Y lo peor no ha pasado porque, no contentos con esto, durante el resto del año seguirán las subidas abusivas sin tener en cuenta la situación de precariedad y el poder adquisitivo de los ciudadanos de nuestro país. Siempre están comparando nuestros precios con el resto de Europa pero nada se oye decir cuando se trata de las pensiones y salarios.
El año 2013 se inaugura con importantes subidas de impuestos que afectan a prácticamente la totalidad de los principales tributos. El bolsillo de los usuarios, deberá afrontar la cuesta de enero con subidas de precios en productos y servicios básicos, como la luz o los transportes, que, en la mayoría de los casos, superarán a la revalorización de pensiones y salarios.
Por el contrario, El Ministerio de Hacienda ha creado también un impuesto estatal sobre depósitos de clientes en entidades de crédito a tipo cero.
El Ejecutivo decidió anular el 30 de noviembre la posibilidad de que las comunidades creasen impuestos a la banca. Para ello ha creado un nuevo tributo estatal al tipo del 0% (la normativa dice que las autonomías no pueden gravar un concepto que ya grava el Estado) y compensará a las que ya lo tenían aprobado (Andalucía, Canarias y Extremadura), y que estaban respaldadas por el TC.
Nadie excepto el Gobierno y los propios banqueros comprende un gravamen a la banca del 0% cuando todos los ciudadanos han visto subir todos los precios de todos los servicios básicos el 1 de enero. La situación financiera del país reclamaba ajustes y recortes pero todos los sacrificios han ido en una sola dirección; apretar a los más débiles. La crisis ha servido de argumento para llevar a cabo una regresión de derechos, una cosa es la austeridad, la eficiencia, los sacrificios y huir del despilfarro, y otra aprovechar esta coyuntura para imponer políticas neo conservadoras.
Esto no es un momento de crisis, es un proceso de cambio del sistema, el desmantelamiento de los servicios públicos, la devastación de los derechos constitucionales. Por otro lado habría que ver si algunas de las medidas que se han tomado al de una mayoría absoluta no son contrarias a la constitución. Esa que tanto les gusta echar mano a los políticos para recurrir al Tribunal Constitucional (TC) cuando les interesa por algo en particular. El gobierno atiende los criterios del constitucional y escucha la voz popular solo cuando le da la razón.Se entiende, pues, que el pueblo es soberano y debería tener voz en las decisiones importantes que se afectan a millones de personas. Pues ya saben, aplíquense el cuento ustedes Sres. políticos, como "selecta" minoría con privilegios exclusivos vetados al resto de ciudadanos, son los primeros en incumplir lo que exigen a millones de españoles.
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