Animal -juerga sin fin

Publicado el 23 julio 2024 por Jorge Bertran Garcia @JorgeABertran

¿Cuándo se convirtió la fiesta en la única forma de ocio posible? La combinación de consumo de alcohol -y tabaco, y drogas- con música barata y ruidosa se usa para cumpleaños, bodas, comuniones, para celebrar una graduación o la victoria de tu equipo de fútbol y para escapar de la rutina los fines de semana. Y para muchos, la fiesta es también la mejor forma de hacer turismo. La película Animal (2023) de la directora griega Sofia Exarchou nos muestra de forma contundente el vacío de la fiesta a través de su protagonista, Kalia (Dimitra Vlagopoulou), una mujer ya madura que lleva toda una vida dedicándose a ser animadora de los turistas en hoteles, o a hacer bolos en discotecas. La película nos muestra a Kalia como parte de un grupo de animadores -prácticamente una troupe de artistas, casi circenses- cuyo trabajo es divertir a los demás fabricando un falsa atmósfera festiva: bailando, cantando, bebiendo mucho alcohol y convirtiéndose incluso en cebo sexual -la reveladora escena en la que las chicas meten relleno en los sujetadores-. El problema llega cuando estos trabajadores dedican su tiempo de ocio, también, a salir de fiesta, en una continuación de su propio oficio, convirtiendo su vida en una juerga sin fin. Esto, claro, conlleva peligros que la película explora: desde el alcoholismo hasta las agresiones sexuales. Pero sobre todo, gracias a una fantástica interpretación de Dimitra Vlagopoulou, Animal nos muestra el vacío existencial de un sistema absurdo que erosiona cualquier emoción humana o placer auténtico, en favor de una felicidad de TikTok que existe solo de cara a la galería. Los personajes que vemos están constantemente bebiendo para soportar las largas horas de trabajo, fingiendo alegría, cantando canciones populares, dejándose utilizar por turistas depredadores. Con puntos en común con la reciente How to Have Sex (2023) y con el cine de Sean Baker en su vertiente más social, la película de Exarchou hace un estupendo retrato de su protagonista, a la que refleja en otro personaje importante, la joven Eva (Flomaria Papadaki), que acaba siguiendo los pasos de Kalia hacia una existencia sin sentido.