André Kertész Budapespt 1894

Publicado el 12 enero 2015 por Carmen Ferreira @negocioscaninos

André Kertész nace en 1894 en Budapest , Hungria. Su padre librero Lipót Kertész deseaba que él fuese corredor de bolsa un oficio mas rentable a su ver que el de fotógrafo, su padre muere de tuberculosis  y al no recibir ningún ingreso se mudan a vivir a una casa en el capo y llevar una vida tranquila, mientras su hermano mayor Lipót se ocupaba de trabajar para ayudar a la familia, pagó los estudios de André Kertész en la academia de Comercio y le buscó un trabajo como corredor de bolsa, esta profesión no le motiva en absoluto y comienza a inspirarse en revistas, poesía y pintura para comenzar sus andanzas fotográficas  . André Kertész  fué fotógrafo autodidacta que se mudó a Paris en 1925 contra la voluntdad de su familia que querían que fuese corredor de bolsa.

Compra su primera cámara en 1912 y durante su tiempo libre comienza a hacer fotos a su entorno, destacan las de Gitanos, paisajes de la gran Llanura húngara. Sus trabajos se empiezan a publicar a partir de 1917 mientras estaba el ejercito Austrohúngaro en la Primera Guerra mundial, Aunque los primeros trabajos publicados datan de 1912 y 1914 cuándo parece alcanzar un estilo maduro.

En 1914es enviado al frente donde realiza fotografías en el frente de batalla y muchas de ellas son destruidas posteriormente.

En 1915 sufre un disparo en un brazo y es enviado a un hospital militar en Esztergom, dónde toma las series de fotos sobre nadadores llamada “distorsiones” a principios de los años 30.

Pasada la guerra vuelve a trabajar en la bolsa y contrae matrimonio con Erzsebet Salomon y ella es modelo de muchas de las fotografías de aquella época en la cual seguía compaginando el trabajo con su afición foto gráfica hasta que en 1920 decide dejar su trabajo como agente para volver al campo y dedicarse a la agricultura, pero en la ajetreada Hungía esta aventura dura poco y regresa de nuevo a la bolsa, aunque contempla la posibilidad de cambiar de vida e ir a Francia a aprender en las escuelas de fotografía su madre le disuade y decide quedarse en Hungria, dónde gana una medalla pero la condición para recibirla es que la fotografía debe ser impresa por el método de Bromoleotipia y a André Kertész no le complace en nada dicho procedimiento rehusando la medalla.

la revista Érdekes Újság utiliza una foto de André Kertész para la portada. Aquello acaba por animar a André Kertész a emigrar a París.

Su particular encuadre y sentido de la composición no le ayudan en sus comienzos para obtener la popularidad que él siempre pensará que nunca fue suficiente.

En París formó parte de el movimiento dadaísta y fue bien recibido por el público y la crítica pero la Segunda Guerra Mundial le empuja a emigrar a Estados Unidos dónde tiene problemas con bastantes editores y debe empezar de cero, trabajaba principalmente para revistas

En los años 40 abandona las revistas y se centra en su éxito internacional.

Kertész emigró a París en septiembre de 1925 en contra de los deseos de su madre, dejando atrás a sus hermanos, a Elizabeth y a su tío Lipót, quien murió poco después.3 Su hermano Jenő también emigró a Argentina, pero Elizabeth permaneció en Hungría hasta que Kertész se pudiera establecer en París. Kertész fue uno de los muchos artistas que emigraron del Imperio Austrohúngaro, como François Kollar, Robert Capa, Emeric Fehér y Brassaï. Otros artistas también inmigraron durante este periodo: es el caso deMan Ray, Germaine Krull (quien participó en algunas exhibiciones con Kertész) y Lucien Aigner, entre otros. En París, Kertész obtuvo éxito comercial y de crítica realizando publicaciones en revistas y posteriormente trabajos por encargo para varias revistas europeas. Fue el primer fotógrafo en realizar una muestra individual cuando Jan Slivinsky organizó una serie de exposiciones individuales para treinta fotógrafos en la Gallerie Au Sacre du Printemps en 1927.1 2 5

