La historia nos ha legado el decisivo poso que los romanos dejaron en nuestra península ibérica tras más de siete siglos de dominio y culturización. El patrimonio que transmitieron fue notorio, importante. Y en Navarra no fue una excepción. En lo que se refiere a ciudades, destaca sin duda la antigua Andelos en el despoblado de Andión, cerca de la localidad de Mendigorría. Esta urbe debió ser un cruce de caminos entre las vías que atravesaban la comunidad foral de este a oeste y la que sigue el cauce del río Agra.
La extensión de Andelos llegaba a las 18 hectáreas, y contaba con un complejo sistema de aprovisionamiento de agua. Se trata de uno de los más interesantes de los que se conservan de la época romana en España, sin lugar a la duda. Una extraordinaria obra de la ingeniería civil. Así, una presa conocida como el Puente del Diablo (Presa de Iturranduz) recogía el agua de un gigantesco depósito.
Reconstrucción de la antigua ciudad romana de Andelos./Iñaki Diéguez
Esta instalación se conserva en buen estado. Tenía más de 7.000 metros cúbicos de capacidad con una altura de 3,5 metros y 37 contrafuertes destinados a reforzar las paredes. Al mismo tiempo, Andelos contaba con con un control de salida del agua, conocido como la cámara de las llaves gracias al cual se podía regular la cantidad de líquido que se enviaba desde allí a la ciudad a través de un acueducto.
Andelos, que perteneció al territorio de los vascones, aparece citada por los historiadores Plinio y Ptolomeo. Entre las ruinas se han descubierto varios mosaicos, calles, lujosas viviendas, tiendas o termas. Situada al sur de Puente la Reina, la ciudad que ocupó Andelos ya estuvo habitada en tiempos pretéritos. Se han constatado los restos de un asentamiento humano de origen vascón datado entre los siglos IV-III a.C. El esplendor de la urbe navarra llegó con el control romano en el siglo I, cuando alcanzó la categoría de civitas en el año 74. De tal época data el extraordinario complejo hidráulico de Andelos.
Restos de la urbe romana de Andelos.
La peculiar orografía de la zona condicionó el desarrollo de Andelos. La parte oeste de la urbe descendía con suavidad en dos amplios escalones, mientras que hacia el sur se extendía una vasta vaguada. La muralla que la circundaba cumplía una doble función: de defensa y de contención del terreno. Se articulaba en dos ejes principales, el cardus maximus o calle porticada, que discurría de norte a sur, y el decumanus maximus, que iba de este a oeste. En el primero el viajero puede apreciar las bases de los arcos del acueducto que transportaba el agua de la presa. Alcanza los 150 metros de longitud.
Lo que respecta a la zona residencial, se encontraba en la plataforma superior, que disponía de calles en óptimo estado de pavimentación, viviendas de amplias dimensiones y edificios públicos o tiendas. De entre los inmuebles que sobresalían estaban las termas, que disponían de vestuario, sauna, baños calientes, baños fríos o palestra, escenario en el que los andalonenses esculpían su cuerpo y liberaban la mente. En la parte suroeste de Andelos se ubicaba el barrio artesanal, del que se han localizado almacenes y una lavandería.
Reconstrucción del depósito de agua que abastecía a la ciudad./Iñaki Diéguez
Andelos estuvo habitada hasta la Edad Media, cuya ermita de Nuestra Señora de Andión permanece como testigo de aquellos tiempos. La ciudad se mantuvo como villa de señorío, cuya iglesia perteneció en el siglo XI a Santa María de Pamplona. No alcanzó el prestigio de otras urbes romanas en la península como Emerita Augusta, Itálica, Tarraco o Caesaraugusta; no obstante Andelos, junto a Julióbriga, llegó a erigirse como una de las ciudades de mayor enjundia en al zona norte de Hispania.
En el terreno sobre el que se extendía antaño lo ocupa hoy un museo arqueológico que alcanza unos 400 metros cuadrados. Alberga materiales encontrados en las excavaciones que van acompañados de paneles y maquetas que explican el desarrollo de la ciudad. Viajar a Navarra permite al viajero aficionado a la historia realizar grandes excursiones por toda la comunidad foral. Viana, Zugarramurdi, Estella u Olite son argumentos de peso para alquilar un coche y moverse con libertad. Lo agradecerá.
Dónde dormir: Casa Rural Orbara Etxea; Calle Navarrería 26; 31150 Mendigorría (Navarra); teléfono: 657701225; reservas@orbaraetxea.com.
Dónde comer: Bar Ligarza; Calle Los Ángeles; 31150 Mendigorría (Navarra); teléfono: 948340112.