Cuando nos llegó a La Esfera el último trabajo (libro-disco) de Andrés Molina lo primero que pensé fue “así se combate a los piratas”. Tenía en mis manos un trabajo de edición superior, un libro de maquetación perfecta, en tapa dura que contiene un CD musical con una veintena de temas, un DVD con la grabación del espectáculo, una colección de fotografías muy sugerentes y una colección de sonetos de Vicente Huidobro, Becquer, Miguel Hernández, Pablo Neruda... mucho que asimilar. Un trabajo que no vale tenerlo en digital, necesitas poseerlo.
Andrés Molina en un primer plano, junto al poeta Pedro Flores, en el Bar el Bote en Las Palmas de Gran Canaria
El cantautor nos ofrece en “El hombre que bebió con Dylan Thomas” uno de esos trabajos que si te acercas a él necesitas compartirlo con aquellos seres a los que les presupones sensibilidad, haciéndolo como si tuvieses cápsulas con monodosis de verdad. Y cuando empiezas a digerir el trabajo te das cuenta de que realmente debería haberse titulado “Los hombres que bebieron con Dylan Thomas”, pues en el mismo se aglutina el sentimiento, el alma y las entrañas de varios artistas. Andrés Molina musicaliza principalmente los sonetos del poeta canario contemporáneo Pedro Flores y de otros clásicos, Samuel Labrador acompaña al piano y se encargó de los arreglos musicales y no deja de estar presente la sombra de Dylan Tomas y sus borracheras de güisqui.Un trabajo musical al que te puedes acercar aunque la poesía te produzca urticaria. Suena actual, desgarradamente mundano, directo en vena, no te lleva por los típicos artificios literarios de la poesía de los que al final no entiendes nada. Contiene sonetos "malditos", donde la belleza es detestable y también se rompe, donde el amor sangra y donde los poetas son dementes y perdedores.
El “simple” título de cada canción ya muestra intensiones, no son mediocres ni puestos al azar: “Nunca te escribiré algo tan hermoso”, “Este idiota a la sombra de un soneto”, “Mi corazón añora tus rechazos”, “No moriré en Paris con aguacero”, “Un día dejarás de ser hermosa”, “Maldigo a tu mamá que te hizo hermosa”... sin duda caminan por la senda de los perdedores.
“El hombre que bebió con Dylan Thomas”
de Andrés Molina,editado por El Ángel Caído Ediciones. El propio Andrés Molina reconoce lo arriesgado del proyecto, consciente de la dificultad que tiene la poesía para llegar al gran público y aún así trata de rizar el rizo, grabando el trabajo en riguroso directo en el Teatro Leal de La Laguna en Tenerife el pasado 15 Noviembre de 2013. Y con total humildad lo publica íntegro en YouTube para el disfrute del todo el público. Pero considero que este espectáculo es para consumir en directo y tiene muchos mimbres para tener un largo recorrido y pasar por muchos escenarios.
Como dijo el poeta “Tengo toda la muerte para amarte” y con “El hombre que bebió con Dylan Thomas” tenemos toda la vida para hacer nuestro este trabajo.
- Puedes escuchar el espectáculo al completo aquí.