Tras su llegada a París, Kertész cambió su nombre por el de André, que usaría durante el resto de su vida. Por entonces muchos fotógrafos estaban interesados en el dadaísmo, el cual se estaba convirtiendo en un movimiento artístico considerable, especialmente en Francia. Kertész pronto conoció a varios miembros del movimiento y se relacionó con ellos. Además, contactó y visitó a otros fotógrafos y artistas húngaros mientras estaba en París. Más adelante, realizaría exposiciones junto a algunos de estos artistas. Kertész disfrutaba particularmente visitando a sus amigos escultores y también le impresionaba el cubismo. Durante su tiempo libre retrató a varios artistas, incluyendo a los pintores Piet Mondrian7 y Marc Chagall, la escritora Colette2 y el cineasta Sergéi Eisenstein.2 En 1928, Kertész dejó de usar cámaras con placas y adquirió una Leica; rápidamente, se acostumbró a su nueva cámara.6 7 Éste periodo, especialmente a finales de los años 1920, fue uno de los más productivos de su carrera, ya que tomaba fotografías diariamente y publicaba varias de estas en revistas. También dividía su tiempo cuidadosamente entre encargos y su fotografía personal.1 2 5 En 1930, Kertész ganó una medalla de plata por sus servicios a la fotografía en la Exposition Coloniale en París.5

Varias revistas francesas como VU y Art et Médecine publicaron fotos hechas por Kertész,3 muchas de las cuales fueron usadas en portadas.2 5 Kertész trabajó frecuentemente junto al editor de la revista Vu, Lucien Vogel, quien publicaba sus fotografías sin comentarios y le dejaba realizar reportajes sobre temas diversos. Kertész disfrutaba viajar en París y sus alrededores tomando fotografías relacionadas con el tema que Vogel le asignara. En 1933, le encargaron realizar una de sus más famosas series fotográficas titulada “Distorsiones”: una serie de 200 fotografías de dos modelos desnudos (un hombre y una mujer) en distintas poses frente a varios espejos cóncavos y convexos. En algunos casos la imagen de los modelos, Najinskaya Verackhatz y Nadia Kasine, aparecía tan distorsionada que sólo algunas extremidades o facciones eran reconocibles en la fotografía. Algunas de las fotos de esta serie aparecieron en el número del 2 de marzo de la revista Le Sourire y posteriormente en el número del 15 de septiembre de 1933 deArts et métiers graphiques.1 2 4 Kertész publicó el libro Distorsiones con todas las fotografías más adelante ese mismo año.

Luego de la publicación de su primer libro de fotografías, Enfants (dedicado a Elizabeth y a su madre, quien había muerto poco antes), en 1933, Kertész publicó varios libros de fotografía.2 6 Su siguiente libro, Paris, fue publicado en 1934 y fue dedicado a sus hermanos Imre y Jenő. Nos Amies les bêtes (Nuestros amigos los animales) fue lanzado en 1936 y Les Cathédrales du vin (Las catedrales de vino) en 1937.1 4 5

Aunque su familia no lo sabía, Kertész se había casado con una fotógrafa francesa llamada Rosza Klein (también conocida como Rogi André) a finales de los años 1920.2 El matrimonio duró muy poco y Kertész nunca habló sobre el tema hasta su muerte para no desilusionar a Elizabeth. En 1930, viajó a Hungría para visitar a su familia, pero regresó a París poco después. Elizabeth se mudó con él en 1931, a pesar de la oposición de su familia, y la pareja no se separaría a partir de entonces. Contrajeron matrimonio el 17 de junio de 1933 y Kertész empezó pasar menos tiempo con sus amigos artistas y fotógrafos para estar con su esposa.1 4 6

Cuando Kertész se casó, el Partido Nazi estaba adquiriendo poder en Alemania. Esto provocó que las revistas empezaran a publicar reportajes sobre política. Muchas revistas dejaron de publicar fotografías de Kertész, ya que no tenían relación alguna con temas políticos. A partir de entonces Kertész empezó a recibir menos comisiones, por lo que, con el consentimiento de Elizabeth, planeó mudarse a Nueva York para trabajar con la agencia Keystone de Ernie Prince. En 1936, ante la amenaza de la Segunda Guerra Mundial y la falta de trabajo, Kertész y Elizabeth embarcaron en el SS Washington rumbo a Manhattan.1 2 4 5 6

