El pasado 1 de marzo, conmemorando el aniversario de Chopin, nuestros amigos de Twin Souls decidieron organizar un buen festival en el lugar que les vio nacer. Casualmente, hacia poco menos de un año que habían organizado su primer concierto como promotora en ese mismo lugar, ¡Que cosas tiene la vida!
Ese mismo día (y durante varios más) las calles estaban plagadas de gente disfrazada, clásicos días en los que a uno le apetece más quedarse en casa que salir a tomar el fresco…¡Error!
Abrieron la noche los ex-Tomijerry, ahora Dos Piedras, un teórico duo de stoner (para simplificar) de Barcelona.Había escuchado algunos de sus temas por internet y, a pesar de que no me llamaba mucho la atención, tenía ganas de ver cómo sonaban en directo.
Es jodido esto de capturar la mala leche que puede tener un grupo en una grabación, cuando solo hay dos personas para meter ruido, asi que en directo, siempre te puedes llevar una sorpresa.. aunque yo me lleve tres o cuatro.
Dos Piedras, ahora en formato trío con la incorporación de un bajista, empezaron a tocar; después del concierto me trague mis palabras mentales.. sonaron sólidos y compactos, muy buena química entre los tres integrantes, totalmente perdidos en su música.
Desde el post rock al punk, con especial amor por el loopismo de riff gordo hipnótico hicieron las delicias de un servidor, y de la mayoría por lo que se fue comentando. Especial mención a como sonaba, tocaba y bailaba el bajista, que le ha dado al grupo mucha más vida de la que tenía, un gran acierto pasar al formato trío.
Tutan Come On, otro dúo, pero esta vez de verdad. Venían desde el País Vasco. Veteranos de la ancestral tradición euskaldun de darle al stoner ese toque más rápido y punkarra y aderezarlo con buenas melodías. Son una de esas bandas que aportan algo de frescura al ejercicio de robar riffs de Kyuss al que se se apuntan desde hace años toneladas de bandas.
Con un historial prometedor (Neubat, Vice Presidentes…) ofrecieron, como era de esperar, una buena descarga de turrón: temas pegadizos, guitarras gruesas, un batería con una pegada infernal y “cero de reverb en la voz, nada!”.
Habia un poco de tensión en la organización: los Melvins habían perdido el avión, Matt Pike de revisión en Vall d’Hebron y supongo que Clutch se están reservando para el día en que se celebre el décimo aniversario de Rocksound, así que en su lugar Santo Rostro fueron los encargados de cerrar la noche, rindiendo culto a los susodichos y descargando su primer disco.
Desde temas Mastodonicos a ambientes Pinkfloyescos, aunque siempre más cercanos al turrón, fueron los culpables de levantar el mayor número de puños en la sala (Aunque el verdadero fin de fiesta lo marcaron los Confessor).
Felicidades y gracias a Twin Souls, por traer a bandas tan cojonudas durante este primer año de vida, recemos porque traigan a Eagle Twin cada año y que así sea por los tiempos de los tiempos, amen.