Tampoco me han convencido los personajes, que son todos tíos (origen de la serie en un juego yaoi) y el protagonista menos que ninguno, así que mal vamos. Sólo me ha gustado el perrito-robot, que me recuerda un poco a mi Nero. Diseño de personajes muy chulo, eso sí, pero ¿van todos los días con la misma ropa? Un primer capítulo de presentación de la mayoría de personajes importantes y de las peleas virtuales y un segundo capítulo en que no ha pasado nada, me ha aburrido y sólo ha ocurrido algo en el último minuto. Entre los dos no ha habido nada que me motive a seguir, así que hasta aquí.
Además, parece que hay muchos guiños a una serie anterior del autor que no he visto, Ga-Rei Zero. Antes prefiero ver aquella y luego, si las reseñas son positivas (que parece que no lo están siendo...), darle de nuevo una oportunidad a ésta. Pero lo que es ahora, no me ha interesado.
La sería podría haber sido un slice of life cuya protagonista principal buscase convertirse en artista del vidrio como sus padres. Pero lo que es trabajar el vidrio, apenas se ve nada ni nos enseñan nada del proceso que pueda despertar interés en el espectador. Lo peor de todo es que la chica, Touko, por algún motivo que no ha tenido un mínimo de explicación, puede ¿ver el futuro? (ni siquiera es seguro que sea eso) cuando en ocasiones mira los reflejos producidos en el vidrio. Esto, que podría ser interesante, no tiene peso alguno pues apenas ocurre unas pocas veces en los capítulos vistos y, además, no se ve casi nada de ese futuro... NADA. Con decir que una de las veces que "usa" ese poder lo único que ve es al chico más sieso de la historia "sonriendo" (una línea horizontal haciendo de labios no es una sonrisa, pero bueno).
Pero pasamos al mayor problema de la serie y esos son sus personajes. Touko, la protagonista principal es MUY tonta, exasperante hasta límites imposibles, se pasa los capítulos gritando "¡¿EEEEEH?!" y no se entera de nada. Haciendo odiosas comparaciones, recordaréis a Manaka, pero aquella tenía determinación y fortaleza cuando era necesario, aunque fuese una llorona. Kakeru Okikura, el recién llegado es veinte veces más sieso que Tsumugu, que ya es decir. Sachi es la clásica chica con gafas, enferma, que adora leer. Hiro, a quien le gusta Sachi (aunque a ella parece que le gusta Touko), es otro personaje tópico, en este caso, el chico gracioso, tonto hasta el punto que va a ver una película al cine con la chica que le gusta y se duerme... srsly... Pero bueno, al menos es el único personaje coherente y "normal". De Yukinari y de Yanagi iba a decir que son los que más me han gustado, que no es mucho, pero en comparación ganan por goleada. Sin embargo, los últimos dos capítulos han soltado cada idiotez y han actuado de manera tan ridícula que... Aún salvo a Yanagi, pero Yuki... uff, no, y eso que le prefiero antes que el sosainas engreído de Kakeru. Con unos personajes así, es imposible que los polígonos amorosos que se forman tengan algún interés.
He visto capítulos por inercia por los buenos recuerdos de su predecesora, pero hasta aquí hemos llegado. A estas alturas dudo que llegue a nada interesante aunque en el último capítulo visto han querido hacer ver que se avecina DRAMA. Pero no voy a perder más mi tiempo. Una pena porque la animación es una gozada para la vista y tenía elementos para funcionar muy bien.
Una serie que no se sostiene, que parece haber sido guionizada por alguien que se ha fumado cosas raras, mal explicada, mal desarrollada, absurda, incoherente, con personajes odiosos en su mayoría (o en su totalidad), planos o hiper-complejos hasta un punto que pierden todo el sentido... No, en serio ¿qué coj*nes han hecho con los elementos que tenían que podrían haber funcionado de maravilla? La verdad es que ahora digo que la abandono, pero para los pocos capítulos que le faltan, lo mismo la termino de ver y le hago la reseña que se merece...
¡AH! Y que censurasen las partes íntimas de la estatua del David de Miguel Angel (1º capítulo) me pareció un detalle absurdo y ridículo ¡que es una obra de arte, por favor!. Y la presencia de gallinas más absurdeces innecesarias.