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2013 Coaching personal
AÑO 2013: CUESTA ABAJO
El año se acaba, le quedan un par de días mal contados. Y con él sus oportunidades y sus dificultades… o al menos eso creemos! En la vida todo pasa, empieza y acaba sin parar… nada se repite ni se aplaza, aunque a veces lo intentemos. La vida es obstinada y nos pone enfrente todo aquello que debamos vivir para que aprendamos… Y cerrar un año no es más que cerrar una hoja en el calendario, porque la vida sigue y seguirá hasta que ésta decida que hemos vivido lo que teníamos que vivir…
Pero cerrar un año invita a mirar atrás y mirar qué ha pasado en él, lo justo para darnos cuenta de lo que ya pasó, las oportunidades que nos ofreció y, lamentablemente, las que ya se nos escaparon y no volverán! Porque la vida tiene eso, que cada experiencia llega para ser vivida en cuanto llega y, aunque nos cueste entenderlo, cada una de ellas tiene su propio sentido, aunque éste solo sea aprender…
Para mi este ha sido un año de contrastes e incertidumbres, por fuera…lo que en algunos momentos me ha producido un cierto desasosiego y miedo, por qué no admitirlo. El mundo está convulsionado, seguramente para darnos la oportunidad de buscar más allá -en nuestro interior- y encontrar esa paz que necesitamos para ver las cosas con claridad y sentirlas con intensidad. Fuera, en este año que ahora acaba, ha habido conflicto, un cierto caos y mucho sufrimiento, por doquier. Catástrofes naturales, quiebras y cierres de empresas, crisis políticas, desgobiernos, rebeliones, conflictos bélicos, negociaciones infructuosas a nivel internacional, evidentes complicidades y corruptelas de los poderes -que nos recuerdan que el poder corrompe-, medidas y recortes injustos para los ciudadanos en cualquier parte del mundo…
Mirado así, parece que este año 2013 haya sido un año horribilis, algo que ya debe terminar. Pero seguramente deberemos admitir que cada año de estos últimos lo ha sido, cada fin de año sentimos lo mismo y esperamos con ilusión que empiece un nuevo año para que todo cambie. Y quizás alguna vez aprenderemos que el calendario es una creación humana, una manera de ponerle coordenadas a nuestra vida y al paso del tiempo. Alguien dijo que mañana es 31 de diciembre, fin de año, y así lo sentimos. Pero nuestro ser profundo -si quieres nuestra Alma- no entiende de tiempo ni de distancia. Y por ello nuestra vida no es solo lo que está sujeto a ellos y que nuestros sentidos perciben. Para bien y para mal, nuestra vivencia va mucho más allá…
Porque de un año como puede ser éste, en un tiempo solo quedarán emociones, recuerdos sesgados y circunstancias efímeras que nos dieron la singular e irrepetible oportunidad de vivir. Quizás olvidaremos las fechas y lugares, las personas y los momentos concretos vividos… y solo quedará lo esencial de cada uno de ellos, el sentido propio que tuvieron y que tendrán, a pesar del paso del tiempo! Nuestra vida no puede quedar en manos de nuestra memoria sesgada, ni que ésta nos imponga el recuerdo como condición para vivir cualquier hecho que ahora llegue. El pasado dejó la huella -y el aprendizaje- que debía dejar y se marchó… y por más que nos obstinemos, nunca más volverá! De él solo quedará lo esencial, que es eterno y que mientras vivamos pervivirá!
Eso es el cierre de cada nuevo año que se acaba. Un momento para mirar atrás y ver todo aquello que significó el año que finaliza y lo que quizás no tuvimos el valor de vivir y se nos escapó… y aprender cómo debemos encarar mejor este nuevo año que ahora empieza. Así, cada nuevo año es un paso más en nuestro ascenso hasta nosotros mismos y hacia la vida plena que todos soñamos y merecemos. Incluso en el mundo incierto que nos rodea, aunque parezca lo contrario, todo avanza, paso a paso y no sin sufrimiento… porque quizás sufrir es la mejor -y quizás la única manera- de despertar a esa nueva vida que todos deseamos para ese nuevo año que pasado mañana empezará…
Etiquetas: alma, año 2013, conciencia, conflicto, despertar, fin de año, hoy, miedo, mundo, oportunidad, pasado, paz, sentido de la vida, sufrimiento, valentía, vida plena