De momento, Susana Díaz no recibe los apoyos suficientes para gobernar en Andalucía. La oposición, formada por el PP, Podemos, Ciudadanos e Izquierda Unida, le ha dicho que no. Se inaugura así la nueva era de la política española.
Vamos por partes. Susana Díaz convocó elecciones pensando que tendría el apoyo suficiente, para tener estabilidad y poder gobernar sin depender de nadie. Al final, el tiro le salió por la culata. Es cierto que ha dado un golpe en la mesa, sobre todo dentro de su partido de cara a disputarle el liderazgo a Pedro Sánchez, pero no lo suficientemente fuerte. De hecho, no quería depender de nadie para gobernar y resulta ahora que depende de todos. Depende de que Podemos o Ciudadanos se abstengan, cosa que no parecen dispuestos a hacer por ahora. Parecía que Ciudadanos sí (lo cual resulta mu curioso) pero al final fue que no. Esto ya ha pasado en otras comunidades anteriormente. Artur Mas adelantó las elecciones en Cataluña pensando que contaría con el apoyo suficiente y lo que tuvo fue un desplome importante. Álvarez-Cascos en Asturias convocó elecciones seis meses después de entrar en el Gobierno de la comunidad y acabó desapareciendo del mapa. Susana Díaz no ha acabado de ninguna de estas formas, pero la situación sí que es análoga: convocar elecciones creyendo tener el apoyo de la gente, y darse cuenta de que no tiene el apoyo suficiente. Quizá infravaloró demasiado a Podemos y Ciudadanos.
Incluso lo de no poder formar gobierno es algo ya visto en nuestra política. En Navarra, en 2007, UPN perdió la mayoría absoluta de la que disfrutaba. Al final, tras muchos tiras y aflojas, UPN (que vio como se le escindía el PP, bajo cuyas siglas se presentaba hasta entonces) tuvo que contar con el apoyo del PSN-PSOE al que tan ferozmente había atacado en campaña. ¿Pasará lo mismo en Andalucía? ¿Será una reedición de lo allí sucedido? ¿Veremos un pacto entre PP y PSOE al estilo de Navarra o Euskadi?
¿Qué partido va a querer gobernar con el PSOE andaluz? Apoyar al PSOE andaluz es como apoyar al PP valenciano o madrileño; apoyar a un partido con la corrupción enquistada. Sí, Susana Díaz presentó un programa con medidas anticorrupción. Pero no resulta creíble viniendo de donde viene.
Pero aunque la situación andaluza sea una reedición de situaciones a vistas en la política española, también marca el inicio de una nueva era. La irrupción de dos alternativas, Podemos y Ciudadanos, está fragmentando más aún la representatividad ciudadana, lo que hace más necesarios que nunca los pactos. Y en esto, tanto Podemos como Ciudadanos se van a convertir en partidos muy importantes. La única alternativa, para los que quieren sostener el bipartidismo tradicional, va a ser pactar entre ellos al más puro estilo endogámico: PP y PSOE. Estos dos partidos tienden a su desaparición y serán engullidos por el bipartidismo del futuro: Podemos y Ciudadanos. Ese es el futuro de la política española. Y ha comenzado en Andalucía.
Como ya dije al comentar los resultados de las elecciones andaluzas, vienen muchas citas electorales este año y todas van a resultar interesantes. El pistoletazo de salida lo dio Andalucía. Al año electoral y a la nueva era política española.