VII PERO PARA HONRAR LA VERDAD QUE ES LLANA DIVINA Y VIVE ENTRE LOS DIOSES DEBEMOS (CON PLATÓN) INVITAR A BAILAR A LA MENTIRA QUE VIVE ALLÍ ABAJO ENTRE LA MASA DE LOS SERES HUMANOS TRÁGICOS Y TOSCOS
Todo mito es un laborioso dibujo repetido,
una proposición de doble filo,
que permite a quien lo use decir una cosa y querer decir otra, llevar una doble vida.
De ahí la noción que aparece muy pronto en el pensamiento antiguo de que todos los [poetas mienten.
Y de las verdaderas mentiras de la poesía
fue destilándose una pregunta.
¿Qué es lo que en realidad conecta las palabras con las cosas?
No mucho, decidió mi marido,
y siguió usando en lenguaje
como dice Homero que hacen los dioses.
Los dioses conocen todas las palabras humanas pero tienen para ellos sentidos totalmente diferentes
de los sentidos que tienen para nosotros.
Pulsan el interruptor a su antojo.
Mi marido mentía acerca de todo.
Dinero, reuniones, amantes,
el lugar de nacimiento de sus padres,
la tienda donde compraba las camisas, la ortografía de su apellido.
Mentía cuando no era necesario.
Mentía cuando ni siquiera era conveniente.
Mentía cuando sabía que sabían que estaba mintiendo.
Mentía cuando mentir rompía sus corazones.
Mi corazón. El corazón de ella. A veces me pregunto qué pasó con con ella.
La primera.
Hay algo filo nuevo y ardiente en la primera infidelidad conyugal.
Taxis para arriba y para abajo.
Lágrimas.
Grietas en la pared que recibe el golpe.
Luces encendidas hasta altas horas de la noche.
No puedo vivir sin ella.
Ella, la palabra que estalla.
Luces todavía encendidas de mañana.
(Anne Carson, La belleza del marido. Un ensayo narrativo en 29 tangos. Lumen, 2003. Traducción de Ana Becciu).
*
TANGO VII. BUT TO HONOR TRUTH WHICH IS SMOOTH DIVINE AND LIVES AMONG THE GODS WE MUST TRUST (WITH PLATO) DANCE LYING WHICH LIVES DOWN BELOW AMID THE MASS OF MEN BOTH TRAGIC AND ROUGH
All myth is an enriched pattern,
a two-faced proposition,
allowing its operator to say one thing and mean another, to lead a double life.
Hence the notion found early in ancient thought that all poets are liars.
And from the true lies of poetry
trickled out a question.
What really connects words and things?
Not much, decided my husband
and proceeded to use language
in the way that Homer says the gods do.
All human words are known to the gods but have for them entirely other meanings
alongside our meanings.
Gods flip the switch at will.
My husband lied about everything.
Money, meetings, mistresses,
the birthplace of his parents,
the store where he bought shirts, the spelling of his own name.
He lied when it was not necessary to lie.
He lied when it wasn’t even convenient.
He lied when he knew they knew he was lying.
He lied when it broke their hearts.
My heart. Her heart. I often wonder what happened to her.
The first one.
There is something pure-edged and burning about the first infidelity in a marriage.
Taxis back and forth.
Tears.
Cracks in the wall where it gets hit.
Lights on late at night.
I cannot live without here.
Her this word that explodes.
Lights still on in the morning.