Desde LivingPlayStation hemos podido jugar y desmenuzar milímetro a milimetro la nueva apuesta enmarcada en el universo de Warhammer Fantasy. Esta vez es Eco Software junto a Bigben Interactive los que nos traen un capítulo mas de la lucha entre el imperio y las fuerzas del Caos. Acompañadnos en un nuevo viaje por un mundo épico lleno de fantasía.
¡Por Sigmar!
La historia de Warhammer: Chaosbane nos sitúa temporalmente tras el resurgir del imperio contra el Caos. Magnus consigue reunir a los hombres y enfrentarse en una batalla sin cuartel contra las fuerzas del Caos lideradas por el temido Asavar Ku. La victoria se decanta a favor del imperio.
Sin embargo en una desesperada emboscada que los hombres no esperaban, un ataque fratricida en el que una de las hechiceras de caos es capaz de lanzar un conjuro contra el propio Magnus que lo mantiene inmóvil y hechizado.
Ocultando el problema a los hombres, el imperio junto a la inquisición deciden emprender una misión suicida entre las fuerzas del caos para lograr salvar a su líder de su eterno letargo.
Para ello cuentan con cuatro héroes que unidos pueden averiguar donde se esconde la principal responsable de esto, y como desentrañar los misterios que acaben con el hechizo que pesa sobre Magnus.
A nivel narrativo no es necesario ser un fan de la franquicia de Warhammer para disfrutar el título, lo que si es cierto, es que si lo eres lo vas a hacer más, pero aún así, la historia se ha tallado de una manera bastante coherente, mostrándo una trayectoria que acompaña a la jugabilidad del título de una manera solvente.
Compañeros de armas
En lo jugable, Warhammer: Chaosbane nos pondrá a los mandos de cuatro héroes de diferentes razas, enano, elfo silvano, mago y soldado del imperio. Cada uno con sus propias características y su sistema de juego diferente. Mientras que el enano, o el soldado imperial son letales cuerpo a cuerpo, los otros dos personajes se convierten en verdaderos líderes cuando atacan desde lejos.
El control de los personajes es bastante simple, con los botones de acción podremos controlar diferentes ataques, algunos de ellos consumirán magia. También potenciaremos nuestros movimientos a medida que avancemos en la historia y desbloqueemos dichas mejoras. A mayor utilización de un movimiento en común mayor evolución de este, hasta un total de 3 por cada acción.
En lo referente a lo que se conocen como favores o habilidades de Dioses, también podremos potenciarlos de manera exponencial, estos añadirán al juego una especie de poderes que nos acompañarán, a veces en forma de animales como águilas, pequeños dragones o hadas, dependerá del personaje que utilicemos.
Una vez elegido nuestro personaje, comenzaremos en una historia en la que con una perspectiva isométrica, iremos recibiendo misiones para aventurarnos mas en la trama. Lo cierto es que entre unas y otras misiones vamos a encontrar poca diferencia. Básicamente todo se reduce a llegar a un lugar, acabar con todos los enemigos posibles y volver a nuestro castillo.
A veces tendremos que activar algunos dispositivos o realizar otras tareas como buscar supervivientes, alimentos para los refugiados o acabar con determinados enemigos, sin embargo, el desarrollo se convierte esencialmente en ir de un lado para otro recabando información para saber donde está nuestro mayor enemigo, y objetivo final.
Dividido en tres actos, lo cierto es que la historia del juego da para bastantes horas de entretenimiento. Cada acto contiene un gran número de misiones, de modo que iremos superando cada una de estas para al final de ese acto en cuestión enfrentarnos a un gran enemigo.
En lo que respecta a los protagonistas, un gran número de posibilidades tendremos disponibles. Como buen RPG que se precie podremos ir aumentando el nivel de nuestro personaje, añadiéndole ropajes que incrementen su ataque o defensa y mejorando las habilidades disponibles que desbloqueemos a medida que avanzamos en la historia y en nuestro nivel de jugador.
Lo cierto es que el árbol de habilidades es enorme, las mejoras son numerosas y la cantidad de combinaciones que podremos hacer con los diferentes personajes son casi incalculables. Todo un gran acierto y una imponente curva de posibilidades para el juego en este apartado.
Estas habilidades tendrán que ser gestionadas con los puntos que obtendremos a cada nuevo nivel que adquiramos en el juego, también con restos de objetos y utensilios. Acabar con enemigos o solventar misiones serán los principales beneficios que aumentarán nuestras capacidades en combate.
También lugares como por ejemplo el conocido gremio de coleccionistas nos darán puntos de experiencia por todo aquel material que no necesitemos, ya sean armas o armaduras.
Una vez acabemos la campaña principal se desbloquearán nuevos eventos que nos permitirán acceder a niveles sueltos donde los objetivos variaran de manera aleatoria.
En lo referente a los enemigos, si es cierto que el enorme bestiario completamente fiel a lo visto en los juegos de mesa de Games Workshop, es una de las virtudes del programa. El comportamiento de los enemigos es muy correcto y el desarrollo de los niveles también se comporta de una manera bastante acertada.
