Hay amores que son inmortales, que traspasan todas las barreras del tiempo y del espacio. Keilan lo sabe. Ha esperado a María durante siglos.
El amor que se profesan Maer-Aeng y Keilan no tiene límites. Ambos son ángeles desterrados que se encuentran en la tierra separados por una maldición. Maer-Aeng se ha reencarnado dos veces en humana, ahora se llama María y tiene dieciséis años, de familia gitana y con extraños poderes. Vive en una situación difícil y quiere alejarse de su abuela ya que la quiere casar con su vecino borracho.
Keilan abandonó sus alas para encontrar a Maer-Aeng. Ahora se encuentra bajo la estatua de piedra del cementerio de Águilas, el pueblo de María, esperando que llegué el momento de reencontrarse con ella. No lo va a tener nada fácil porque Grunontal hará todo lo posible para impedir que María recuerde quien es y así tener a Keilan bajo su poder.
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Ángeles Desterrados es la primera novela que publica Anabel Botella, una bonita historia que habla de amor y de traiciones. Keilan abandonó sus alas de ángel en busca de Mar-Aeng y ahora tendrá que embarcarse en una carrera contrarreloj para hacer que María recuerde que es un ángel desterrado y sus sentimientos hacia él. No lo va a tener nada fácil porque deberá enfrentarse a los diferentes obstáculos que el demonio Grunontal le impondrá para quedarse con él y que la ame para siempre.
Keilan y Maer-Aeng tienen una historia de amor preciosa, pero no me he sentido completamente atrapada por ella, ni me he sentido afín con los protagonistas: no he logrado simpatizar con ellos excepto, quizás un poco, con Keilan por sus comentarios jocosos. Necesitaba conocer más de la vida de María antes del momento en que empieza la novela (sus vivencias dentro un de una familia
Las últimas páginas de la novela son apoteósicas, se acelera el proceso y parece que una guerra está a punto de estallar. Un final en el que todo se acaba solucionando demasiado rápido. Creo que este es el problema, que en las primeras páginas se atisba que es un relato con potencial pero los acontecimientos hacen que se necesiten más páginas para explicar bien toda la historia. Además, la ausencia de algunas palabras ha dificultado mi lectura y creo que ha sido otro motivo por el que la novela no haya conseguido engancharme.
Aun así, espero que os atreváis a leer Ángeles Desterrados y conozcáis su historia de amor. Por mi parte, seguiré la pista a Anabel y a sus próximas publicaciones.
Anabel Botella Soler se recuerda con un libro en las manos desde que tuvo uso de razón. Siempre tuvo claro que quería dedicarse al teatro y desde 2003 se dedica a escribir cuentos dramatizados que representa con la compañía de teatro Serpentina.