Tanya es la que más protagonismo tiene en esta ocasión aunque la cosa, la verdad, está bien repartida. Es una adolescente que vive con sus padres y su abuelo, un hombre un poco "verde". Tremendamente observadora y con una mente prodigiosa, su coeficiente intelectual es muy alto, resulta ser una de las elegidas por los de "arriba" para vencer a los "malos".
Estamos ante la lucha entre la Luz y la Oscuridad, o lo que es lo mismo, el Bien y el Mal, también llamados CieloeInfierno.
Cada uno pues, posee un don que le ayudará a luchar contra los demonios y todas sus variantes.
Para terminar, Mauro, mi favorito. Lo siento pero es mi "ojito derecho". Vale que todos tienen un "algo" que los hace destacar pero este... es especial. No tiene familia ni sitio al que acudir. Lo acompaña una chica, Rhea, con la que comparte su dolor. Y es que, el muchacho tiene un pasado muy triste que no ha podido superar.
No estarán solos en esta dura batalla. Contarán con la ayuda de Séfora y Nínive. La última no es un ser con alas pero vive en un espejo y sin duda posee cualidades mágicas.
Estos ángeles, también demonios, "a la española" protagonizan una buena historia de ritmo constante. La acción y algunas que otras sonrisas están aseguradas. Se lee en muy poquito tiempo, es ágil.
La pluma de Victor Conde me ha gustado. No es una prosa compleja, ni muchísimo menos, pero dos o tres palabras se me resistían cosa que nunca viene mal y lo agradezco.
El prólogo corre a cargo de José Antonio Cotrina al que "conozco" de oídas. La portada la firma Rebeca Saray cuyo nombre me sonaba por el libro de fotografías "Réquiem".
Espero que el siguiente no tarde mucho en llegar a nuestras librerías porque el final de esta primera parte te deja K.O. literalmente hablando. ¡Saludos devorador@s!
Agradecimientos Editorial Hidra