¡Cuenta con nosotros!
No obstante, si hay algo que Warhammer: Chaosbane nos hace sentir desde el primer minuto en el que comenzamos a jugar, es que parece ser un título extremadamente exigente sobre todo si lo jugamos solo.
Si decidimos acceder a las misiones en solitario, a medida que avance la trama nos daremos cuenta de que no es tan fácil abrirse camino entre las fuerzas del caos. Lo que nos obligará a dos opciones, o disminuir la dificultad del juego (lo que se traduce en menos premios y puntos de experiencia) o intentar superar la aventura acompañados.
Y es que Warhammer: Chaosbane es un juego creado para disfrutarlo en compañía, ya sea en la misma consola como online. Mejorando de manera sobresaliente el desarrollo y la jugabilidad si la disfrutamos en compañía.
Por ello el título nos permite unirnos a otros tres guerreros por lograr superar las misiones e ir acabando con nuestros mayores enemigos. Sin duda, la mejor virtud del título en general.
Una virtud que nos da para mucha diversión y que incluso en la misma consola se comporta de manera majestuosa, sin ralentizaciones o problemas de rendimiento.
En lo que respecta al modo online, sucede exactamente lo mismo, podremos crear salas o unirnos a misiones de otros jugadores, todo funciona de manera notable y el comportamiento es excelente, al menos así nos ha sucedido en todas y cada una de las partidas a la s que hemos accedido.
El universo Warhammer
En lo visual, hemos de decir que Warhammer: Chaosbane no se comporta del todo mal, algunos escenarios son de un acabado imponente, a la altura que el universo Warhammer ha logrado mostrarnos en escena siempre.
Sin embargo, una vez llevamos unas horas a nuestras espaldas nos damos cuenta de que los escenarios empiezan a ser demasiado parecidos, y aunque espectaculares quizá se repiten en demasía.
Mazmorras, calles, pueblos malditos, bosques o demás lugares, parecen dar la sensación de que ya los hemos visitado antes, algo que denota un poco de repetición en lo que a escenarios se refiere.
Lo que si que no podemos poner ni un solo pero es al diseño de las criaturas, completamente fieles a lo visto en la saga Warhammer, con mención especial para algunos jefes y mini jefes que lucen de manera espectacular.
Todo el universo del caos se representa fielmente en el juego, con conocidas criaturas de la franquicia como demonios de Nurgle que llegan divididos en varios tipos de siervos hasta demonios menores.
También el demonio de la sangre Khorne estará presente y sus demonios salidos del infierno más profundo. En total un imponente número de bestias con un diseño increíblemente fiel y bien diseñado.
El diseño de los protagonistas no es nada del otro mundo, pero se muestran bastante acertados cuando se ven en escena, en lo que respecta a las escenas del juego en las que se narra la historia, estas se muestran con un coherente y acertado acabado a modo de imágenes animadas que nos narran la trama.
Sonidos guturales
En lo referente al sonido del juego si hemos de aplaudir el trabajo de recreación, tanto para la banda sonora, que nos ha parecido espectacular como para el doblaje de los protagonistas, este llega en inglés pero subtitulado al castellano.
Lo cierto es, que en líneas generales el acabado sonoro se comporta bastante bien, lo que no ha impedido que en determinados momentos algunos efectos de sonido hayan desaparecido temporalmente, por ejemplo el de los golpes de espadas o impactos. Suponemos que algo que acabará solucionándose a corto plazo con algún parche.
Conclusiones
Warhammer: Chaosbane es una notable aventura RPG de acción fiel al universo de Warhammer Fantasy, en lo que respecta al trasfondo, la historia es fiel a su universo y nos trae una sólida trama dentro del increíble universo que ofrece la franquicia de Games Workshop.
En lo jugable, el título es entretenido con una implementación bastante simple y acertada de los comandos del juego en el Dualshock 4 y el gran y elevado número de opciones tanto de evolución como de mejora de personajes. Con un árbol de habilidades repleto de opciones y posibilidades de configuración.
En lo que respecta a la aventura principal, con sus diez horas aproximadas y desbloqueables da para bastante diversión, pero se hace potencialmente más divertido si lo jugamos acompañado, sobre todo en la misma consola, gracias a la posibilidad de jugar hasta con otros tres amigos la aventura principal y sin ni un solo problema de rendimiento en escena.
No obstante, el desarrollo del juego a las pocas horas de aventura puede hacerse algo repetitivo, sobre todo por la escasez de variedad de misiones. En lo gráfico y a pesar de repetir algunos escenarios mas de lo esperado el juego se comporta de manera notable y muy robusta en lo técnico, aguantando de manera heroica la carga de efectos incluso cuando hay decenas de enemigos en pantalla.
Todo esto se culmina con una ambientación totalmente fiel a la saga y un apartado sonoro que le va a la zaga en lineas generales al juego, sobre todo en su banda sonora que rebosa calidad.