ANÁLISIS: Within the Blade

Publicado el 15 julio 2021 por Raúl Vázquez Santos @Generacionpixel

Una de ninjas pixelados endeominados

Llega la hora de enfundarnos nuestra espada ninja, y salir de la oscuridad para machacar una buena horda de demonios. Y es que los amigos del estudio Ametist, publican estos días, tras su lanzamiento hace un tiempo en PC. La versión para consola del sangriento y pixelado Within the Blade.

Un juego de corte realmente clásico. Pero con cantidad de detalles jugables y conceptuales que lo llevan a los roguelite que tan de moda están. Consiguiendo una interesante mezcla que, han hecho que haya podido disfrutar de una curiosa propuesta que sin arriesgar demasiado ha conseguido hacerme disfrutar y retraerme a otras épocas gamer mucho más distintas y variopintas, que le vienen como anillo al dedo.

NOTA: 7'8

Desde el punto de vista jugable. Me ha sorprendido la profundidad que este posee dentro de su simplismo y concepción. Donde la mezcla de plataformas, acción y rol, llevan a hacer de este Within the Blade un roguelite bastante divertido, variado y bien tratado. Que engancha de principio a fin si sois de la gente paciente y sumisos a morir más veces de lo que uno se espera.

Por lo primero que quiero destacar la experiencia, es lo bien introducido que está el concepto de misiones que nos irá guiando a lo largo de la aventura para darle con ello sentido a cada uno de los actos que realizamos en esta. Encontrando misiones de rescate, infiltración o meramente de acción y masacre. Y todo bajo un diseño de escenarios aleatorios que suponen una clara motivación para revisitarlos en busca de muchos más enemigos y puntos de experiencia.

Y es que otro punto curioso es la bien lleva parte rolera que este nos presenta. Donde la adquisición o creación de objetos y armas, y un conceptual y bien tratado sistema de experiencia y evolución de un árbol de habilidades activas y pasivas. Hacen que estemos motivados a repetir zona, y potenciar con ellos a nuestro personaje para que el camino sea muy más accesible y agradecido a nuestro paso.

Por otro lado, las partes de acción cumplen bastante bien. Siendo curioso como existe un deterioro de las armas, y unas necesidades de controlar el tempo del combate mediante esquivas y defensas. Además, se agradece mucho la inclusión de conceptos de sigilo, que llegan para satisfacernos nuestras artes ninjas, hay que reconocerle que no se usa tanto como uno quisiera a causa de que los escenarios no motivan a ello.

Como ya os he dicho. El diseño aleatorio de mapas es muy bueno. Y consigue introducir parte muy variadas que hacen de cada uno de ellos una muy satisfactoria experiencia. Y en los que hay también que hablar de la inclusión de variados enemigos, y unos grandes jefes finales, que sin ser lo mejor del juego a nivel mecánico, consiguen dar ese toque variado y especial a la aventura.

Como punto algo oscuro dentro el juego, quiero reseñar que el control no es todo lo fino y variado que uno desearía. Siendo bastante poco moldeable a las diferentes acciones. Y con no tantas posibilidades de movilidad como uno desearía, ya que saltar, golpear y esquivar será casi lo único que podamos realizar.

A nivel argumental y narrativo. Me he encontrado con una de esas historias que nos meten más en contexto, que presentarnos una de esas en las que haya una importante carga a nivel de guion y personajes. Llevándonos a la clásica historia del bien contra el mal. Donde el jefe de un clan ha hecho un pacto con las fuerzas oscuras para conseguir hacerse con el poder absoluto y controlar todo lo que nos rodea. Pero para eso estamos nosotros, Hideaki... para impedirlo.

Todo ello creando una buena escusa para machacar a todo bicho viviente. Sin demasiadas pretensiones a lo largo de unas cinco horas de aventura. Donde la dificultad está claro que va a suponer un lastre para mucha gente, que esto del concepto roguelite les esté trayendo por la calle de la amargura. Así que paciencia con el juego. Y más cuando tras la campaña también podremos realizar una veintena de retos que os aseguro que os va a hacer explotar la cabeza y el mando debido a la complejidad que poseen.

Desde el punto de vista técnico. Hay que reconocerle su buen diseño pixelado que posee. Pese a no ser un juego bonito a casusa de su oscuro universo. Mucho toque sangriento, una fluidez importante en sus animaciones, y un diseño de personajes y escenarios bastante bien tratados, lo hace una propuesta retro de lo más interesante pese a no sobresalir por nada.

Desde el punto de vista sonoro. Esta aventura destaca, por un buen trabajo en lo que a efectos se refiere. A los que le acompaña una música aventurera oriental que encaja perfectamente con lo que estamos viendo en pantalla. Y nos ayuda a introducirnos en su mundo. Además, agradeciendo mucho la inclusión de textos al español que por poco que sean siempre vienen bien.

En definitiva. Disfrutar de ser ninja, de machacar demonios, y de morir centenares de veces siempre es una experiencia motivadora y llena de gracia. Y la verdad que Within the Blade; lo consigue, lo trata, y lo plantea de muy buenas maneras, y con conceptos que sorprenden dentro de lo básico y clásico que puede llegar a ser el juego.

Una aventura que me ha dado unas buenas horas. Me ha hecho disfrutar mucho de su acción, de su plataformeo, y de machacar todo lo que se nos cruza en pantalla. Y que si sois amantes de los conceptos más clásicos trasladados y mezclados con algunas mecánicas muy de moda hoy en día. Os aseguro que os lo vais a pasar genial con nuestro amigo Ninja y su afán por salvar su aldea del Loto Negro de las garras del mal.

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