Por cierto, a la lista podría añadir Ookami shoujo to kuro ouji, pero lo cierto es que no quiero abandonarla, sino terminarla y hacer una reseña en la que exprese todo lo que me parece que tiene de horrible, que es bastante.
Sin embargo, eso que sólo vi en el primer capítulo no ha vuelto a aparecer en los tres siguientes y la serie se ha puesto a introducir personajes a cada cual más disparatado: un inugami, un tanuki y... un alien. Apenas me han hecho gracia los gags y tiene pinta de que va a seguir metiendo personajes absurdos sin contar nada, haciendo que la serie sea cada vez más surrealista y absurda. Si al menos el humor hubiese conectado conmigo... pero no ha sido así, por lo que prefiero dejarla mientras aún guarde el buen sabor del primer capítulo.
Aún podría haber dejado pasar esos puntos negativos si no fuese porque me ha empezado a aburrir. La historia ha empezado a ser una serie de batallas liderando ejércitos y no sé si será porque no estoy acostumbrada al género, pero me he perdido. O tal vez porque lo explican de pena y en las light novels en que se basa la cosa quedará más clara (apuesto por esto). Según he leído, sólo el primer capítulo ya adapta 3/4 de la primera novela ¿cómo no van a dejar en el aire explicaciones que serán importantes para los que no las leemos? Así que ha llegado un punto en que ya no sé quién pelea con quién, ni quienes apoyan a los protagonistas ni por qué van hacia un lado u otro, dónde están las fronteras... Una pena porque pintaba bien al principio salvo por el tema fanservice.
Y para acabar, un par de series de las que sólo he visto su arranque:
Donten ni Warau. Sólo he visto el primero y aunque no está mal, no me han convencido los protagonistas. Llevo tiempo queriendo ver un anime basado en esa época pero Rurouni Kenshin dejó el listón demasiado alto. Una pena porque encima es un shojo =( Tal vez le dé una oportunidad a los scans si los hay.
Bonjour! Koiaji Pâtisserie. Vistos 3 capítulos de 5 minutos cada uno. Típico otome de toda la vida y ya estoy mayor para la insipidez de su protagonista femenina y los estereotipos de los chicos. Quizás la gracia de la serie está en la directora que parece tenerla tomada con la protagonista, sin venir a cuento.