Se trata de una figura muy similar a la anterior, con la salvedad de que en este caso la figura se forma en tendencias del mercado bajistas. Se trata por tanto de una figura de cambio de tendencia de bajista a alcista. Sin embargo no se trata de una figura común si bien su fiabilidad al igual que en hombro cabeza hombro normal su fiabilidad es muy alta. La figura está compuesta por tres mínimos, el primero y el último a nivel parecido y el de el centro algo más bajo. Si unimos los mínimos que separan los hombros de la cabeza tendremos la línea de valle. Lo ideal es que tenga una pendiente ligeramente bajista u horizontal pero nunca con inclinación claramente alcista. Cuando el precio sube por encima de la línea de valle se desencadena la formación con un objetivo al alza igual a la altura que separa la línea de valle del mínimo de la cabeza.
Esta figura, en general, es más lenta y más ancha que su gemela, sobretodo si se trata de un cambio de tendencia primaria. También se obtiene una vuelta a la rotura de la línea clavicular, solo que esta vez es a la baja. A continuación, el valor subirá más rápido. Este momento es uno de los más seguros para comprar acciones y mantenerlas en cartera períodos de tiempo superiores a un año.
Esta figura nos dará en un altísimo porcentaje de casos una tendencia alcista superior a un año en la que el tipo impositivo se verá reducido sustancialmente.