Para aquellos padres que quieran jugar a nombrar animales usando imágenes claras y simpáticas les recomendaré el libro de hoy. No puedo sino llamarse el "Gran libro de animales". De tapas duras, páginas resistentes, fotografías precisas con fondos de color diferenciado y plano, este precioso volumen será sin duda la delicia de los amantes de los animales. Un destinatario ideal sería el abuelo que por mucho amor a la naturaleza que admita no sepa en el fondo (ni en la superficie) distinguir un perro de peluche de un oso panda, un pato de un pingüino. (Sí, Abuelo Guisante, lo digo por lectores como tú). En las páginas de este libro, con las imágenes siempre bien distribuidas para identificar fácilmente a los bichos, encontramos los animales clasificados: en el zoo, las crías, las mascotas, en la granja, las aves. Además usa una tipografía muy limpia de palo seco en minúscula, ideal para los seguidores de las teorías de Glenn Doman. Los fondos de colores planos y llamativos hacen resaltar las formas características de cada animal, no permitiendo que el alrededor confunda al pequeño lector. Para completar el encanto del libro encontramos en cada página una pregunta-adivinanza que podrá usar el padre-abuelo-tío cuando el niño sea mayor que Álvaro (en nueve días cumple 15 meses).
La editorial laGalera edita con esmero esta maravilla de libro que sin duda dará mucho juego a los mayores para jugar con los pequeños a reconocer cada uno de los animales que en él se esconden.
Hoy, de fondo, la dulzura de Rumer: