Nota: 3,5
Desde hace ya tiempo, Antena 3 lleva apostando por la producción patria para contrarrestar el empuje de los realities de la eterna rival Mediaset. Una de esas propuestas que marcó el cambio de rumbo definitivo de la cadena dejando a un lado el sensacionalismo del corazón fue Hispania, una serie que se situaba en la España de la época de los romanos donde se nos relataba las vivencias de Viriato y compañía en su afán por expulsar a los invasores de sus tierras. Como ya comentamos en su análisis, sin llegar a ser nada espectacular, sí supuso un pequeño paso en la producción española por arriesgar en un panorama dominado por las comedietas de taberna, y aunque comenzó con fuerza en la batalla de las audiencias, la propuesta fue perdiendo fuelle hasta que finalmente la cadena optó por darle un final digno en su tercera temporada. Pero para nuestra sorpresa, las andanzas romanas por los pasillos de Antena 3 estaban lejos de terminar, ya que los responsables de la cadena no tardaron en anunciar un spin-off en toda regla, aunque en este caso, con las intrigas y las conspiraciones palaciegas ocupando el protagonismo en lugar de las batallas. Un opción bastante interesante, ya que si algo nos enseñaron las eternas Yo, Claudio o Roma es que las togas en el senado romano son un caldo de cultivo inmejorable para el misterio y el suspense.
¿Seguirá Imperium esa estela? Difícil lo tiene... La review completa, tras el salto.
Imperium nos sitúa justo después de la derrota sufrida por Galba en las combativas tierras hispanas. Sin embargo, también nos relata brevemente la partida del senador de Roma como un ser poderoso al que temer y cuya traición se paga con sangre. No obstante, a su vuelta, todo cambia con la vergüenza de la derrota. Durante el año que ha estado ausente, los complots contra su apellido han hecho mella en su nombre y sobre todo en su patrimonio, dejando tan solo una familia desvalida e inoperante a la que Galba deberá dirigir cual cabecilla. Bajo esta premisa, Imperium nos mete en la piel de un renacido villano que tendrá que sacar la mejor versión de su yo tramposo y embaucador para recuperar el trono perdido. Algo así como un Carlito´s Way a la romana con el inconmensurable talento de Lluis Homar, ¿qué podía salir mal?
Para empezar, la nueva serie de Antena 3 no se diferencia lo necesario de otras sobre rencillas históricas como pueden ser Los Tudor o Los Borgia. Imperium no aporta ni un solo ápice de frescura a la enésima trama sobre venganzas, por no hablar de la oportunidad perdida de contar un relato histórico fidedigno. Al final, todo se dirime entre Galba y suenemigo Quinto Servilio (Pepe Sancho) en su búsqueda de resarcimiento a toda cosa dejando a un lado el contexto, es decir: en qué época concreta nos situamos, en que situación específica a se encuentra el imperio romano, cómo funciona la república… Detalles que contribuirían a crear una sensación de veracidad mientras dan respiro a la trama central. Aquí, esa función la cumple un risible remix de Gladiator protagonizado por Jesús Olmedo, y todo el resto se centra en Galba y Servilio.
Seguramente, por la inexperiencia patria en eso de las series derivadas de otras series, otro punto bastante negativo ha sido sin duda la poca consideración que han tenido con el espectador que no ha visionado Hispania. De hecho, viendo las pobres audiencias de los últimos capítulos de la serie de Viriato, lo más recomendable hubiera sido cortar todos los lazos posibles con su predecesora. Sin embargo, incluso hay casos en los que notamos la falta de información como sucede con la ex mujer de Galba, Claudia (Nathalie Poza), o con Marco (Jesús Olmedo). Pero lo que resulta más grave es que se sigue pecando con personajes poco perfilados y sin ninguna gama de grises como el marido calzonazoso la mujer manipuladora.A pesar de contar con el habitual buen hacer Lluis Homar y su pérfido Galba, su trabajo no es suficiente para mantener a flote el barco, e incluso Pepe Sancho y su Quinto Servilio se quedan muy pequeños en comparación con el grandioso Rubén Bertomeu de la maravillosa Crematorio.
En definitiva, a Imperium no se le augura un destino dorado. De hecho, este imperio verá con toda probabilidad caer sus ladrillos antes de tiempo con audiencias que no han superado ni el 10 % en su estreno. Y es que a pesar de contar con unos decorados bastante sorprendentes, un vestuario respetable -donde la sensación de carnaval se va reduciendo- y una realización de aprobado con la eterna asignatura pendiente de cuidar la iluminación en interiores, Imperium no aprueba el examen por tratarse de un producto directamente aburrido y que bordea peligrosamente el ridículo. Se trata de la última víctima el poco cariño con el que se tratan los guiones en nuestra televisión y que lleva a intérpretes de la talla de Homar al recinto de la obra de teatro amateur. Y esta vez no sirve la excusa de la ausencia de medios.