La suma de porcentaje de voto de las dos facciones de la derecha en Asturias fue del 49,61% en las elecciones autonómicas del pasado mayo de 2011. Aunque casi un año después hayan obtenido los escaños suficientes para gobernar en mayoría, lo harán con el respaldo del 46,36% de los votantes.
En Andalucía la derecha pierde 180.000 votos, y el partido que se encuentra en sus antípoda política, IU, gana más de 120.000.
La mentira, la ocultación de intenciones con fines electoreros, y la manipulación también se castigan. Gracias a los andaluces y los asturianos, el PP sabe hoy que no le sale gratis hacer lo mismo que criticó al gobierno anterior tras haber prometido en campaña lo contrario, e intentar justificarlo con propaganda y/o mentiras. Aunque no parece que la derechona se haya dado por aludida: esta misma noche han “resucitado” el vídeo de propaganda sobre su reforma electoral en contra de los derechos de los trabajadores.
Lo andaluces han dado hoy una oportunidad a la izquierda política que no esperaba: si IU y PSOE pactan para gobernar, tendrán la responsabilidad de demostrar que es posible capear la crisis sin que tengan que sufrirla los de siempre, y que es obligación de quien gobierna mostrar a los ciudadanos a donde va destinado hasta el último céntimo. La más pequeña mala práctica en el gobierno va a ser expuesta por la caverna mediática hasta la extenuación, fuera de Andalucía solo van a poner el foco mediático para contar que gracias al PP se vive “en placidez“.
Un gobierno de izquierdas en Andalucía es lo que han pedido los votantes, y es posible por mucho que las represalias del PP y caverna mediática lo intenten asfixiar. De su éxito o fracaso dependería la suerte del centro-izquierda y la izquierda en casi la totalidad del resto del Estado.