Después de la derrota en la primera, se esperaba que Anand reaccionase en la segunda partida, y así lo hizo, devolvieldo el golpe con un mágnifico juego posicional que derivó en un final de torres totalmente ganado por las blancas. No hubo ninguna jugada brillante, pero si muchas jugadas buenas por parte de Anand que no dieron ninguna oportunidad de reacción a Topalov.
En la tercera partida, Anand abandonó la defensa Grunfeld que le dio tan malos resultados en la primera, eligiendo la sólida defensa eslava. Topalov no pudo hacer nada ante un Anand que jugó muy serio y sin cometer errores, consiguiendo unas fáciles tablas.
La apertura catalana también fue la protagonista de la cuarta partida. Aunque Topalov se apartó de la variante que le llevó a la derrota en la segunda partida, Anand introdujo una interesante novedad que no dejó al jugador bulgaro desarrollar su juego. La jugada 23. Cxh6+!! de Anand fue brillante y definitiva, dejando a Topalov totalmente perdido, motivo por el cual se vio forzado a abandonar nueve jugadas más tarde.
En la quinta partida Anand, jugando con negras, se decidía de nuevo por una defensa eslava e igualaba la posición sin demasiado esfuerzo, sacando unas sencillas tablas a Topalov.
La sexta partida, al igual la cuarta, también fue una apertura catalana, pero en la quinta jugada Topalov se desvió de la variante que le llevó a la derrota en dicho cuarto enfrentamiento. Como dato curioso hay que señalar que en esta partida Anad realizó trece jugadas consecutivas con el caballo, todo un record. Finalmente los dos caballos de Anand no pudieron imponerse a los dos alfiles de Topalov y la partida terminó en tablas.