ANÁLISIS: The Last NightMary – A Lenda do Cabeça de Cuia

Publicado el 08 noviembre 2015 por Raúl Vázquez Santos @Generacionpixel

Hablar de Brasil es hablar de muchas cosas. Es hablar de fútbol, del Carnaval de Río de Janeiro, del río más caudaloso (que no más largo) de todo el mundo como es el Amazonas, del guacamayo, de ese Cristo Redentor, y entre otras cosas, de tener una discusión con cualquier persona que cree de manera errónea que la capital del país es Río de Janeiro (lo es Brasilia, por si sóis de esos que dudáis). Entre tantas cosas que podemos hablar sobre Brasil, hoy nos centramos en una que viene al caso, y es un videojuego llamado The Last NightMary – A Lenda do Cabeça de Cuia, de un estudio independiente brasileño (de ahí que nos hemos puesto a hablar de Brasil) llamado Submersivo Game Studio y compuesto por un pequeño grupo de personas, liderado por Décio Oliveira, diseñador, animador y director de arte del juego.

ANÁLISIS

 

VERSIÓN DISPONIBLE

PC

VERSIÓN ANALIZADA

PC

DESARROLLADOR

SUBMERSIVO GAMES STUDIO

DISTRIBUIDOR

SUBMERSIVO GAMES STUDIO

VALORACIÓN

7

NUESTRA FORMA DE VALORAR LOS JUEGOS

La historia de The Last NightMary – A Lenda do Cabeça de Cuia (The Last NightMary a partir de ahora) está basada en una leyenda brasileña que según parece, ocurrió en Piauí, un municipio que se sitúa en el delta del río Parnaíba, río que toma cierta importancia en el juego. Esta leyenda urbana cuesta la historia de un joven llamado Crispin y que vivía cerca de ese río que hemos nombrado ya. Al vivir en una familia humilde, en uno de los almuerzos la madre de Crispin le sirvió una sopa caliente con huesos sin carne, lo que no sentó nada bien a Crispin y se rebela contra su propia madre, llegando a matarla con el propio hueso exento de carne. En los minutos previos a su muerte, la madre maldijo a su propio hijo. La maldición consistía en que Crispin pasaría a vagar por el río y tener una cabeza con forma de calabaza gigante (De ahí el nombre de la leyenda, Cabeça de Cuia, que significaría en nuestro idioma cabeza de calabaza). Otra de las cosas que Cripin tenía que hacer era relacionarse sexualmente con las siete vírgenes Marías. También se dice que en lugar de mantener esas relaciones sexuales, lo que Crispin debería de hacer era enfrentarse a ellas. Estas son dos de las muchas historias que podemos encontrar por internet, pero en cualquier lugar The Last NightMary toca esta leyenda de un punto diferente. El jugador se mete en la piel de María, y debemos encontrar una manera de escapar de Piauí para evitar ser víctima de esta maldición.

The Last NightMary es una aventura gráfica en primera persona con cámaras fijas y ambientado en una leyenda de terror, algo que de cierto modo consiguen los desarrolladores.

Las mecánicas a seguir no son más que la búsqueda de pistas por todas las pantallas del título, que son entre otros el propio río, un bosque algo laberíntico y una cabaña o casa. Hay que tener cuidado en las afueras ya que una bestia merodea por la zona y de manera al azar nos atacará cuando estemos en alguna de las pantallas. Además de buscar las pistas para poder avanzar en la historia, como es típico del genero debemos combinar objetos unos con otros o interactuar con algo del medio para ir avanzando y consiguiendo los objetos necesarios para ir acercándonos al final.

El control exige ser preciso, no basta con quedarnos cerca del objeto con el que se puede interactuar, debemos seleccionar el punto exacto. Con esto más que una crítica negativa hacemos hincapié en un consejo, que es la precisión. No es ni justo ni lógico hablar mal de lo que es un acierto a fin y al cabo.

La duración de The Last NightMary es de no más de una hora y media, dando así margen al error. Un juego corto, intenso y que. O necesita de más duración para hacerlo mejor.

Quitando un puzzle que requiere de algo más de ingenio, The Last NightMary no es un juego difícil. Además de dicho puzzle, destacamos que no contamos en ningún momento con algún punto de salvado, por lo que cuando nos sentemos a jugar a The Last NightMary debe ser para tener la paciencia de terminarlo, si no queremos salir y empezar de nuevo o dejar en su defecto el ordenador encendido.

Técnicamente The Last NightMary cumple sobradamente lo mínimo que le podemos exigir a un videojuego. En la parte visual, tenemos unos escenarios repletos de objetos y detalles y que a veces no distinguiremos bien qué es lo que nos da la opción con la que interactuar y lo que no, algo positivo también ya que exige mayor atención. En el apartado sonoro, tenemos una ausencia casi de melodías, pero los efectos sonoros serán quienes nos acompañen acústicamente en esta hora y pico de juego aproximadamente.

NUESTRA OPINIÓN FINAL

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The Last NightMary – A Lenda do Cabeça de Cuia es un juego del que se sabe y se sabrá poco, al menos, por nuestras tierras, y las razones son por tratar una leyenda urbana completamente nueva para nosotros e imaginamos que también para todos o casi todos los lectores, y por ser desarrollado por un pequeño estudio independiente brasilero. De cualquier modo, nosotros somos una vía para analizar un juego que debería salir más veces al otro lado del Atlántico, ya que hemos disfrutado de esta aventura gráfica tan simple como divertida.

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