Tener un animal de compañía es una decisión que no se puede tomar a la ligera y que lleva consigo mucho trabajo, siempre más del que pensamos. Compartimos nuestras vidas, nuestras casas, nuestros corazones e incluso nuestros hijos con ellos; se convierten en parte de nuestra familia y como sucede cuando tenemos hijos, debemos pensar en su educación. Es impensable concebir la vida de nuestros hijos, sobrinos, hermanos… sin que en ella aparezca a escuela, y esa misma consideración hemos de tener con nuestras mascotas. Los años de información que nos inculcan nuestros profesores son preguntas y respuestas que un adiestrador nos facilitará para socializar con éxito a nuestra mascota.
Si nuestro objetivo es que su convivencia con la sociedad sea lo más favorable posible, no debemos olvidarnos de contratar un seguro de animales de compañía. Independientemente del adiestramiento que tengan, pueden darse situaciones de estrés, violentas… que el perro sienta miedo y ataque al sentir la necesidad de defenderse. Son en momentos como estos cuando se ve la importancia que tienen los seguros de animales de compañía. Si no has seguido los pasos correctos para proteger al perro y a su entorno puedes tener problemas serios.
Igual que con nuestros hijos, el primer nivel de educación corresponde a la familia, pues hay situaciones que sólo se dan en el hogar y que son definidas por los hábitos familiares. Si permitimos que nuestra mascota nos ponga las patas encima nos resultará muy difícil enseñarle cuando puede hacerlo y cuando no. Los canes son animales de costumbres y eso no es algo se pueda variar a nuestro antojo.
Las tareas más complejas también pueden ser enseñadas en casa, pero es más frecuente que se recurra a profesionales. Un adiestrador está más capacitado para dar respuesta a las preguntas que surgen cuando se empieza la enseñanza de cualquier mascota. Sin embargo, antes de elegir que adiestrador dará respuesta a esas preguntas y situaciones que queremos corregir, debemos evaluar su capacidad de interpretar al perro, su creatividad y su experiencia pues es una mascota sí, pero también es parte de nuestra familia.
Una de las principales preguntas que nos hacemos, tengamos perros o no, es por qué ladran, las respuestas acertadas están en boca de un adiestrador pues cada animal es diferente, y según su grado de socialización y del comportamiento de los dueños así variará su grado de soledad, estrés o miedo. Estos ladridos pueden traducirse en ataque si el perro no está bien adiestrado. Si no has contratado seguro de animales de compañía, lo barato al final saldrá caro.