ANIMUS: Powered by FATE Acelerado

Publicado el 22 enero 2015 por Oligbert
Este sábado he quedado con mis amigos de Azuqueca de Henares para jugar una pachanguita de rol, que se la debía desde hace tiempo. En principio iba a dirigir una de La Mirada del Centinela, pero no tenía la cabeza en modo vigilantes ya que la tengo llena de otras cosas, también con el sistema HITOS, pero que ya veré si llegan a buen puerto. De momento se dejan en borrones en una estantería dentro de mi palacio mental. El caso es que tenía que hacer una partida, rápida y directa, que no se nos alargase mucho. Pero como en esto del rol no puedo pensar a un nivel de one-shot, sino que mis ideas son a largo plazo, decidí poner en marcha otra de las ideas que llevan archivadas varios meses.
ANIMUS. ¿A quién no le suena esa palabra? Vale, puede que algunos se queden igual, pero si juegas a Assassin's Creed sabrás que el Animus es la tecnología/programa/interfaz que utiliza la empresa Abstergo para vivir simulaciones creadas a partir de la memoria genética, los recuerdos de algunos sujetos. Así, a grandes rasgos. Básicamente podrías enchufarte a esa máquina y “meterte” en la piel de un antepasado tuyo para revivir esa época a modo de simulación virtual.Para jugar estas partidas (porque me gustaría que fueran al menos 4) los jugadores encarnarán a gente anónima (de momento) que llega a Abstergo para probar el nuevo Ánimus (como en el AC IV: BF). Habrá una parte del juego que se hará sin fichas, dados, lápiz o papel, sólo ellos interpretándose, por así decirlo, a sí mismos llegando a su nuevo trabajo. La ficha de personaje la he intentado hacer como si del interfaz del Animus se tratase. Aunque el diseño podría haberse hecho mejor, obviamente, el poner los iconos y el título a modo de menús desplegables va a ayudar a la localización de las cosas en la ficha. Como podéis ver he elegido Fate Acelerado para jugarla. Sencillo, rápido y muy intuitivo, como el propio Animus.

No es una obra maestra pero espero que cumpla con su objetivo

La idea es jugar 3 partidas en los diferentes momentos históricos que ellos elijan, creando el personaje en el momento simulando la creación de su alter ego en el sistema Animus. De cada personaje su yo fuera del Animus aprenderá diferentes cosas, tal y como le pasó a Desmond Miles, que irán a plasmarse en la cuarta ficha, para una última partida en el presente, en la que crearán un personaje con un tres aspectos, tres estilos y tres proezas heredadas de sus antepasados y el resto completado con los aspectos, estilos y, si quieren, alguna proeza adicional de su yo presente.Por supuesto, queda el tema del estrés y las consecuencias. En el Animus no puedes morir. Si algo le ocurre al personaje simulado, normalmente una muerte, la entrada en una zona no habilitada en ese recuerdo o saltarse las normas de comportamiento naturales de ese recuerdo (matar inocentes, robar, comer algo que le diera alergia...) se produce una desincronización y se aborta la simulación. Si eso ocurriese, ese recuerdo no podría pasar su herencia al personaje final y tendrá menos capacidades que el resto.
El tema más peliagudo es el de la Vista del Águila o Don. Aquí tengo dudas, que espero se aclaren de aquí al sábado. Podría utilizarse como si fuera crear una ventaja que serviría para incluir un aspecto que marque a los enemigos, al objetivo de su asesinato (si lo hay) o los lugares para esconderse. O bien, si poseen algún aspecto que indique que pueden usarlo, dejarles que simplemente establezcan un hecho. De momento me gusta más la opción de crear una ventaja con una tiradita de Cauto, pero ya veremos.
Y esta es la idea de la que parto. Ya contaré a ver que tal sale y si terminan en el bando de los Asesinos o de los Templarios.