ANNA FRANCO, 41. “Embajadora de la copa Meluna”

Publicado el 21 septiembre 2012 por Copameluna

ANNA FRANCO, 33 años, realizadora en para de Valencia

Anna: “Para  mi es el producto del siglo”

1. ¿Cuánto tiempo hace que utilizas la copa menstrual?

Mi recorrido con las copas menstruales ya dura 9 meses. Primero empecé usando una de silicona y como tenía muchas pérdidas me interesé por la Meluna porque tiene talla XL. Ahora llevo 4 reglas usando Meluna.

2. ¿Te costaba ponerte la copa cuando empezaste a utilizarla?

No, eso nunca ha sido un problema. Pensaba que lo estaba haciendo mal por las pérdidas, pero con el tiempo vi que no era eso, porque la copa se despliega bien y completamente cuando la coloco. La extracción podía resultar un poco más complicada pero sólo las dos o tres primeras veces a lo sumo, hasta que aprendes a pellizcarla.

3.¿Has tenido pérdidas de líquido menstrual durante el uso de la copa?

Esta es mi pesadilla, porque soy una entusiasta de la copa y de sus ventajas y no conozco nadie que haya tenido tantas pérdidas como yo. Las tengo los dos o tres primeros días del ciclo pero los siguientes, con la copa, es como si no tuviese la regla.

Desde que contacté con Meluna he usado varias tallas, para evitar las pérdidas.. Primero tallas grandes, pensando que era un problema de falta de diámetro. Gracias a la paciencia y buena predisposición del “equipo” de Meluna hemos llegado a la conclusión de que a pesar de haber dado a luz, mi musculatura está en buen tono y no necesito tallas grandes sino más bien pequeñas. Mi última prueba ha sido con la copa sport (más rígida) de talla M. No puedo decir que haya dejado de tener pérdidas, pero antes no llenaba la copa y empapaba la compresa. Ahora al menos lleno la copa aunque tenga que seguir teniendo que llevar un salvaslip.

4. Para ti, ¿cuáles son las ventajas más importantes de la copa?

Para mi es el producto del siglo (aunque existe desde principios del siglo pasado):

Es cómoda, higiénica, económica y ecológica (que hoy más que nunca es un criterio que debería imponerse). Y no es una patraña: es todo eso.

Creo que representa la liberación de las mujeres del consumo de desechables que no sólo repercuten en el medio ambiente de una manera feroz, sino también pueden hacerlo sobre nuestro cuerpo. Y también nos libra del distanciamiento que estos productos supuestamente blancos, limpios e inodoros, imponen respecto de nuestra fisiología, pues con la copa ves y limpias tu menstruación, conoces tu flujo y sin embargo es la opción más higiénica de todas las que conozco.

Es cierto que el hecho de extraerla para limpiarla no es del todo cómodo en todas partes. Sé que hay usuarias que prefieren usar tampones cuando no saben si tendrán un lugar privado donde lavarla, porque los aseos públicos están muy expuestos. Pero se soluciona llevando una botellita de agua para su lavado, que no es un gran inconveniente.

Pero según mi experiencia el inconveniente más grande es que es difícil encontrar la talla. En muchos casos solo hay dos tallas y te recomiendan una u otra según tu edad y número de partos vaginales. Ya veis mi experiencia: no es tan fácil.

5. ¿Qué consejos le darías a una mujer que quiere probar la copa?

Que lo haga lo antes posible, porque las ventajas que supone superan con creces el riesgo de que no te funcione. Total, qué puedes perder; tiempo y una cantidad de dinero insignificante con lo que te ahorrarás si al final te convence.

Y si no está todavía convencida de probar, que se informe sobre el producto, que no se engañe pensando que si no lo ha visto anunciar por la tele es que no debe ser tan buena, porque probablemente cuanto más anuncian una cosa es porque más necesitan convencernos de que es buena.

La copa menstrual no solo ES buena para nosotras sino que además es necesaria para el medio ambiente.

6. ¿Le recomendarías la copa a una amiga?

Lo hago constantemente y la he regalado también y lo seguiré haciendo. A las tres mujeres que les he regalado y asesorado en su uso les va fantástico no tienen pérdidas y ya no usan otra cosa. Y yo sigo confiando en poder decir lo mismo algún día.