Cada vez más sellos generalistas se están abriendo a la literatura de género – el penúltimo ejemplo lo protagonizó Alfaguara con Iris hace apenas un par de meses- sin ubicar además estas novelas en ninguna colección concreta ni dotarlas de ningún distintivo especial. Las lanzan en su catálogo general, esperando supongo que el gran público no frunza el ceño al ver que son de género y les echen una ojeada y si les convence hasta la compren.
Y eso mola porque se están empezando a publicar –y traducir- muchas cosas que de otra manera quizás no tendríamos oportunidad de ver publicadas. Una de las apuestas de este año en formato de género viene de la mano de Destino, que ha comprado los derechos de la Trilogía Southern Reach, compuesta por Aniquilación, Autoridad y Aceptación, escritas por el admirado-respetado-querido Jeff VanderMeer.
De VanderMeer yo solo había leído hasta el momento un relato Steampunk en Planes B y la verdad es que tampoco me pude hacer demasiada idea de su estilo. Sí que es verdad que a VanderMeer se le conoce mucho en esos círculos donde es respetado y muy leído. A mí lo que me hizo querer leerlo a toda costa fue, una vez más, Twitter. En mi TL, mi querido Fer no dejaba de mencionarlo junto a Tamara Romero y Marian, que se llevaban entre los tres una buena charla sobre el autor y no paraban de citar esta trilogía. Y yo me leo todo lo que según quién me recomiende. Faltaría más.
El argumento de Aniquilación es muy atrayente y sugestivo al doscientos por cien: Una agencia secreta del gobierno, la Southern Reach, envía expediciones a la llamada Área X, una zona remota y abandonada hace años debido a un desastre ambiental. En esa zona, delimitada por unas fronteras difusas y poco claras, que nadie sabe dónde están ni parece encontrar, las expediciones enviadas deberán cartografiar, explorar, recoger muestras y escribir un diario con sus hallazgos, sensaciones y visiones personales de lo que allí se encuentren. Hasta el momento se han enviado once expediciones, y la mayoría han acabado mal. Esta es la expedición número doce y está compuesta por cuatro mujeres; una bióloga, una psicóloga, una topógrafa y una antropóloga.
Los ingredientes con los que está formada Aniquilación son ambiciosos, valientes, una orquesta de pequeños –y poderosos- detalles aquí y allá, una la mezcla de géneros afinada como un reloj y un estilo directo y sencillo que nos hace devorar la historia. VanderMeer reúne al menos dos géneros en esta novela; por una parte la ciencia ficción, cargando el argumento de un poderoso hilo argumental de ciencia y ficción en el que destaca el peso de la ciencia por un lado y de la pura ficción por otro, lo que nos da un argumento de ciencia ficción con toques científicos –no muchos, calma- que se disfruta muchísimo. Y por otro lado tenemos el terror, ya que toda la atmosfera de Aniquilación, todo lo que envuelve el Área X, es desconocido y misterioso, las estancias registradas allí están cargadas de ruidos, presencias, sombras, seres extraños y cosas inusuales. Por no hablar de los restos del paso del hombre que aún permanecen en pie, un faro, unas viejas casas de las que poco queda, campos de cultivo, presencias todas ellas cargadas de un aura violenta y tenebrosa.
Es inevitable al leer esta novela no acordarse de una de las series más con más éxito estos últimos años, una de las series que rompió los esquemas del visionado de series, una serie espectacular y con un final lleno de polémica, LA serie por excelencia. Hablo de Lost, por supuesto. En cuanto empecéis a leer Aniquilación os vendrán imágenes de la serie a la cabeza, asociareis ambos mundos, comportamientos, situaciones. Pero tranquilos, son solo unas páginas, en cuanto entréis en la novela desaparecerá Lost de vuestra cabeza, veréis que la diferencia es notable, que son cosas diferentes. Que sí, hay una inspiración, pero no va más allá.
Queda patente, leyendo entre líneas, que VanderMeer lo apuesta todo o casi todo al escenario, al Área X. Los personajes, las cuatro científicas -de las cuales la protagonista de la novela y quien narra los hechos es la bióloga- están apenas dibujados, son esbozos en su gran mayoría, no tienen nombre –se dirigen unas a las otras por su oficio- no tienen pasado, no sabemos ni siquiera como son físicamente. Conocemos trazos de sus caracteres, pero no su personalidad completa, ni sus inquietudes, ni sus preocupaciones. De quien más llegamos a saber –parte de su pasado y sus implicaciones en el proyecto- es la de bióloga, la protagonista. Es casi palpable esa intencionalidad de VanderMeer en la frialdad de los personajes, en el escueto desarrollo, para centrarse en todo lo que envuelve el Área X, para hacernos notar la gran importancia del lugar, para decirnos eh, las personas no son importantes aquí, lo importante es lo que sucede aquí.
Creo que Aniquilación es apenas una muestra de todo lo está por venir, tengo la sensación de haberme asomado a un inmenso precipicio del que no veo el final, de haber encendido la mecha de algo muy gordo. VandeMeer nos pone encima de la mesa una serie de misterios -algunos muy grandes- y después nos deja a solas con nosotros mismos, nos cierra la puerta y se larga corriendo. La sensación es que en Aniquilación apenas nos hacemos una idea de la inmensidad que hay detrás del Área X, de su enormidad. Pero para bien, cuando terminéis esta primera parte, no os quedara la sensación de coitus interruptus, sino más bien una sensación de agradable espera, de expectación misteriosa.
La mezcla de géneros, la ambientación, la carga de misterio y una narración clara, concisa y sin florituras, hacen que Aniquilación sea lea en apenas una o dos sentadas, hacen que se lea con fruición, casi con agonía -aunque ya veréis que la trama es pausada- con pasión.
Por suerte no habrá que esperar mucho para las próximas entregas, Autoridad llega en setiembre y si no cambia la cosa, Aceptación lo hará a finales de año.
Aniquilación
Jeff VanderMeer
Ed. Destino 2014
324 páginas.