Este film australiano dirigido por David Michôd tiene como protagonista a Josh "J" (James Frecheville), cuya madre fallece, lo que le hace instalarse en casa de su abuela, para vivir con ella y sus tíos. El problemas está en que su madre apenas tenía relación con su abuela, aunque el recibimiento en casa es positivo. Los problemas surgen cuando descubre que los hermanos de su madre tienen entre manos negocios ilegales (en los que querrán iniciar a su sobrino), lo que hará que la policía les tenga en el punto de mira. La delincuencia y la venganza jugarán importantes papeles.
La película cuenta con 18 nominaciones en los Australian Film Institute Awards, lo que la convierten en la absoluta favorita. Además, tiene entre sus manos el Premio del Jurado a la Mejor Película Internacional en el Festival de Sundance 2010. Pero como he dicho, este drama criminal no aspira a ser elegida como una de las diez mejores películas del año, sino que se conforma con colar a Jacki Weaver en la categoría de Mejor Actriz de Reparto. Y habiendo puesto en marcha ya la máquina de la publicidad, no sería para nada descabellado encontrarnos con su nombre el día que se hagan públicas las nominaciones. A pesar de que su papel no adquiere protagonismo hasta la última parte del film, cuenta con un par de escenas en las que deja claro que quiere ser reconocida como una de las mejores intérpretes de este año.
Un drama intenso, a ratos algo lento, que no te dejará quitar los ojos de la pantalla para no perderte ni un sólo momento del film. Además tiene a su favor su duración; no es excesivamente larga (112 minutos). Cuenta entre sus protagonistas con Guy Pearce, un policía que se acercará a Josh para intentar poner fin al vandalismo de sus tíos y con Josh Helman, al que vimos en The Pacific, aunque su participación es meramente anecdótica. Y ojito con el final.
Puntuación: 8/10.