Periodo estadounidense[editar]

Kertész llegó a Nueva York el 15 de octubre de 1936 con la intención de reavivar su inspiración y darse a conocer como fotógrafo en los Estados Unidos.2 3 La pareja se estableció en el Beaux Arts Hotel en Greenwich Village.5 Desde su llegada, Kertész descubrió que la vida en los Estados Unidos era más difícil de lo que había imaginado. Más tarde se referiría a éste periodo de su vida como una “absoluta tragedia.”4 Ahora no tenía a sus amigos artistas de Francia y las personas en Estados Unidos no eran tan amables cuando los fotografiaban como la gente en París. Poco después de su llegada, Kertész contactó a Beaumont Newhall, el director del departamento fotográfico del Museo de Arte Moderno de Nueva York, quien estaba preparando una exposición tituladaPhotography 1839–1937.5 Sin embargo, cuando Kertész le ofreció algunas de las fotografías de “Distorsiones”, Newhall las criticó, lo que ofendió a Kertész. A pesar de eso, Newhall expuso las fotografías.6 En diciembre de 1937, Kertész realizó una exhibición individual en la PM Gallery. Su situación empeoró cuando la agencia Keystone le hizo pasar la mayor parte del tiempo trabajando en el estudio de la compañía, a pesar de haberle ofrecido transporte a diferentes lugares para que realizara periodismo fotográfico.2Kertész trató de visitar Francia, pero no tenía dinero. Para cuando había ahorrado suficiente, la Segunda Guerra Mundial ya había empezado, lo que imposibilitó el viaje. Sus problemas con el inglés también le afectaron. En Francia había sobrellevado su incapacidad para hablar francés, pero en Nueva York, donde se sentía como un forastero, sus problemas con el lenguaje tuvieron un efecto mayor.1 4

Sintiéndose cada vez más frustrado con la ciudad, Kertész dejó Keystone luego de que su jefe Ernie Prince abandonara la compañía en 1937. Posteriormente, la revista Harper’s Bazaar le encargó fotografías para un artículo sobre la tienda de departamentos Saks Fifth Avenue para su número de abril de 1937.3 Kertész continuó trabajando con la revista, además de aceptar comisiones de Town & Country para complementar sus ingresos. La revista Vogue le ofreció un trabajo,3 pero él rechazó la oferta, ya que temía que no pudiera fotografiar en un estudio como se acostumbraba en el mundo de la moda. En cambio, aceptó un trabajo en la revista Life. Su primera obra para ellos fue una pieza llamada The Tugboat (El Remolcador). A pesar de las instrucciones recibidas, Kertész no se limitó a fotografiar remolcadores, sino todo el muelle y sus actividades. Debido a esto, Life rehusó publicar sus fotos. Nuevamente, Kertész se sintió frustrado con la ciudad y su industria fotográfica.1 2 4 6

En el número del 25 de octubre de 1938 de Look, la revista publicó una serie de fotografías de Kertész llamada A Fireman Goes to School, pero los créditos le fueron dados a Ernie Prince, su antiguo jefe.5 Kertész, enfurecido, contempló la posibilidad de no volver a trabajar para ninguna revista. Sin embargo, sus fotografías aparecieron en la revista Coronet en 1937, pero en 1939 se desilusionó cuando la revista no incluyó ninguna de sus fotos entre las seleccionadas para el número especial “Fotografías más memorables” de Coronet. Posteriormente, Kertész daría por finalizada su relación con la revista y su editor Arnold Gingrich. La situación se repitió en el número de junio de 1941 de Vogue, dedicado a las fotografías en honor de Condé Montrose Nast, fundador de Condé Nast Publications. A pesar de haber realizado más de treinta ensayos fotográficos para Vogue y House & Garden, Kertész no apareció en la lista de fotógrafos. Ese mismo año Kertész y Elizabeth fueron declarados enemigos extranjeros, ya que ambos portaban pasaportes húngaros, por lo que no se le permitió fotografiar exteriores ni nada relacionado con la seguridad nacional.5 Más tarde, le tomarían las huellas digitales. Kertész dejó de realizar encargos y abandonó la fotografía durante tres años, ya que no quería ser arrestado ni tener problemas políticos para no perjudicar a Elizabeth, quien había iniciado un negocio de cosméticos (Cosmia Laboratories) con un amigo húngaro.1 2 4 6

Elizabeth obtuvo la ciudadanía estadounidense el 20 de enero de 1944 y su esposo el 3 de febrero.2 5 A pesar de la fuerte competencia con otros fotógrafos como Irving Penn, Kertész continuó realizando encargos. Aunque no fue incluido entre los sesenta y tres fotógrafos del “árbol genealógico fotográfico” de Vogue (el cual incluía los fotógrafos más importantes de la era), fue contratado por House & Garden para realizar una comisión de Navidad. En junio de 1944, László Moholy-Nagy le ofreció un puesto como profesor en la New Bauhaus – American School of Design, pero Kertész rechazó la oferta. En 1945, lanzó un nuevo libro de fotografías llamado Day of Paris, el cual incluía fotografías que había tomado justo antes de abandonar Europa. El libro fue un éxito de crítica. Kertész aceptó un contrato de larga duración con House & Garden en 1946. Aunque el contrato restringía su trabajo editorial y le obligaba a pasar la mayor parte del tiempo en el estudio, se le pagaban US$10.000 y le devolvían todos los negativos después de seis meses.1 4 5 6

Aunque los temas que podía fotografiar eran limitados, Kertész fue enviado a varios lugares y casas famosos. Incluso realizó viajes internacionales, visitando Inglaterra, París y Budapest. Entre 1945 y 1962, más de 3.000 de sus fotografías fueron publicadas enHouse & Garden y se volvió conocido en la industria fotográfica. Sin embargo, realizó pocos trabajos personales durante este periodo.1 2 4

Kertész (derecha) y Robert Doisneau enArlés (Francia) en 1975.

En 1946, Kertész realizó una exposición individual en el Art Institute of Chicago, compuesta principalmente por fotos de la serie Day of Paris. Frecuentemente se refería a éste como uno de sus mejores momentos en los Estados Unidos.5 Ésta fue su última muestra hasta 1962, cuando algunas de sus fotografías fueron expuestas en la Long Island University. Durante el periodo que pasó trabajando para House & Garden, Kertész se sintió insultado nuevamente cuando su trabajo no apareció en la famosa exposición de Edward Steichen The Family of Man en el Museo de Arte Moderno de Nueva York en 1955. A finales de 1961, rompió su contrato con Condé Nast Publishing debido a un altercado menor. Kertész, liberado de las restricciones que imponía la revista, trató de volver a la escena fotográfica internacional. Esta parte de su vida es conocida como el periodo internacional,4 ya que ganó fama internacional y realizó exhibiciones en varios países. En 1963 participó en la IV Mostra Biennale Internazionale della Fotografia en Venecia y más tarde en ese año hizo una exposición en la Biblioteca Nacional de Francia en París. En Venecia recibió una medalla de oro por su dedicación a la industria fotográfica. Posteriormente visitaría a su hermano Jenő en Argentina.1 2 4 5 6

Durante este periodo Kertész experimentó con fotografías en color, aunque sólo realizó unas cuantas de éstas. En 1964 Kertész realizó una exposición individual en el Museo de Arte Moderno, poco después de que John Szarkowski se convirtiera en el director de fotografía del museo.5 La exposición fue aclamada por la crítica y a raíz de ello Kertész fue considerado en los círculos fotográficos como una figura de relevancia. En 1952, se mudó con su esposa a un apartamento cerca del Washington Square Park. Allí Kertész tomó algunas de sus mejores fotografías desde que había llegado a los Estados Unidos. Las fotos, realizadas con teleobjetivo, mostraban el parque cubierto de nieve con numerosas siluetas y huellas.

