Como viene siendo costumbre, cada vez que comenzamos el año nos hacemos promesas para cumplir que finalmente no cumplimos nunca. Por eso este año no me he dicho a mí misma: aprende inglés, haz deporte y triunfa con la fotografía.
Sin embargo este año estoy convencida de que oiré muchas más veces todavía: es normal, estamos en crisis; no te preocupes, ya encontrarás algo; suerte y ánimo con lo tuyo; ¿me haces un book gratis?; ya no hace falta, me hace las fotos un colega, etc.
Así que este año no me pienso prometer nada, porque luego entre que se me olvida, no tengo tiempo y se me acaba el año, es imposible quedar bien conmigo misma. Y si ya me molesta no cumplir las promesas a otros, las propias ni os cuento.
Además, siempre están las mismas cosas: dejar de fumar -lo tengo hecho desde que nací-, hacer deporte -un año lo cumplí y todo-, aprender inglés/idiomas -¿ver series y películas en VOS no cuenta?- y ya está. O el típico: salud, dinero y amor. La salud no depende al 100% de uno mismo, pero se intenta cumplir, el amor... pues tengo a mi Querido, para qué quiero más y dinero... malos momentos para pedirlo. A los Reyes Magos se les han acabado los enchufes y contactos para los trabajos y claro, sin un trabajito, no hay dinero. A no ser que seas rico.
Y ya está bien de contaros mi 2010, ¿vosotros habéis hecho propósitos de Año Nuevo o sois tan vagos como yo?