Esta mujer era-es o será un tanto pecualiar. Voy a proceder a su descripción aunque no se si me acercaré a la realidad por que todos los que la han visto están todos muertos.
A Annabelle le gustaba entre otras cosas, crear situaciones ambiguas, polémicas y barbilampiñas para dar un poco de morbo a la aburrida realidad. También se dice que estaba en el badú y que le gustaban los osos de peluche, dios sabe para y por qué...
La razón por la que hablo de este tierno y dispar personaje es por que el otro día unos amigos y yo decidimos hacerle un homenaje y comprarle algunas cosas que pensamos le gustarían.
Otros de los regalos fueron un vestido (con unas piedras preciosas del Sudán), una barba (para ir camuflada entre la gente y que no se mueran todos los que la vean, pobres), una nariz aguileña (así si miente ya no le puede crecer más), una peineta folclórica roja de lo más alegre y dicharachera, un tanga ultrasexy para seducir a esos viejos de barriga prominente chato en mano y un objeto largo que suena en la punta, adquisición mía y que realmente me parece la joya de la corona de todos los regalos.
De esta manera, rendimos homenaje a Annabelle de Kacalonge y le pedimos que no se aparezca tanto y que se muera del todo de una puta vez.
Abajo dejo un vídeo de aquellos queridos Locomía, precursores del baile del pañuelo que se hicieron famosos por sus grandes canciones y voces.
pd: Me encanta el paso del rubito de azul en el minuto 1:12. ¡No os lo perdáis!