Análisis: Strider

Publicado el 01 marzo 2014 por Raúl Vázquez Santos @Generacionpixel

Strider es una de esas franquicias de Capcom, que por desgracia, ha sido algo olvidada por el tiempo, tanto por la compañía como por los propios jugadores. Aquellos que si la recordamos, ya que disfrutamos en su momento de ella, tenemos que decir que siempre la hemos alabado, y el anuncio de su vuelta aunque sea en un sencillo arcade como el clásico no ha hecho tener una nueva ilusión en lo que pueda pasar con el futuro de esta saga.

Stider cual clásico vuelve a recrear un juego al más puro estilo metroidvania, donde un amplio mapa con cantidad de recovecos y con una libertad casi absoluta es algo que define al producto. Uno de esos juegos que nos hacen recorrer minuciosamente el mapeado para encontrar esos secreto que nos pueden hacer mejor para superar con ello nuestro objetivo final de una forma más sencilla.

Todos aquellos que conocéis juegos como Metroid o Castlevania, como ya os decimos con ese término que tan de moda está, desde un primer momento conseguirán hacerse con todos los controles e ideas que Strider nos quiere presentar, lo que será prácticamente pulsar empezar y jugar. Por otro lado está los menos puestos en estos juegos, los cuales tampoco tendrán ese problema de adaptación, ya que todo está explicado al milímetro y con claridad. Así que como pasaba en los juegos clásicos de los salones recreativos, todo será disfrutar sin ningún quebradero de cabeza. Eso sí, esta vez en un Strider que nos llevará más horas que el original ya que necesitaremos unas siete horas para pasárnoslo, habiendo buscando relativamente bien cada rincón de su mapeado.

Cuando ya nos encontramos ante nuestro cibernético amigo, la cosa mejora aún más. Ya que todo se mueve con una magnifica fluidez, y cada uno de los muchos movimientos y poderes que podremos terminar  realizando se realiza con una facilidad y precisión bastante buena.

Hablando de poderes… no sería un buen juego del género si no nos encontrásemos con una buena dosis de posibilidades de ataque. En este caso además de poseer varios poderes elementales para nuestra espada y kunais, también poseeremos un cuádruple repertorio de poderes mágicos, algunos tan míticos como los ataques de pantera o de águila. Eso sí, cuidadlo que se nos acaban, y para recuperarlos tendremos que machacar enemigos a diestro y siniestro, o dedicarnos a recoger capsulas de energía o poder que están repartidas por el escenario.

En lo que respecta al mundo que nos rodeará, decir que pese a no poseer un diseño de escenarios especialmente novedoso y diferenciado entre las diferentes zonas, si es cierto que se nos hace entretenido de vagar por él y conseguir descubrir secretos. Por otro lado están los enemigos que habitan todos estos laberinticos lugares, los cuales al igual que los escenarios, no son demasiado variados entre ellos, siendo muy clásico el encontrarnos enemigos clónicos pero con diferentes colores… no tenemos nada más que decir, clásico a más son poder. Eso sí, hay que dar relevancia a el gran número de grandes y poderosos jefes, con diferentes ataques y poderes que nos harán que tengamos que analizar bien la estrategia que realizar ante ello para superarlos. Eso sí, su superación siempre traerá un más que interesante regalo en forma de mejora que nos vendrá como anillo al dedo.

Strider no es un juego demasiado largo, pero si mucho más que el clásico. Además, su dificultad está perfectamente nivelada, por lo que sufriremos lo justo para terminar con un juego que nos dará ganas de rejugarlo para descubrir todos los secretos. Además, a ello le uniremos las posibilidades que nos darán los modos extras, en los que nos encontraremos con fases tanto de supervivencia como de velocidad.

Entrando a la parte más técnica destacamos por encima del apartado visual, el buen apartado sonoro que posee el juego. Con una música ambiental electrónica que nos meterá de lleno en este mundo de cybors y metal. Además, la cantidad de sonidos, explosiones, y demás efectos sonoros harán que muchas veces nos encontremos rodeado de una autentica algarabía de ruidos de lo más demencial.

En lo que respecta al apartado visual, cumple con creces al ser una producción menor, pero sigue teniendo, como le pasase al primigenio, ese toque cyberpunk tan especial que a no todo el mundo le entra por los ojos. Además, ese mundo tan metalizado y degradado no da para mucho experimento sin que este desencaje la estética del juego en sí.

Para terminar no os podemos dejar hablar de la historia que nos trae este nuevo Strider, la cual consigue reiniciar la saga que disfrutamos a finales de los años 80, pero que temrina volviéndose una mera escusa para terminar con todos los enemigos que se nos vayan cruzando en pantalla, ya que su narrativa no es especialmente llamativa y bien realizada, quedando mucha tinta por explicar si no nos metemos a leer algunos documentos aclaratorios que el juego mismo nos trae como extra. Cosa que si no realizamos, nos terminaremos quedando con el simple concepto de súper villano futurista que quiere acabar con el mundo, y un joven e inexperto ninja quiere acabar con su malévolo plan. Sencillo, clásico y efectivo.

En conclusión. Strider es un más que interesante arcade con esos toques de exploración, plataformas y acción bidimensional que tan de moda están de nuevo. Un juego que hace gala con creces a el nombre tan mítico que lleva, pero que por desgracia no innova en nada respecto a lo que el mismo juego pudo hacer hace muchos años ya. Eso sí, a falta de innovación, si ha conseguido suplirlo con muchas horas de juego, rejugabilidad, un buen control y mucha mucha diversión sin complejo y sin demasiado que pensar, haciéndose con ello un producto más que interesante por el precio que tiene, seas o no de aquellos que pudieron disfrutar del Strider original.

LO MEJOR

-Muy divertido

-Es muy rejugable, incluso poseyendo modos de juego extras

-Su control es bastante preciso y ágil

LO PEOR

-El diseño de escenarios

-Visualmente puede no terminar de entrar por los ojos a todo el mundo

-Poca innovación