionado en la introducción de este apartado, un apartado artístico sublime para un juego que no merece ser catalogado de otra forma, sin duda alguna.

NUESTRA OPINIÓN FINAL

Con la lectura de este análisis pocas palabras quedan para escribir que no sean de auténtica admiración.

Steamworld Dig es uno de esos juegos que a pesar de no llevar detrás un trabajo de un estudio muy numeroso en componentes, el equipo reducido de personas que se encargan del mismo pone mimo y toques de nostalgia y originalidad a todos los recovecos del juego, de esta forma se saborea un juego como antiguamente, donde todo parecía más sano en la industria, y a pesar de que lo que siempre ha promovido esto ha sido la pasta, no parecía que los estudios se cegasen para dejar de lado al consumidor, que simplemente traga con lo que hay.

Rusty ya dio sus primeros pasos como juego descargable para Nintendo 3DS, y en esta ocasión hemos tenido el privilegio de jugarlo en la versión de Playstation Vita, que como factor muy a favor tiene el cross-buy con PS4, tenerla para una significa tenerlo automáticamente y con coste cero para la otra. Ver el colorido y la nitidez de este juego en la portátil de Sony es todo un privilegio.

LO MEJOR

-Adictivo

-Planteamiento muy original y entretenido

-Las mazmorras y los secretos que guardan

-La apariencia del título

LO PEOR

-Demasiado breve, jugándolo despacio y explorando se queda en unas 4 horas

-Creemos que es un juego que podría aprovechar mucho más las funciones táctiles de Vita

“Nuestra forma de valorar los juegos

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