AniquilaciónJeff VanderMeerISBN: 978-84-233-4809-1Formato: Rustica con solapas– 240 Págs Editorial: Destino
En un futuro no determinado, el Área X es un lugar remoto y escondido declarado zona de desastre ambiental desde hace décadas. La naturaleza salvaje ha conquistado el lugar y su acceso está prohibido. La agencia estatal Southern Reach ha enviado diversas expediciones pero casi siempre han fracasado: todos los miembros de una expedición se suicidaron; otros enloquecieron y acabaron matándose entre sí, y los integrantes de la última expedición regresaron convertidos en sombras de lo que un día fueron.
Ésta es la expedición número doce. El grupo está compuesto por cuatro mujeres: una antropóloga, una topógrafa, una psicóloga y la narradora, una bióloga. Su misión es cartografiar el terreno y recolectar muestras, anotar todas sus observaciones tanto de su entorno como de sus compañeras. Pronto descubren una gran anomalía geográfica y formas de vida más allá de todo entendimiento. Mientras se enfrentan a una naturaleza tan bella como claustrofóbica, el pasado y los secretos con los que cruzaron la frontera se vuelven cada vez más amenazantes.
Aunque a veces intente negarlo, siempre acabo reconociendo que entre mis géneros favoritos están las fantasía y la ciencia ficción. A pesar de que por épocas me encuentre fordándome con estilos mas suaves (incluso a veces lo he intentado con la novela romántica de época, aunque no os lo creáis), siempre acabo volviendo a lo que me resulta cómodo. Para mí la zona de confort está entre esas brumas indefinidas.
Así que cuando vi que incluso Laky (poco amiga de la literatura no realista) había leído este primer volumen de la trilogía, supe que no podía dejarlo escapar. Más aun cuando varias personas lo definieron por Twitter como “raro”. Ese es para mí, me dije. Y la verdad es que no me equivocaba.
Mientrasleo comentó un ambiente setentero y decadente. Aramys me dijo que le recordaba a Lost. Y yo me he visto metida en un lugar tipo El mundo perdido o incluso Viaje al centro de la tierra. Porque es todo eso y más al mismo tiempo. Creo que cada uno lo relacionará con sus experiencias previas en novelas y películas de exploraciones misteriosas… porque misterio hay para rato.
De mano, la historia la vemos narrada a través del diario de una de las integrantes de la exploración, la bióloga. A pesar de que les han pedido que lo escriban a modo de informe, ella tiene la delicadeza con los lectores de ir un poco más allá y contarnos lo que va sucediendo cada día, además de su vida pasada.
La cosa es rara: cuatro mujeres (que debían ser cinco en un principio) enviadas a un área misteriosa para supuestamente cartografiar el terreno y volver. Por lo que iremos sabiendo, han sido aleccionadas e incluso sugestionadas para no querer hacer preguntas. Nosotros no sabemos lo que es el Área X… pero no os preocupéis, porque parece que ellas tampoco.
Solo os digo una cosa: a mí no me engañan. Dirán que les paga Southern Reach (que curiosamente me recuerda al reglamente europeo de sustancias químicas, aunque no tenga nada que ver) pero yo se que detrás de todo eso está la iniciativa Dharma. No me hubiera extrañado para nada que cuando bajaron a “la torre” se hubieran encontrado con Desmond tecleando 4-8-15-16-23-42 y escuchando Make your own kind of music. Sí, es muy Lost.
Y como en cada temporada de esa serie de cabecera para muchos, hay más preguntas que respuestas. Cuando avanzas y crees que vas a saber, al final te das cuenta de que no sabes nada y que hay tanto oculto que resulta abrumador. Es desconcertante ya desde un inicio, agobiante en algunas escenas por la tensión psicológica que puede ejercer y complicada.
Porque la historia se va enredando a cada página, y llegamos a un final con más incógnitas que como empezamos. ¿Qué ha pasado realmente? ¿Qué ha pasado con las expediciones anteriores? ¿Lo sabe Southern Reach o lo desconocen al igual que las expediciones que siguen mandando una y otra vez? ¿Qué es la frontera? ¿Qué es el Área X?
Todo esto son verdaderos puntos fuertes de la novela: la ambientación lograda, el anonimato de los personajes y las preguntas frecuentes de las que se va a aplazando la respuesta. Sin duda, a pesar con los parecidos que le podamos encontrar con muchas otras historias anteriores, es entretenida y nos aísla del mundo real durante unas horas. No me extraña el impacto que ha tenido en Estado Unidos.
Y si me paro en los aspectos más formales de la novela, me resulta curioso que haya conseguido el ritmo tan fluido a base de narración. Porque diálogos hay muy pocos (si hubiera más no resultaría creíble que se tratara de un diario) y se basa en descripciones, muchas veces de cosas que no llegamos a entender; impresiones y recuerdos personales. Lo cierto es que se podría leer tranquilamente en una tarde, aunque con la ansiedad de llegar a algún punto de descanso.
Y ese punto no lo vamos a encontrar al final, sino que posiblemente quedéis como yo esperando que alguien me resuelva aunque sea una pequeña parte de mis dudas. La segunda entrega sale en septiembre y la ultima en noviembre, ya que la editorial ha decidido no hacernos esperar demasiado. Me queda la duda de si el resto serán tan cortas como esta, porque podrían haberse aunado en un pequeño tocho, pero autoconclusivo.
Personalmente he disfrutado con la lectura, a pesar de que la describa con expresiones tan diferentes entre sí como claustrofóbica, visual (tanto que ya hay apalabrada una adaptación) y menuda fumada. Qué le voy a hacer, me gustan las cosas raras. Esas que te hacen darle vueltas a lo que te cuentan, y potenciar un poco la imaginación. No tengo teorías por el momento, pero espero ansiosa el segundo tomo.