Durante los años venideros, además de participar en numerosas exhibiciones por todo el mundo, también recibió varios premios: en 1965, fue nombrado miembro de la American Society of Media Photographers; en 1974 le fue otorgada la Beca Guggenheim y se le nombró Comandante de la Orden de las Artes y las Letras; en 1977, recibió el Mayor’s Award of Honor for Arts and Culture en Nueva York; en 1980, se le otorgó la Médaille de la Ville de Paris (Medalla de la Ciudad de París); y en ese mismo año ganó el primer Premio Anual de la Association of International Photography Art Dealers. En 1981, recibió un doctorado honorario del Bard College y recibió por segunda ocasión el Mayor’s Award of Honor for Arts and Culture. Kertész produjo varios libros durante este periodo y recuperó varios de los negativos que había dejado en Francia años atrás.2 4 5 6

Durante sus últimos años, Kertész viajó a varios países con motivo de sus exposiciones, especialmente a Japón, y logró restablecer sus relaciones con otros artistas. Elizabeth murió de cáncer en 1977. Para sobrellevar la pérdida, Kertész empezó a pasar más tiempo con sus amigos, visitándolos algunas noches para conversar. Para entonces, ya había aprendido inglés básico y hablaba con sus amigos una extraña mezcla de inglés, húngaro y francés.2 4 En 1979 Polaroid le regaló una de sus nuevos modelos SX-70, cámara con la cual experimentó durante los años 1980. En 1982, se le otorgó el Gran Premio Nacional de Fotografía en París y ganó el 21° Premio Anual George Washington de la American Hungarian Foundation. Su agente, Susan Harder, trató activamente de que otros reconocieran las contribuciones de Kertész a la historia de la fotografía. En 1983, Kertész recibió un doctorado honorario del Royal College of Art. En ese mismo año fue nombrado Caballero de la Legión de Honor y se le otorgó un apartamento para sus futuras visitas a París. Otros de los reconocimientos que recibió son: el Annual Lifetime Achievement Award del Maine Photographic Workshop (1984), el Californian Distinguished Career in Photography Award (1985), el primer Annual Master of Photography Awarddel International Center of Photography (1985) y un doctorado honorífico de la Parsons The New School for Design. Además de estos reconocimientos, el Museo Metropolitano de Arte compró 100 de sus fotografías en 1984, la mayor adquisición de fotografías de un artista vivo realizada por un museo.2 6

Kertész murió en su hogar mientras dormía, el 28 de septiembre de 1985. Sus restos fueron cremados y enterrados junto a los de su esposa.2 4 6

Legado[editar]

Kertész consideraba que su trabajo no había sido reconocido debidamente, a pesar de haber pasado la mayor parte de su vida buscando aceptación y fama. Aunque recibió numerosos premios por sus fotografías, nunca sintió que su estilo fuera aceptado de la misma manera por los críticos y la audiencia. En 1927, fue el primer fotógrafo en realizar una exposición individual. Durante el periodo estadounidense fue considerado un artista íntimista, capaz de llevar al espectador al interior de sus obras, incluso si la fotografía tenía por motivo la ciudad de Nueva York.8 Después de su muerte, su trabajo continuó recibiendo críticas positivas, siendo considerado un fotógrafo consistentemente fino.9 Su obra es conocida por el uso predominante de la luz; el mismo Kertész dijo “Yo escribo con luz.”2 Kertész no era seguidor de ningún movimiento político y sus fotografías se limitaban a representar la simplicidad de la vida. Con su estilo íntimo y su tono nostálgico,8 sus fotografías transmiten una sensación de eternidad que no fue reconocida hasta después de su muerte.4 A diferencia de lo que sucede en otros fotógrafos, sus obras daban una idea de su estilo vida, mostrando en orden cronológico los lugares en los que había estado;2 por ejemplo, muchas de las fotografías del periodo francés fueron tomadas en cafés donde pasa la mayor parte del tiempo buscando inspiración.4 Aunque casi nunca recibía críticas negativas, fue la falta de críticas lo que lo llevó a sentir la falta de reconocimiento. Actualmente, Kertész es considerado el padre del periodismo fotográfico.10 Varios fotógrafos han sido influenciados por los trabajos de Kertész, incluyendo a Henri Cartier-Bresson.4