Anna Bofarull: “Es un drama que el cine español no tenga dinero para promocionarse”.

Publicado el 30 diciembre 2015 por Pablito

Llegar y besar el santo. Quizá sea el mejor resumen de lo que ha supuesto para la directora y guionista tarraconense Anna M. Bofarull su primer largometraje: “Sonata para violonchelo”. No sólo por haber tenido la fortuna de poder estrenarlo en el prestigioso festival de Málaga y otros certámenes como la SEMINCI de Valladolid, ni siquiera por estar interpretada por actores tan importantes como Juanjo Puigcorbé, Jan Cornet o Marina Salas. La razón por la que Bofarull ha quedado consagrada con esta opera prima ha sido por haber expuesto de forma tremendamente comprometida y ajustada a la realidad los efectos de una enfermedad crónica todavía desconocida por muchos como es la fibromialgia. Un drama que la cineasta conoce de primera mano –“mi madre padece la enfermedad y yo quería hablar del dolor crónico”- en el que usa la música como hilo conductor y en el que contado con la participación de Lluís Claret, uno de los violonchelistas de referencia mundial. Tenaz y perseverante, Bofarull se congratula por haber alumbrado un proyecto tras “un largo camino de 6 años de esfuerzo” al tiempo que se lamenta del poco dinero del que dispone el cine español para promocionar sus películas, uno de los principales dramas a los que se enfrenta la industria. De todo esto y más, hablamos con una de las directores catalanas de referencia en el panorama español. 

Bofarull anima al público a ver su película porque, entre otras razones, es “una obra valiente donde cada detalle está cuidado hasta lo más mínimo”.

Diriges la primera película española sobre fibriomialgia, una enfermedad que padecen miles de personas, ¿cómo has afrontado este reto?

Me decidí a emprender “Sonata para violonchelo” porque conozco muy bien la enfermedad, mi madre padece fibromialgia y yo quería hablar sobre el dolor crónico. Fue cuando ya tenía el guión escrito que me di cuenta que no existía ninguna película sobre este tema y que había miles de afectados, y entonces vi la magnitud de la responsabilidad.

 Una de las razones que te han animado a levantar este proyecto es que tu propia madre está afectada por la enfermedad, ¿ha sido ella una pieza clave a la hora de documentarte para la película?

Sí, me he basado en muchas experiencias suyas para ir construyendo el personaje de Julia, la protagonista, a quien diagnostican fibromialgia y quien va entrando en ese terrible mundo del dolor crónico. Posteriormente contacté con ACAF (Associació Catalana d’Afectats de Fibromiàlgia), para que supervisaran el guión y pudiéramos verificar todos los aspectos médicos relevantes. Quería que cada detalle fuera veraz.

 ¿Es la fibriomialgia una enfermedad reciente o, por el contrario, se conoce desde hace años?

La fibromialgia existe desde hace mucho tiempo, aunque no es hasta fechas recientes en que se le ha puesto un nombre y se ha detectado como tal. De todas formas, quedan muchos detalles por conocer todavía, puesto que se desconoce lo que la provoca y cuál puede ser su curación. Ahora mismo es una enfermedad crónica.

 El 90% de los casos de los afectados por fibriomialgia son mujeres, ¿por qué afecta esta enfermedad más a las mujeres que a los hombres?

Lo desconozco.

 Hablemos de tu película, “Sonata para violonchelo”. La música juega un papel fundamental en la película, ya no sólo porque es la profesión a la que se dedica la protagonista, sino porque también sirve como hilo conductor de la cinta. ¿Cómo se ha elaborado toda la parte musical?

La música es muy importante en la película y la hemos cuidado mucho, sobre todo gracias al trabajo del compositor Gerard Pastor, que ejerció también de asesor ya desde la escritura del guión. Montse Germán, la actriz que interpreta a Julia, la protagonista, así como Jan Cornet, que interpreta a un alumno, estuvieron 6 meses aprendiendo a “tocar” el violonchelo -más que a tocarlo correctamente, a saber ejercitar algunos pasajes y a adoptar la posición corporal que nos permita creer que son violonchelistas profesionales-. Por otro lado, grabamos la banda sonora meses antes de rodar, para que los actores pudieran aprender el playback, y tuvimos el lujo de contar con Lluís Claret, uno de los mejores violonchelistas a nivel internacional.

Bofarull (en el centro) rodeada de 2 de los actores principales de su primer largometraje: el ganador del Goya Jan Cornet y Montse Germán, quien interpreta a Julia, la protagonista.

 Has recibido el apoyo de numerosas instituciones y asociaciones, ¿hacía falta en España una película de estas características?

Somos una productora pequeña y hemos ido recibiendo apoyo de algunas asociaciones, sobre todo en la difusión en el momento del estreno. ACAF sí ha estado a nuestro lado desde el principio, incluso apoyando el micromecenazgo para hacer realidad la película.

 Me imagino la ilusión que tiene que hacer debutar en el cine con actores de renombre como Juanjo Puigncorbé, JanCornet o Marina Salas.

Contar con actores de primer nivel es siempre un lujo, porque contribuyen a enriquecer mucho a los personajes que tú has escrito sobre papel. De repente no sólo tienen cuerpo sino que tienen muchos matices, y eso es fantástico.

 ¿La película se va a distribuir internacionalmente?

Estamos trabajando en ello, aunque no es fácil. Lamentablemente hemos tenido que oír en muchas ocasiones, de profesionales de la industria, que “la gente no quiere ver películas de enfermedades”. Pero seguimos en ello.

 En Hammada, donde reflejabas cómo vive la población saharaui refugiada en Argelia, también te vimos comprometida con el cine social. ¿Qué otros temas sociales te gustaría contar en pantalla grande?

Siempre me he acercado al cine desde el compromiso. Tirar adelante un proyecto exige tanto tiempo y esfuerzo que si no hay un compromiso detrás me hundiría en ese camino.

 ¿Cómo ha sido levantar una película de corte independiente como “Sonata para violonchelo”, sin el apoyo de las grandes televisiones privadas?

Ha sido un largo camino de 6 años de esfuerzo, de mucho trabajo, de momentos fantásticos pero también de muchos lloros y frustración. Hemos recibido apoyo de entidades públicas y de pequeños mecenas, que nos han permitido hacer la película, pero es evidente que con más recursos habríamos conseguido dar más difusión a la película. Pero aun siendo pequeños hemos conseguido hacer realidad la película, y eso ya es una victoria. Emociona cuando la proyectas y ves que la gente se emociona a su vez.

Bofarull se lamenta que el cine, a fin de cuenta, se resume a cuánto dinero tienes. Y si no hay dinero para promocionar las películas, añade la directora, es difícil que el público las conozca.

 ¿Crees que el cine español debería promocionar más sus películas para que las gente las conozca?

Es fácil hablar de promoción, pero todo se reduce a cuánto dinero tienes. A menudo las películas españolas hacen un esfuerzo enorme en el rodaje y cuando llegan al estreno ya no pueden invertir en promoción, de forma que la mayoría del público no sabe ni que tu película existe. Es un drama con el que tenemos que vivir y que genera mucha frustración.

¿Qué es lo que crees que a los espectadores le puede seducir más de tu película?

La forma en que la música acompaña y define a la protagonista, cómo explica su relación con las personas de su entorno y con el propio dolor. Es una película valiente, que habla de una mujer fuerte dispuesta a luchar a ultranza y donde cada detalle está cuidado en lo más mínimo. ¡Animaos a verla!