Volvía por segunda vez la guapa directora estonia para seguir buscando el flechazo aunque afrontando un concierto un tanto complejo por las obras elegidas, tras la conferencia previa de Israel López Estelche precisamente sobre la obra del paisano de la Sra. Tali recordando el cumpleaños de los tres cuartos de siglo, y habiendo declinado la invitación de estar entre nosotros, en parte por su edad avanzada y para alivio de la maestra por lo que supondría preparar una obra con el compositor al lado que siempre hace cambios de última hora sobre la partitura (y de lo que los músicos de la OSPA tienen experiencia en carne propia con Penderecki).
La propina no podía ser otra que Bach y la Zarabanda de la Suite nº 5, siempre una delicia para el oído en una interpretación "contagiada" por la angustia que aún mascábamos del excelente Elgar. Un buen broche para este gran año de cellistas en Asturias, precisamente con uno "de la tierra". Lástima el "acompañamiento" de toses y portazos más el murmullo de fondo de los pasillos (se celebraba a la misma hora en la Sala de Cámara el Pregón de Navidad y Concierto del Joven Coro de la Fundación Príncipe de Asturias que dirige mi amigo José Ángel Émbil Miranda, que se hizo más ostensible al finalizar la segunda parte en pleno ppp orquestal. La mala educación aumenta peligrosamente...
La segunda parte nos trajo el estreno en España de la Sinfonía nº 4 "Los Ángeles" (2008) de Arvo Pärt (Paide, 11 de septiembre de 1935), bien desgranada en la conferencia y notas al programa por el compositor Israel L. Estelche que deberían ser "obligadas" antes de la escucha de obras tan complejas como la disfrutada por servidor y algunos más este "primer viernes después de Jacobs", llena de sutilezas que van más allá de lo meramente acústico.
La directora y compatriota del compositor domina las obras del siglo XX y esta sinfonía la dirigió el pasado septiembre a la Gothemburg Symphony (de la que es titular Dudamel junto a la de Los Ángeles donde relevó a Esa-Peka Salonen quien estrenó precisamente esta obra como si cerrásemos el círculo místico), por lo que supo sacar de la cuerda, arpa y percusión utilizadas en la orquestación lo mejor de ellas, con una tensión permanente donde el silencio forman parte importantísima de esta sinfonía dedicada tal vez a unos ángeles negros, demonios cual ángeles caídos que remontan el vuelo desde una "escritura vocal" tan propia de Pärt y deudora de la música medieval, renacentista o barroca (siempre con "nuestro Bach" presente) tamizada por una religiosidad espiritual, oriental y zen de vacíos perfilados a la vez que occidental y minimalista sin llegar a romper moldes como otros contemporáneos suyos.
En la crítica de la grabación de esta sinfonía que hace Juan Carlos Moreno en el último Scherzo, la titula "Misteriosa e hipnótica" y así resultó toda la interpretación magistralmente llevada por la directora estonia, respirando esa atmósfera irreal, extraña y como ajena al mundo. Momentos de rebelión y final sin apoteósis, dudoso cual gigantesca interrogante que quedó flotando ¡como un ángel!.
La respuesta está en nosotros, en cada uno de los que escuchamos esta obra hermosa e inquietante. Mis tan leídos críticos de juventud "Contrapunto" (LVA) y "Florestán" (LNE) tal vez escribirían sobre la necesidad de una segunda escucha para formarse mejor opinión. Internet con YouTube® nos permite disfrutarlas casi desde el día del estreno o incrustarlas en este comentario. Pero el directo, con nuestra OSPA y Anu Talli han sido irrepetibles. Al menos Radio Clásica lo grabó (de nuevo coincidencias angelicales: a la misma hora emitían el último de febrero) para repetir.