La canciller aseguró que no tocará la ley de uniones civiles homosexuales, dejando clara su homofobia al excluir a las familias homoparentales y matrimonios LGTB de su discurso sobre el 'matrimonio' y la 'familia'.
Curiosamente esta oposición por parte del gobierno alemán se produce después de que el Tribunal Constitucional del país exigiese recientemente que se aumentasen los beneficios que adquieren las parejas LGTB. Aunque en su lucha homófoba, la canciller alemana no se encuentra sola, ya que según la política Katherina Reiche, perteneciente a la Unión Demócrata Cristiana (CDU) "la homosexualidad es casi la mayor amenaza a la prosperidad de Alemania".
Fuente: Ponte en mi Piel