El pasado 26 de abril una trágica noticia alarmó al mundo y en particular a quienes conocíamos al asturiano; el terremoto de Nepal le había pillado de pleno en su último viaje por aquellas tierras del valle del Langtang. Ángel comenzó a viajar a Nepal en el 2010 (si la memoria no me falla) y sus gentes y paisajes le cautivaron de tal manera que volvía cada año a recorrer sus valles, aldeas, collados y alguna que otra cumbre. Recuerdo como nos contaba un año a la vuelta del viaje la felicidad de aquell@s nin@s cuando les regalaban un lápiz, un cuaderno, o unos caramelos; te estremecías al escucharle describir como les hacían tan felices con objetos que en la sociedad occidental más desarrollada (económicamente hablando) lo hemos transformado en insignificante.
Ángel era un buscador de valores e ideales, un hombre comprometido, una persona de las que si se te cruza en la vida debes cuidarla y no dejarla que se aleje. Nuestro amigo asturiano ya no verá junto a nosotros La Pedriza que tanto le enamoró. La observará desde las alturas, y nos verá recorrer sus sendas, callejones, laberintos y llambrias por las que caminó como un niño con zapatos nuevos. Siempre caminaremos a tu lado, siempre estarás en nuestros corazones, amigo Ángel.
Namasté querido amigo
Este 30 de mayo nos hemos vuelto a juntar en la "VIII Marcha Amigos de Iñaki" con la ausencia física de Ángel; pero ten por seguro amigo que te llevaremos en lo más profundo de nuestro ser, entraste en nuestras vidas y allí seguirás para siempre.
© Texto y fotografía de Rafael Rodríguez