Reseña
Animales fantásticos. Los Secretos de Dumbledore | El profesor Albus Dumbledore sabe que el poderoso mago oscuro Gellert Grindelwald está haciendo planes para apoderarse del mundo mágico. Incapaz de detenerlo él solo, confía en el Magizoólogo Newt Scamander para dirigir un intrépido equipo de magos, brujas y un valiente panadero Muggle en una misión peligrosa, donde se encuentran con antiguos y nuevos animales y se enfrentan a una legión cada vez más numerosa de seguidores de Grindelwald. Hay mucho en juego así que nos preguntamos hasta cuándo podrá permanecer Dumbledore al margen.
Duración
2 horas y 22 minutos
¿Qué nos quieren vender?
Siempre nos quieren vender algo | Cuando hablamos de escenarios comunicacionales, cualquiera que sea, queriéndolo o no, las personas estamos haciendo una venta debido a que al hacer siembra de imágenes mentales a partir del esfuerzo de comunicación (imagen, video, texto, audio, entre tantos otros), vendemos algo, en el peor o mejor caso, nos vendemos a nosotros mismos.
Ahora, las compañías que están detrás de la ideación, producción y comercialización de las piezas audiovisuales a las cuales llamamos películas, esas corporaciones, tienen intereses más allá de ganar dinero, e incluso estas corporaciones forman parte de conglomerados económicos con intereses menos transparentes al gran público.
Por ejemplo, si es una buena idea el aborto, no por la práctica en sí misma o por salud física o mental sino porque es un buen negocio, empezaremos a ver insistentemente películas relacionadas con el tema en todas las plataformas, pero también la música hará el coro al mensaje que se busca comunicar y, «como por arte de magia» aparecerán estudios científicos y pseudo especialistas de las más prestigiosas universidades y cargos que avalarán la información y actuarán como voceros del mensaje, mensaje que será difundido masivamente por los medios de comunicación que son un piñón clave en el engranaje. Esto hace 80 años era muy difícil de visualizar pero hoy es terriblemente evidente.
A la fecha podemos darnos una vuelta por cualquier plataforma como Netflix, Movistar, Amazon, etc., y veremos recurrentemente películas que hablan del fin de la humanidad y/o del planeta tierra, de vampirismo, mucho pero mucho terror, homosexualidad, puesta en duda de todo aquello que históricamente ha sido una verdad, entre otros temas.
Veamos qué es lo que nos quieren vender con «Animales fantásticos. Los Secretos de Dumbledore»:
Magia
Al ser un pequeño brazo de la gran saga de Harry Potter que no es precisamente una comedia, es claro que la temática central de «Animales fantásticos. Los Secretos de Dumbledore» es el mundo mágico pero bajo la excusa de la «fantasía» se le está vendiendo al individuo que confía en grandes firmas como Pixar, Disney, Dreamworks, Warner, – craso error – una línea de pensamiento que más se parece a la propaganda usada por Hitler que a un ejercicio sano para comunicar historias.
Siempre hay trampa en las producciones de Hollywood, siempre hay trampa al igual que la hay en la mayoría de campañas publicitarias de las grandes firmas con alcance mundial. Venderle magia a la gente es vender esperanza y fé en algo que trasladado a la dinámica de vida de hoy se equipara al poco esfuerzo para lograr grandes resultados, completamente irreal, que por otro lado por eso se llama Fantasía.
Ahora, la fantasía se vende como fantasía con intención de realidad y desde Harry Potter hasta hoy se ha hecho de la misma forma, llevando al espectador a caminar por una línea muy fina entre lo que es posible y lo que no. Para lograr eficiencia en la siembra de imágenes mentales se dota a los animales de gestos, ademanes e incluso sentimientos humanos lo que permite empatizar con el espectador o que el espectador empatice con engendros producto de la magia.
Esta es una película más que nos vende la ansiedad que produce la idea de saber que el mundo está en peligro de ser aniquilado, algo que se ha intensificado con el tiempo en la oferta de plataformas como Netflix o Amazon. «El hombre es el culpable de que estemos al borde del colapso y la magia ayudará a construir un mundo más justo y mejor», se puede leer entre líneas.
La magia es una forma «no natural» de afectar o transformar la realidad y la película nos muestra su alineación con la idea de modificar la naturaleza humana, algo que proponen en la actualidad pensonajillos siniestros como Elon Musk, Mark Zuckerberg o Bill Gates, no con la magia de Harry Potter sino con «otro tipo de magia», la tecnología. Lo anterior puede verse en el momento en que se le propone a un personaje de la película retirarle la memoria o los recuerdos que tiene de su hermana.
El mundo de la magia es el mundo de la mentira, de la hipocresía y parte del mensaje de esta película es precisamente eso, la normalización de aquello que históricamente hemos entendido como dañino, tal y como sucede con la burla, algo que parece francamente liviano pero que caracteriza a los malvados y que hoy es usado por los medios de comunicación para desprestigiar, para atacar, para hacer parecer como equívoco el comportamiento de personas como Éric Cantona o Jim Carrey, al punto de presionarlos y obligarlos a comportarse, decir o hacer cosas que no desean. Esta película muestra la mentira como un recurso viable.
Hoy vemos una normalización de aquello que históricamente se ha considerado malo y lo vemos a una escala global y con un cerramiento comunicacional de muchos grados. El cine se usa como una herramienta de siembra de imágenes mentales que cumple con esta función eficientemente.
– Carlos Cortés
Homosexualidad
La película inicia con una escena en la que hay flirteo entre Dumbledore y Grindelwald donde este último tiene recuerdos de una relación homosexual que mantuvieron en el pasado y que extraña con cariño.
Dumbledore a partir de la saga de Harry Potter se constituye para el espectador fan e incluso individuo poco educado en una figura que representa poder, sabiduría y que genera cierta credibilidad dentro de la historia. Hollywood viene acentuando cada vez más el mensaje homosexual y con mayor frecuencia están revelando tendencias o directamente convirtiendo personajes, incluso super héroes. La normalización es la tendencia, no sólo en esta película, no sólo en el cine, sino en muchos otros escenarios y sobre todo aquellos de alcance masivo.
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Aspectos finales
Animales fantásticos. Los Secretos de Dumbledore | Esta es una de esas películas muy flojas que parecen potentes porque acuden a la saturación para generar sensaciones pero que finalmente no sirven para nada, bueno, realmente sirven para entretener, sólo para entretener, algo así como comer azúcar directamente de la bolsa.
La película es un ejemplo de que buscar la diversión por la diversión misma puede llevar al espectador a visitar recovecos intelectuales peligrosos porque sin educación se expone a la siembra sutil de imágenes a partir de valores de marca o anti valores que podría no desear tener en su vida.
De mi parte, la invitación es a visitar los catálogos de las plataformas de streaming y tratar de catalogar las películas que hay en los listados porque haciendo este ejercicio se darán cuenta qué es lo que nos tratan de vender quienes buscan manipular a «la masa tonta».
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La entrada Animales fantásticos. Los Secretos de Dumbledore se publicó primero en Reseña de Películas por Carlos Cortés.