Ángel, un instante, una vida

Publicado el 01 julio 2023 por Manuelsegura @manuelsegura

El fotógrafo murciano Ángel Martínez Requiel (1944-2023), fallecido este viernes, fue el vivo ejemplo del profesional del periodismo gráfico hecho a sí mismo. Aprendió el oficio de otro maestro, Juan López Hernández (1914-1985), con el que comenzó a colaborar a los 20 años de edad. De López cogió lo mejor de su técnica en el revelado, positivado y captación de imágenes. Su pronta llegada al periódico Línea, de la mano de su mentor, lo introdujo en el mundo del fotorreporterismo de la época. Uno de los periodistas emblemáticos de aquel diario, Diego Vera, recordaba que trabajar con Ángel era muy fácil: “Sabía captar lo trascendente del momento”. Tras ello, desembarcó en la Hoja del Lunes, el semanario de la Asociación de la Prensa de Murcia. Y después, en el servicio gráfico de la Agencia EFE, a través de la delegación murciana. Sus trabajos tuvieron amplia repercusión en diarios nacionales, como El País o Diario 16, o en semanarios de gran tirada y difusión como El Caso. Pasó también por gabinetes de prensa, como el de la Universidad de Murcia o el del Gobierno regional. Y colaboró activamente en los primeros años del diario La Opinión, con la aportación de su valioso archivo.

A Ángel Martínez Requiel le debemos muchas de las fotografías icónicas de la Transición política y de años posteriores en la Región. Por poner algún ejemplo, las de Adolfo Suárez, en su primera visita a Murcia como presidente del Gobierno en 1977; a comienzos de 1980, la del entonces presidente del preautonómico Consejo Regional, Andrés Hernández Ros, acudiendo en bicicleta a su despacho en el edificio del paseo del Teniente Flomesta. O la del secretario general del PCE, Santiago Carrillo, en el interior de la catedral de Murcia, saludando al obispo Javier Azagra, tras el trágico accidente de autobús, ocurrido en 1981 en Quintanar de la Orden, cuando un grupo de militantes regresaba de la fiesta del partido en Madrid y murieron 27 personas. O, en 1984, la del poeta Rafael Alberti y la actriz Nuria Espert, junto al monumento al cardenal Belluga, en la Glorieta murciana. O la de Paco Rabal, saludando eufórico a sus paisanos de Águilas tras inaugurar una calle con su nombre ese mismo año. O la de Vittorio Gassman, también en el verano del 84, a su llegada al aeropuerto de San Javier para participar en el Festival de Teatro, donde finalmente no llegó a actuar por una indisposición de última hora. Muchas de ellas fueron recopiladas en un imprescindible trabajo elaborado en el año 2014.

Con el tiempo, Ángel, como el que fuera su suegro, Juan López, transmitieron la pasión por la fotografía a su hijo y nieto, Juanchi López, firme continuador de la saga. Recordaremos a Ángel por su profesionalidad contrastada, su temple y su bonhomía. Y yo, particularmente, por el cariño que siempre me demostró, como cuando me fotografió para la Hoja del Lunes, en 1989, por encargo de Pepe Freixinós, que me entrevistó tras ser nombrado, a mis 26 años, director de una emisora de Radio Nacional de España en Teruel. “Es un placer fotografiar al director más joven de Radio Nacional”, me dijo entonces, esbozando su media sonrisa, a las puertas del hotel Hispano. Para mí, Ángel, sí que fue un honor conocerte. Buen viaje, amigo.

[eldiario.esMurcia 1-7-2023]